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Hace 16 años el Bentley del pueblo enamoró a Jeremy Clarkson pese a... no ser un Bentley (+vídeo)

Hoy debemos tener dos cosas claras: el Volkswagen Phaeton fue una berlina de lujo infravalorada y a Jeremy Clarkson le gustan mucho los coches ingleses. Son dos afirmaciones que no tienen nada de malo -salvo que las ventas de la berlina alemana fueron muy discretas-, pero que resultan clave para entender el vídeo que hoy nos ocupa. Y es que hace 16 años el mítico presentador de Top Gear cayó rendido ante los encantos del Volkswagen Phaeton, o lo que es lo mismo, el Bentley del pueblo que enamoró a Clarkson pese a… no ser un Bentley.

Todo se remonta a casi principios de los 2000, momento en que los de Wolfsburgo querían asestar una dura estocada a los Mercedes-Benz Clase S, Audi A8 y BMW Serie 7. Para ello concibieron el Phaeton bajo las duras órdenes de Ferdinand Piëch, quien exigió una serie de requisitos de lo más rocambolescos para llevar a la calle a la berlina.

El Volkswagen Phaeton que enamoró a Jeremy Clarkson

Pese a que todos los objetivos de Piëch se cumplieron y consiguieron conquistar al presentador inglés, este no puede evitar comenzar la prueba con una de esas bromas acidas tan características del humor británico: «Encontrar evidencias de vida en Marte fue un gran paso, pero este lo es aún más… ya que da constancia del sentido del humor en Alemania. Esta es la primera prueba en vídeo de una broma alemana: un Volkswagen que cuesta 65.000 libras… pero en realidad no es gracioso.»

El presentador hace alusión a uno de los objetivos de Ferdinand Piëch: conseguir que el Phaeton pudiese circular durante un día completo a 300 km/h aguantando una temperatura exterior de 50º centígrados. A ello debemos sumarle la capacidad de la berlina de Volkswagen para evitar que sus cristales se empañen y, para comprobarlo, Clarkson hace alusión a un gesto… curioso que termina siendo en realidad calentar y beber té en las plazas posteriores acompañado de una mujer.

Después de apreciar otros detalles como hidráulicos para el maletero rematados en aluminio o lava-faros que no se activan a la vez para no inutilizar ambos si se lavan mientras están encendidos, Jeremy Clarkson quiso comprobar otra de las exigencias de Ferdinand Piëch: el motor del Volkswagen Phaeton no podía emitir vibraciones a 300 km/h.

Sin embargo, la velocidad punta del Phaeton W12 estaba limitada a 250 km/h, pero el presentador corrobora que pudo llegar a los 300 km/h en una unidad que no contaba con limitación y con la que en ningún momento escuchó el motor en el habitáculo. ¿Lo mejor de todo? Que Jeremy Clarkson se enamoró del Volkswagen Phaeton, llegando a declarar que lo escogería antes que un Jaguar XJ.

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Javier López

Mis padres siempre cuentan la anécdota de que tuvieron que aprender de coches para saciar mis ansias de conocimiento automovilístico. Creo que es algo innato, y simplemente fue amor a primera vista en cuanto un cacharro de metal y cuatro ruedas paso por delante de mis ojos.

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