Lo dábamos por muerto. Hoy mismo, en un artículo en el que analizábamos las posiciones que están ganando peso en la Unión Europea, apuntábamos a que Europa prohibirá a toda costa el motor de combustión interna, independientemente de que los objetivos se suavicen. Pero hoy nos despertábamos con un titular que apunta en otra dirección diferente. No habrá prohibición total de las ventas de coches con motores de combustión interna, ni en 2035, ni en 2040.
Como prohibir la combustión interna, sin decir que la van a prohibir
Así lo reconocía Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo, el mayor grupo presente en el Parlamento Europeo, en declaraciones a la publicación alemana Bild.
Para las nuevas matriculaciones a partir de 2035, será obligatorio un recorte del 90% en las emisiones de CO₂ en los objetivos de flota de los fabricantes de automóviles, en lugar del 100%. (Manfred Weber)
Nuevo Twingo (eléctrico)
No habría prohibición – del 100% – ni en 2035, ni en 2040
No solo eso. También apuntaba que no se planteará ninguna prohibición total en el futuro, ni tan siquiera en 2040, haciendo que, al menos sobre el papel, no vaya a prohibirse las ventas de coches con motor de combustión interna, que podrán seguir produciéndose y vendiéndose en Europa más allá de 2035 y de 2040:
Tampoco habrá un objetivo del 100% a partir de 2040. Esto significa que la prohibición tecnológica de los motores de combustión queda fuera de la mesa. Todos los motores que se fabrican actualmente en Alemania podrán, por tanto, seguir produciéndose y vendiéndose. (Manfred Weber)
No obstante, tal y como apuntan en Automotive News, algunas fuentes están apuntando que la situación más probable pasa por un retraso de los objetivos que se habían propuesto hasta ahora para 2035, a 2040, de manera que para entonces sí se abordaría el fin de la combustión interna.
Sandero
La reducción del 90% es tácita y prácticamente una prohibición
Ahora bien, el énfasis que se estaría haciendo sobre la relajación de los objetivos de 2035 contrastaría, y mucho, con lo que arroja la lógica más fundamental de los datos. Una reducción de emisiones del 100%, que implicaría prohibir las ventas de todos aquellos coches nuevos que utilicen, de una u otra forma, algún motor de combustión interna, puede parecer un objetivo demasiado drástico. Y rebajar ese objetivo del 100% al 90% puede parecer un salto cualitativo, al fin y al cabo no se habría prohibido por completo la combustión interna.
Pero pensemos que para conseguir el objetivo de reducción de emisiones del 90% las emisiones de flota – la media de las emisiones homologadas por el total de vehículos nuevos de cada grupo de marcas de coches – esa media debería caer por debajo de los 10 g/kilómetro. Lo que implica que para conseguirlo los motores de combustión interna, aún existiendo, y seguir comercializándose, tendrían que quedar relegados a un papel muy residual. De manera que el grueso de las ventas de las marcas de coches en Europa deberían ser de vehículos completamente eléctricos, y una parte muy pequeña aún podría conservar motor de combustión interna, pero debería hacerlo como apoyo en un híbrido enchufable o extensor de autonomía.
Olvidémonos por tanto de que para entonces puedan seguir estando a la venta coches diésel y de gasolina, o incluso híbridos, como los que estamos adquiriendo actualmente.
Nuevo R5 (eléctrico)
Tan solo basta hacer un cálculo bastante rápido de lo que supondría una reducción de emisiones de este tipo. El Dacia Sandero es, a día de hoy, el coche más vendido en Europa (se vendieron más de 200.000 unidades entre enero y octubre). El eléctrico más importante del Grupo Renault, en el que se incluye Dacia, es el Renault 5. A lo largo de este año se han vendido 3,5 unidades del Dacia Sandero por cada una del Renault 5.
Para que el Dacia Sandero pudiera comercializarse en su formato actual, incluso considerando su motor de combustión con menores emisiones (107 g/km), para que el Grupo Renault pudiera compensar las emisiones de ese Sandero, y mantener la media por debajo de los 10 g/km de CO2, por cada Dacia Sandero de combustión vendido tendrían que venderse 11 eléctricos como el Renault 5. De manera que parece realmente complicado que el Dacia Sandero pudiera sobrevivir más allá de 2035, salvo que lo hiciera siendo también eléctrico, o en volúmenes mucho más reducidos a los actuales empleando algún tipo de sistema híbrido enchufable o extensor de autonomía.
