Gorden Wagener es una de las figuras de mayor peso estos últimos años dentro de todo el conglomerado formado por Mercedes-Benz, pero tras 28 años militando en las filas de la marca alemana, tanto el jefe de diseño como la propia empresa han llegado a un acuerdo para separar sus caminos.
Se trata de una noticia que llega en un contexto lleno de críticas hacia los diseños de la marca, especialmente en todo lo relativo a la gama EQ y a los interiores de todos los modelos de la firma, donde una clara orientación al todo pantalla ha generado una oleada de disconformidad entre aficionados y compradores. Aun así, no se puede olvidar que del lápiz de Wagener han salido diseños icónicos que trascenderán históricamente, como los SLS AMG o SLR Mclaren, entre muchos otros que han calado profundo estos últimos años.
Mercedes-Benz Mercedes GLB
El hueco que deja con su partida será ocupado por Bastian Baudy, actual responsable de diseño de Mercedes-AMG y una de las figuras con mayor proyección dentro del organigrama creativo de la marca. Baudy, de 41 años y vinculado a Mercedes-Benz desde 2010, asumirá el cargo a partir de febrero de 2026 tras una trayectoria marcada por proyectos de alto impacto como el AMG Vision Gran Turismo presentado en 2013. Formado en diseño de transporte en la Universidad de Pforzheim, su perfil combina una fuerte orientación emocional con una lectura más radical del rendimiento y la deportividad, elementos que ahora pasan a situarse en el centro del discurso estético de la marca.
Estratégicamente, por cómo se ha hecho público el cambio dentro de la compañía y por el momento en el que se produce, la salida de Wagener parece algo más que un relevo ejecutivo: es un verdadero cambio de ciclo dentro de la historia del diseño de la marca. Su salida coincide con las intenciones de Mercedes de revisar profundamente su estrategia eléctrica y, con ello también el lenguaje visual visto en la familia de coches eléctricos EQ.
La última vez que la figura de Wagener pasó por la portada de Diariomotor, fue a causa de unas declaraciones efectuadas con motivo de la presentación del Audi Concept C, un coche que ha tenido una muy buena acogida entre prensa y aficionados, pero con cuyo diseño Wagener no comulga, pues a su modo de ver, dado que el concepto de Ingolstadt hace uso de un interior minimalista que da poca prioridad a las pantallas, esto genera la sensación en el conductor que está «sentado en un coche pequeño» y que, para solucionarlo, «se necesitan grandes pantallas». Se entiende así el rumbo que tomó recientemente Mercedes con sus salpicaderos copados de enormes pantallas.
Un repaso a su porfolio dentro de la marca
El legado de Gorden Wagener dentro de Mercedes-Benz se entiende a través de algunos de los modelos más carismáticos de la firma en estas dos últimas décadas, tanto por volumen como por posicionamiento. Bajo su dirección vieron la luz generaciones clave del Clase S, como el W221, que marcó un punto de inflexión en la simplificación de superficies y en la reinterpretación moderna del lujo clásico de la marca.
Algo similar ocurrió con la Clase C y, especialmente, con el Clase A W176, un modelo estratégico que consiguió un objetivo vital para la marca de la estrella: el rejuvenecimiento profundo de su clientela a través de una menor edad media de sus compradores y a su vez un cambio radical en la percepción de Mercedes dentro del mercado, ya que pasó a ser una marca cuyo perfil de comprador era un acaudalado señor de avanazada edad, a perfiles más jóvenes, en los que también tuvo un gran peso la gama de coches compactos que lanzó la marca, empezando por la segunda generación del Clase A.
Más allá de los modelos de gran alcance comercial, Wagener también ha dejado su huella en proyectos que han marcado tendencia, como la invención de la categoría de berlians coupé con el Mercedes CLS, mientras que también ha sido el autor de obras como el Mercedes-AMG ONE, además del padre de los mencioandos SLS AMG y SLR McLaren.Sus últimos años, desde luego, no serán los mejor recordados de toda su trayectoria, pero sin duda ninguna Gordon Wagener deja un legado a la altura de pocos diseñadores dentro de la industria del automóvil.
De todos los coches que han pasado por sus manos, el último que ha visto la luz ha sido el Mercedes GLB.








