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Se subasta el Ferrari F50 Targa que perteneció a Rod Stewart

El pasado 12 de noviembre, Collecting Cars, una empresa británica especializada en subastas de automóviles exclusivos, adjudicó una de las 349 unidades que se fabricaron oficialmente del Ferrari F50 mediante uno de sus concursos al mejor postor (recibió 36 pujas). Pero no fue un ejemplar cualquiera. Ese maravilloso deportivo italiano, de color rojo y descapotable, perteneció a una leyenda del rock mundial: el músico, cantante, compositor y productor inglés Rod Stewart.

La corta relación entre Stewart y uno de los superdeportivos más célebres

Producido en Maranello en 1996, este F50 llegó a Londres en junio de 1997, momento en el que fue matriculado y registrado como propiedad de Roderick David Stewart. Más tarde, entre 2002 y 2007, el coche viajó a Dubái en avión, pero terminó regresando a Reino Unido con algunas modificaciones (se restauró). Su último dueño, cuya identidad no ha trascendido, ha sido el sexto en casi tres décadas. Entre todos no han conseguido que el odómetro suba de 10.998 millas, es decir, unos 17.700 kilómetros. Aun así, este mismo año Ferrari lo ha revisado en profundidad y le ha sustituido el embrague.

El F50 es algo así como el hijo del F40 y el padre del Enzo, es decir, un modelo cúspide en la historia de la marca del Cavallino Rampante. En esencia, se trata de un Fórmula 1 carrozado con dos puertas, dos plazas y un habitáculo austero. Su motor de gasolina está situado longitudinalmente en una posición central-trasera, de modo que queda ubicado por detrás de la cabina y por delante del eje posterior. Presentado en 1995, su propósito fue celebrar el 50 aniversario del fabricante, de ahí su nombre. Es uno de los Ferrari con menor producción hasta la fecha, razón por la que es tan deseado.

La estrella musical sólo poseyó este «Fórmula 1 de calle» durante 5 años. Quizá se cansó de su consumo, estimado en 26 l/100 km.

Más de 3 millones de euros por una joya sobre ruedas… con sorpresa

Hace unos días, Collecting Cars licitó este vehículo por 2.940.500 libras esterlinas, lo que se traduce en 3.359.950 euros al cambio de divisa actual (un 760% más de lo que costó cuando era nuevo). Por esta gran cuantía, su afortunado propietario se llevó una obra de arte diseñada por Pininfarina y con prestaciones de infarto incluso 28 años más tarde de que finalizase su desarrollo. Concretamente, su V12 de 4,7 litros de cilindrada y naturalmente aspirado entrega 520 CV para una masa bruta de 1.520 kg.

A pesar de una caja de cambios manual que envía todo el esfuerzo del propulsor a las ruedas traseras, una relación peso-potencia como la anterior significa una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y una velocidad punta de 325 km/h. Por si era poco, la unidad que perteneció a Stewart tenía carrocería de tipo Targa, con el techo desmontable, pintada en Rosso Corsa, así como una cabina con tapicería de piel negra y detalles en rojo. Las llantas son unas Speedline de 18 pulgadas y alojan unos frenos Brembo de aleación, perforados en ambos ejes.

Al margen de otros detalles de interés como unos amortiguadores Bilstein adaptativos o el empleo de varios componentes fabricados en fibra de carbono expuesta, el coche está certificado por Ferrari Classiche, ha pasado todos sus mantenimientos por la firma y, atención, viene con las botas originales (talla 43) que el genio de Rod empleaba para disfrutar de este superdeportivo con pedigrí. Esperemos que su séptimo titular no especule con nada de esto y lo guarde como el tesoro que es. ¡Palabra de Chris Harris!

En el siguiente vídeo, el famoso periodista del motor Chris Harris analiza la unidad que subastó Collecting Cars hace pocos días.

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