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¡Un sueño hecho realidad! Subimos Goodwood en un Alpine A110 S Enstone Edition, y visitamos la "Meca" de los petrolhead

Confieso que aun no me he recuperado del todo. Mi cerebro aun está procesando lo que vivió en un intensísimo 14 de julio de 2023, que quedará para siempre grabado en mi memoria. Alpine nos invitó a viajar al Goodwood Festival of Speed, a copilotar un Alpine A110S Enstone Edition en el mítico ascenso a Goodwood Hill, a conocer sus planes de futuro, y a disfrutar de una jornada donde lo más importante fue la pasión por el motor. Un plan inmejorable, un sueño cumplido para un petrolhead que llevaba imaginando ese momento décadas.

Un pequeño grupo de periodistas viajamos a Londres, para después ser llevados en furgoneta hasta la preciosa localidad de Arundel, al suroeste de Inglaterra. Tras pasar la noche, desde bien pronto nos desplazamos a los terrenos de Lord March, el undécimo Duque de Richmond y el actual organizador de este maravilloso evento que es el Goodwood Festival of Speed. En 2023 se celebró el 30 aniversario del festival, un evento que nació con el propósito de homenajear la velocidad, la competición, el motor y en general, todo lo relacionado con esta maravillosa afición.

La asistencia al festival llega a superar las 100.000 personas diarias

Entrar al recinto es ya una experiencia en sí misma. Invitados por Alpine – uno de los patrocinadores del año – entramos directamente al festival sin hacer colas, y lo hacemos por los paddock donde se encuentran los coches más clásicos. Lo primero con lo que me encuentro de bruces es con la Bestia de Turín, con varios Ferrari 250 GTO y varios coches de competición de preguerra. Mientras nos insisten en que no nos distraigamos, hay un horario que cumplir, balbuceo palabras inconexas y trato de hacer alguna foto rápida con mi teléfono.

Para llegar al stand de Renault tenemos que pasar por el jardín trasero de la Goodwood House, donde la marca de relojes de lujo Cartier expone algunos de los coches más especiales de la historia. Aparcados en un sencillo jardín, sin barreras ni seguridad, paso por al lado de un McLaren F1, un Bugatti EB110, un Porsche 911 GT1 de calle o un Mercedes CLK GTR. A mis oídos llega el atronador sonido de los motores de un BMW M1 Procar, que acaba de completar la subida a Goodwood Hill y está volviendo a su paddock. Creo que he muerto y estoy en el cielo.

La primera impresión de Goodwood es un asalto sensorial. Si eres un petrolhead, llorarás de alegría

Llegamos al stand de Renault, no sin que nuestros ojos se vayan a todas partes. En el stand de la marca francesa puedo ver por primera vez el prototipo del Renault 5 eléctrico, el Renault 4Ever – que anticipa el futuro Renault 4 de producción, también eléctrico – y dos curiosos ejercicios de diseño: un hot rod eléctrico basado en un Renault MT del año 1924 y el Renault 5 Diamant. Creado por Pierre Gonalons, este prototipo emplea materiales exóticos como el mármol y el cristal, y tiene curiosidades como sus pomos, sacados del mobiliario de una casa parisina.

Lo verdaderamente interesante de este concept es que emplea un kit de conversión eléctrica que Renault ya vende en Francia de forma oficial. Si vives en Francia, puedes convertir a eléctrico tu R5 o tu «cuatro latas», con un coste de 11.900 euros. Estos kits están homologados en Francia, pero por el momento, no en países como España – donde harían falta avances normativos al respecto. Tras conocer las últimas novedades de Renault, nos desplazamos al paddock donde están los coches de rallye y drift, porque Renault quiere enseñarnos algo más.

El Renault 5 eléctrico tiene un diseño francamente espectacular en vivo. La versión de producción se parecerá mucho al concept

Ese «algo más» es el espectacular Renault Turbo 3E. Este prototipo de estética cyberpunk es un Renault 5 eléctrico de carreras, dotado con un motor de 380 CV, una jaula antivuelco, una aerodinámica de infarto – el alerón es más ancho que el coche – y una carrocería ensanchada hasta los límites de lo posible. Es el equivalente moderno al Renault 5 Turbo «culo gordo». Ya que era el 14 de julio, su librea – creada a medida para Goodwood – tenía los colores de la bandera francesa, también presentes en la pantalla LED frontal del coche.

Como teníamos un rato libre hasta la siguiente actividad, ya con Alpine, nos quedamos contemplando los coches de rallye que poco después subirían Goodwood Hill, además de la Rally Stage, en pleno bosque. Me quedo embobado viendo el Ford Focus WRC de Colin McRae, el Escort RS Cosworth de Carlos Sainz, el Lancia Delta Integrale que corrió el rallye de los Mil Lagos en 1992, un Lancia Delta S4 o un Peugeot 205 T16. Todos son originales, todos están en perfecto estado de funcionamiento, y todos están juntos. Sigo pensando que he muerto y estoy en el cielo.

La paz se interrumpe cada medio minuto por un coche ascendiendo la colina a toda velocidad. Es una experiencia religiosa

En la misma zona también había algunos coches de drift de altos vuelos. Pudimos contemplar el espectacular Eurofighter de HGK Racing Team – la carcasa de un BMW M2, con un motor 2JZ-GTE de Toyota Supra – o el Rotavette. Un Corvette C6 con un motor rotativo 20B de tres rotores, sobrealimentado por un turbo más grande que mi cabeza, capaz de desarrollar 800 CV con una presión de soplado baja. Mientras hago alguna foto más, comienza a llover de forma molesta. La lluvia no dejaría de acompañarnos durante el resto de la jornada.

Soy asturiano y la lluvia no me molesta en absoluto, pero añade un extra de emoción cuando vas a hacer un copilotaje en la subida a Goodwood Hill. Y es que era el momento de auparnos al puesto del copiloto de un Alpine A110 S Enstone Edition. A los mandos estaba la piloto inglesa Abbi Pulling, una promesa de Alpine para la Fórmula 1 que podría hacer grandes cosas en un futuro cercano. En el «atasco» que se formó para llegar a la salida del ascenso teníamos delante un Toyota Supra GT4 y el nuevo Ford Mustang Dark Horse con motor 5.0 V8.

No está permitido ir en manga corta en Goodwood Hill, ni usar un móvil para grabar el ascenso

Desde el asiento «del miedo» del A110 S, sentados a apenas unos centímetros del suelo, empiezo a ponerme un poco nervioso. Emocionado, mejor dicho. Quizá de forma parecida a cuando estás llegando al punto más alto de una montaña rusa, y sabes que llegan las emociones fuertes. Las emociones fuertes llegaron, y es que por poco tengo que bajarme del coche. No llevaba puesta una chaqueta, si no una camisa de manga corta, y un comisario me dice que no puedo ir de copiloto si no tengo manga larga – una medida de precaución en caso de accidente.

Por fortuna, alguien de Alpine me salva la existencia y me acerca desde su stand un paravientos que había traído por si las moscas. Apenas cuatro coches nos separaban de la línea de inicio de carrera. Está chispeando y el suelo tiene tanto zonas mojadas como zonas secas. Abbi desconecta todos los controles, activa el modo Track, y los 300 CV del A110S nos propulsan con fuerza hacia delante. Siempre he dicho que el A110 es uno de los mejores deportivos a la venta, y lo vuelvo a ratificar desde el asiento del copiloto.

El A110 S Enstone Edition tiene una libra específica, y muchos detalles en fibra de carbono. Es una edición limitada a 300 unidades

El coche se mueve con una agilidad suprema, se descoloca lo justo en la entrada de las curvas, y asciende Goodwood Hill a un ritmo meteórico. El ascenso es bastante más estrecho, más revirado y con más pendiente de lo que parece en los streaming del festival. El muro pasa muy cerca y en nada estamos cruzando la recta de meta. No he medido el tiempo, pero se ha sentido muy rápido. No se me borra la sonrisa de la cara, y agradezco la increíble experiencia a Abbi. La vuelta al paddock se hace en sentido inverso, y en ella no se busca correr, solo dar espectáculo.

Abbi saca su lado más petrolhead: hace varios acelerones y derrapa con el coche en alguna curva, para algarabía del público – y mía, claro está. Los otros compañeros del grupo español ascendieron Goodwood Hill en uno de los coches más interesantes del futuro de Alpine: el espectacular A290_β. Es la versión deportiva, hot hatch, del Renault 5. En vivo, es un coche muy llamativo, y se siente verdaderamente especial. No deja de ser un concept, pero es un concept que se acerca mucho a lo que será el coche de producción definitivo.

En el paddock de Alpine también pudimos vislumbrar la edición Le Mans del espectacular Alpine A110 R

El prototipo es triplaza, de forma similar a como lo es un McLaren F1, aunque el coche de producción definitivo tendrá al menos cuatro plazas y cinco puertas. Llama la atención su pintura blanco mate, sus formas ensanchadas cargadas de detalles y sus llantas, diferentes a las que tenía el prototipo cuando fue presentado en sociedad hace unos meses. El detalle del carbono forjado en sus pasos de rueda y detalles exteriores es la guinda sobre el pastel. Si se parece mínimamente a lo que será el coche de producción, le auguro un gran éxito.

Siempre y claro, eso sí, el público sea capaz de aceptar la transición a la movilidad eléctrica también en el segmento de los utilitarios/compactos deportivos. La lluvia comenzó a arreciar aun más, y sufrió un efecto multiplicador con las grandes rachas de viento que asolaron Goodwood. De hecho, el día siguiente a nuestra visita el festival fue cancelado por una alerta de viento, que comprometía la seguridad de las carpas y estructuras provisionales. El evento volvió a celebrarse el domingo, pero fue la primera vez en sus 30 años que sufrió una cancelación.

La Goodwood House comenzó su construcción en el año 1600, y en su estado actual, data de principios del siglo XIX

Peleándonos con el paraguas y el viento, pudimos disfrutar durante unas horas más de este evento, tras una breve visita guiada a la Goodwood House, donde se nos explicó la historia de los duques de Richmond. Frente al imponente palacio se alzaba la escultura temática que cada año rinde homenaje a una marca. En este caso, a los 75 años de Porsche. Como curiosidad, los coches que cuelgan de la estructura son reales. No son réplicas o «carcasas» de fibra de vidrio. Están firmemente «cinchados» al esqueleto metálico mediante soportes hechos a medida.

El tiempo se nos echaba encima y debíamos volver al hotel, pero un último rato libre me sirvió para pasear por los diferentes paddocks. Ahí pude apreciar el enorme respeto que se tiene por el automóvil en Reino Unido, así como la pasión desmedida que se desborda en un evento como este. Nunca verás a nadie sentado en un coche, subiéndose a un coche sin autorización, o tirando una sola lata al suelo. La lluvia intensa no hizo mella en la asistencia ni en los participantes, que seguían subiendo de forma religiosa Goodwood Hill al máximo ritmo posible.

Llegas a ver tantos coches especiales juntos, que un Porsche 917 o un Mazda 787B pueden llegar a no llamarte la atención

En pocas palabras, el Festival of Speed es el lugar que debes visitar para ver juntos todos los coches que idolatras. Todos los iconos, todas las curiosidades, todos los pilotos y personalidades del mundo del motor. Es un lugar para paladear poco a poco y con calma durante días. El único pero a mi experiencia fue no poder disfrutarla durante más tiempo, y sin lluvia. Con todo, he de deciros que he contraído el virus, el virus que hará que tenga que volver a Goodwood más veces. Es el paraíso en la tierra si te gustan los coches. No hay nada igual.

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