Ni el miedo al diésel ni las etiquetas ambientales libran a España de enfrentarse a Bruselas por las emisiones
La contaminación en las grandes ciudades se ha convertido en un problema especialmente prioritario para las administraciones, sobre todo si hablamos de grandes núcleos urbanos como Madrid o Barcelona, donde los niveles de contaminación no han parado de crecer. Tanto, que pese a iniciativas como Madrid Central o el sistema de etiquetado de la DGT, la Unión Europea ha decidido iniciar un proceso sancionador contra España. El actual gobierno de España, aspirante además estos días a ser reeditado, ha anunciado restricciones a los coches diésel y gasolina en todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes -148 poblaciones concretamente-,