Allá por los años treinta Citroën se había propuesto motorizar a Francia, y buena parte de Europa, crear el "coche del pueblo francés". Inspirado en Henry Ford y el Model T, Pierre-Jules Boulanger se propuso crear un automóvil pequeño, compacto, práctico y económico. Y para cumplir con todo eso, el Citroën 2CV tenía que ser ágil, práctico, y cómodo, en la urbe, en las carreteras de la época, pero sobre todo en el ámbito rural. Dicen que, entre los requisitos que se propuso Citroën para su nuevo...