Tuthill Porsche es mucho más que un especialista británico en reparación y mantenimiento de Porsche 911 clásicos. La empresa de Richard Tuthill es un negocio familiar que nació con la preparación para rallye de los nueveonce, y el propio Tuthill fue un piloto de rallye bastante exitoso. Pero la genialidad de su negocio está en la fabricación de 911 especiales. Coches a medida, preparaciones para carretera o raids, y coches como el Porsche 911K. Posiblemente el mejor restomod jamás creado sobre un 911: 846 kilos, 11.000 rpm y refrigeración por aire.
Porsche 911
El Porsche 911K tiene un nombre que va al grano: 11K es una referencia a las 11.000 rpm de régimen de giro que su motor bóxer de refrigeración por aire es capaz de alcanzar. Y sin embargo, es solo parte de su encanto. El propio Richard Tuthill admite que la idea tras el 911K era crear «una moto de cuatro ruedas», y por tanto, la ligereza era esencial. Aunque se basa en un Porsche 911 de finales de los años sesenta – con su característico capó largo – el coche ha sido profunda y extensamente modificado para que su peso sea de solo 846 kilos.
Lo más llamativo es la sustitución de todas las piezas de su carrocería – y digo todas – por réplicas construidas en fibra de carbono. Las llantas son de fibra de carbono, pero han sido pintadas porque a Richard Tuthill no le gusta el aspecto del material. Sus discos de freno son carbonocerámicos, y en su interior, la jaula antivuelco es de titanio. La admisión del motor está también construida en fibra de carbono, al igual que el volante o los asientos, de nueva factura, y con un peso individual de solamente ocho kilos.
El motor de esta joya de la mecánica es un bóxer de seis cilindros profundamente modificado. Tiene 3,1 litros, cuatro válvulas por cilindro y una carrera ultracorta, con el objetivo de girar a 11.000 rpm y desarrollar 350 CV. No es una potencia desmesurada, pero en relación a su peso la relación CV/kg es extremadamente favorable. La caja de cambios está basada en un cambio de magnesio de cinco relaciones, en el que Tuthill ha añadido una sexta marcha, con una marcha atrás que activamos usando la palanca original de la calefacción del coche.
A mayores, la instrumentación sigue siendo analógica, tenemos un freno de mano hidráulico, suspensión de rallye ajustable y una calidad interior fuera de toda cuestión. Eso sí, los cristales son más finos y el aislamiento se ha reducido, por lo que no debemos esperar un coche cómodo o silencioso. Chris Harris ha tenido el privilegio de probarlo en carretera y circuito, donde ha quedado impresionado con su régimen de giro, su sonido y su espectacular comunicación con el conductor, fruto en gran parte de su extrema ligereza.
En circuito, el coche es capaz de deslizar su zaga, sostener derrapes muy largos, y expulsar espectaculares llamaradas con cada golpe de gas. Un espectáculo digno de ser presenciado, algo que podéis hacer en el vídeo que acompaña estas líneas. El precio de un Porsche 911K de Tuthill Porsche no es público, pero su extensa transformación asegura una factura bien entrada en las seis cifras. Con todo, podríamos considerarlo una ganga: es el Porsche 911 clásico más especial que hemos visto en mucho tiempo.
Fotos del Porsche 911K