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Cuatro razones para comprarte un coche familiar antes que un SUV

¿Estás pensando en comprar un coche nuevo? Si es así, es muy posible que estés valorando la compra de un SUV, quizá un superventas como el Nissan Qashqai, o el SEAT Ateca. Los SUV suponen casi la mitad del mercado hoy por hoy, y casi todos los fabricantes tienen una variada oferta en sus gamas. Ahora bien, ¿has valorado la opción de un coche familiar? Los familiares ya no son los coches aburridos de antes y tienen varias ventajas fundamentales con respecto a un SUV que en este artículo te queremos contar.

1) El familiar es más bonito

De acuerdo, empiezo con una afirmación un tanto subjetiva. Pero la realidad es que existen muchos coches familiares con diseños muy cuidados, claramente más estilizados y armónicos que los de un todocamino. Son más bajos, su centro de gravedad visual está más cerca del suelo y en algunos casos tienen espectaculares caídas de techo. Uno de los familiares más bonitos de los últimos años ha sido el Alfa Romeo 159 SW, un coche que era incluso más bonito que su versión berlina. El Audi A6 Avant me parece uno de los Audi más bonitos actualmente a la venta. Es que incluso un familiar tan «corriente» como el Volkswagen Golf Variant tiene unas proporciones elegantes.

Audi A6 Avant Prueba 29

Lejos quedaron aquellas «rancheras», aquellas viejas «funerarias» que parecían un ladrillo sobre ruedas. Los familiares de hoy en día son muy atractivos.

Haced el ejercicio con cualquier marca. ¿Es más bonito un Skoda Kodiaq que un Skoda Superb Combi? ¿Es más bonito un Mercedes GLE que un Mercedes Clase E familiar? Los SUV suelen tener un diseño más «robusto», que transmite una mayor solidez o una mayor sensación de protección. Esto es atractivo para muchos compradores, y ha sido una de las principales bazas de muchos todocaminos a nivel comercial. Por supuesto, tampoco podemos obviar una posición de conducción más elevada, con un mejor control del tráfico – algo que se postula como una espada de doble filo, como veréis.

2) El familiar tendrá una mejor dinámica, y gastará menos

Es una simple cuestión de centro de gravedad, de aerodinámica y de masa. Comparemos un Volkswagen Golf Variant con un Volkswagen Tiguan, su alternativa SUV. A igualdad de motorización – 2.0 TDI de 150 CV, con cambio manual y tracción delantera – el Golf homologa un consumo medio 0,4 l/100 km inferior, acelera hasta los 100 km/h en 0,4 segundos menos y tiene una velocidad punta 14 km/h superior. El todocamino es 130 kilos más pesado y tiene un peor coeficiente aerodinámico. A nivel de paso por curva, el centro de gravedad del familiar siempre va a otorgarle una mayor agilidad, además de un menor balanceo.

3) Practicidad: con mucho equipaje, el familiar gana la partida

Adquirir un SUV por su practicidad puede ser un argumento convincente de compra, si el coche contra el que lo comparamos es una berlina o un compacto. Pero un familiar tiene un componente práctico intrínseco que en casi todos los casos, es claramente superior al de un SUV. Aunque existen SUV con maleteros muy grandes, un familiar práctico tendrá una boca de carga a una altura inferior y un volumen de almacenamiento tanto o más grande que el del todocamino. El diseño marcado de un SUV suele limitar la forma del maletero o hacer que la boca de carga no sea todo lo amplia que queramos.

La habitabilidad interior de un SUV suele ser mejor que la de un familiar, especialmente a nivel de espacio para la cabeza.

A nivel de espacio interior, ambos tipos de vehículo pueden ser igual de capaces. No obstante, hemos de reconocer que de cara a meter y sacar niños en el coche, la mayor altura de un SUV facilita más las cosas a los padres, especialmente cuando los niños tienen que viajar en sillita. La casuística es muy variada – y exige comparar los coches de forma concienzuda – pero de nuevo el SUV suele ganar la partida en lo tocante a espacio para las piernas o la cabeza, con una similar anchura para el habitáculo. En cuanto a la visibilidad desde el interior, la ranchera gana la partida por goleada.

4) El precio de un familiar es sensiblemente inferior

Y llegamos al punto más conflictivo de todos: el precio. Volviendo al Volkswagen Golf Variant y el Volkswagen Tiguan, a igualdad de motorización y equipamiento, el todocamino es aproximadamente 6.000 euros más caro. Esta diferencia abismal de precio se produce en cualquier otra pareja de familiar-SUV que queramos comparar – exacerbada por posibles saltos en el tramo del Impuesto de Matriculación. Tampoco debemos olvidar que los neumáticos que monta un todocamino suelen ser más caros y a largo plazo, la diferencia de consumo de combustible tendrá un efecto perceptible en tus finanzas familiares.

El sobrecoste puede merecer la pena si vas a poner a prueba sus habilidades fuera del asfalto. La mayor parte de SUV vendidos hoy por hoy en España son de tracción delantera.

Si estás buscando un coche familiar, te sugiero que leas nuestra guía de compra en Qué Coche Me Compro.

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