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Javier López

EN OTROS LUGARES

Filólogo hispánico con pasión por los coches que ha conseguido unificar el campo de la escritura con el del automóvil en Diariomotor. También soy un romántico empedernido y un nostálgico, así que me veréis echando de menos muchos modelos. De pequeño debí caerme en una marmita con gasolina, o algo así.

Conociendo a Javier López

¿Cómo empezó tu pasión por los coches? ¿Cuál fue el primer coche que te llamó la atención?

Mis padres siempre cuentan la anécdota de que tuvieron que aprender de coches para saciar mis ansias de conocimiento automovilístico. Creo que es algo innato, y simplemente fue amor a primera vista en cuanto un cacharro de metal y cuatro ruedas paso por delante de mis ojos.

No tengo un recuerdo como tal del primer coche que llamó mi atención, pero sí que es cierto que de pequeño tenía un Volvo 850 a escala 1:24 -destrozado, lógicamente- que me encantaba y que aún conservo. A ello tengo que sumarle que todo lo redondo provocaba en mí una fuerte atracción, quedándome embobado con los volantes, ruedas e incluso con la lavadora de casa de mis padres cuando funcionaba.

También guardo especial cariño al primer coche que conocí de mis padres, un Volkswagen Golf GTI MK2 de tres puertas pintado en rojo. Me encantaba ver cómo mi padre conducía y también cuando me dejaba sentarme en su regazo para maniobrar en el garaje de casa -en mi mente parecía que tenía el control absoluto del coche y sonaba espectacular-.

¿Qué marcas o modelos de coches tienen un lugar especial para ti y por qué?

Volkswagen siempre ha tenido -y tiene- un hueco reservado en mi corazón, principalmente por el Golf que tuvieron mis padres y que más tarde cambiaron por un GTI MK5 que terminé heredando yo, aunque eso encaja en otra pregunta. También le tengo especial cariño al Citroën Xantia, coche que estuvo en casa entremedias de los dos Golf y que, aunque dio muchos problemas, me tenía loco.

Recuerdo tener que esperar unos minutos en el garaje tras arrancarlo para que el coche ajustase la suspensión hidroneumática. Parecía un autobús y el motivo de desesperación de mis padres -especialmente de mi madre-, pero a mí particularmente me hacía gracia. Mi amor por el Xantia siguió creciendo a raíz de nuestro vecino de plaza de garaje, un entrañable hombre que por aquel entonces trabaja como ingeniero en PSA Vigo, y un día dejó sobre el techo de nuestro coche un Xantia con la misma configuración que el de mi padre -verde y acabado Activa- en escala 1:24 que sigo conservando.

Háblanos del coche que tienes actualmente o de aquellos que has tenido en el pasado. ¿Hay alguna historia o recuerdo particular que puedas contar respecto a alguno de ellos?

Actualmente no tengo ningún coche en propiedad -aunque quien me conoce sabe que estoy constantemente escrutando Wallapop en busca de coches que muchos de mis amigos tildan de "coche de abuelo"-, pero desde los 18 hasta los 25 tuve el ya mencionado Golf GTI MK5 que compraron mis padres en 2006.

Era una unidad de cinco puertas rematada en Negro Mágico y con interior beige. Recuerdo lo nervioso que estaba cuando fuimos a recogerlo al concesionario, el olor y la primera aceleración fuerte que dio mi padre con el coche. A día de hoy no es ningún misil, pero para mí era emoción pura y dura.

También cuando mi padre me hizo entrega de las llaves y lo disfrutaba todos los días para ir a la universidad -no tanto cuando tocaba llenar el depósito- y de las rutas que hacía con él. Fue un coche escuela bueno, me hizo aprender a respetar la potencia -insisto, no era una bala, pero 200 CV y 18 años no suelen ser una buena combinación- y fue el primer coche con el que hice viajes con amigos y muchos kilómetros sin protestar.

Solo espero que mi siguiente coche sea, por lo menos, igual de bueno que lo fue el GTI al que tanto cariño le tendré siempre.

Elige un único coche que de ninguna de las maneras debería faltar en tu garaje ideal

Ya os lo adelanto: estoy enfermo con los coches raros y a que nadie le gustan. Y es por ello que un coche que creo que nunca debería faltar en mi garaje -aunque nunca lo haya probado- Es un Mercedes-AMG R 63. Sí, lo sé, es un monovolumen con un V8 de más de 500 CV en su interior, pero ahí radica la magia.

Y también en su capacidad para ser un sleeper con todas las de la ley, un coche práctico y, aunque no me lo imagino especialmente preciso, el concepto que ofrece seguramente haga que sea un coche divertido. Ahora bien, pensando en coches más aceptados y políticamente correctos, apostaría, sin alejarme demasiado de lo que ofrece el R 63, por un Audi RS 6 C7.

Creo que es una de las generaciones más bonitas del RS 6 Avant, que combina sumamente bien confort con deportividad y que aguanta sumamente bien el paso del tiempo. Opciones como el M5 son más deportivas, pero si la cartera me permitiese tener no solo al familiar alemán en mi garaje sino también más coches, os aseguro que el hecho de que el RS 6 no fuese el más deportivo de su gama sería el menor de mis problemas.

¿Qué opinas de la cultura automovilística actual, especialmente de las comunidades y eventos que la rodean? ¿Participas activamente en alguno de ellos?

Creo que muchas veces se han hecho comparaciones -ya sabemos que las comparaciones suelen ser odiosas- entre España y otros países como Inglaterra y Estados Unidos en lo que a cultura automovilística se refiere, y muchas veces las conclusiones han sido injustas.

Hace años la cultura automovilística no estaba tan en auge, pero cada vez son más los que hacen de España un país listo para presumir de la misma. No solo tenemos muchos eventos, sino también una fuerte afición que irradia más respeto y admiración, lo que también deriva en que propietarios de piezas muy exclusivas se animen a acudir a estos eventos y pierdan el miedo a lo que pueda pasar.

Sí, suelo acudir como espectador, especialmente a Autopía o a eventos organizados por RoadStr.

Con el auge de los vehículos eléctricos y autónomos, ¿cómo ves el futuro de los coches? ¿Crees que estas tecnologías mejoran o empeoran la experiencia de conducir?

Creo que hay un debate abierto que no es del todo justo. Por una parte nos encontramos con unas leyes que están obligando poco a poco a que el ciudadano se compre un coche eléctrico; y o no puede o no quiere hacerlo. Al fin de cuentas, es necesario gozar de un contexto muy concreto para tener un coche eléctrico en casa, incluso como segundo coche.

A su vez, pienso que no todos los eléctricos son "lavadoras" o coches sin alma. Tampoco tiene alma cualquier compacto diésel o gasolina de poco más de 100 CV y nadie lo critica. Me parece que los eléctricos tienen muchas cosas positivas, especialmente como coche urbano, y creo que lo justo sería conseguir una pacífica convivencia entre ambos tipos de movilidad.

El coche autónomo ya me preocupa algo más, especialmente porque se trata de una tecnología muy incipiente que requiere de una situación casi utópica para que funcione correctamente. Eso y que personalmente me encanta conducir.

En definitiva y bromas aparte -bueno, lo de que me gusta conducir lógicamente no es broma: no creo que ninguna de las dos tecnologías ensucie la experiencia de conducir. Hay coches eléctricos divertidos y rápidos, y también hay eléctricos que, como cualquier coche de combustión normal y corriente, no emocionan y son para ir de "A" a "B". La conducción autónoma me parece lógica en viajes largos y siempre y cuando llegue al mercado de forma segura y sumamente contrastada. Me gusta conducir, pero si puedo ir viendo una serie despreocupadamente o leyendo un libro en un viaje de 6 horas en coche lo prefiero.

¿Cuáles crees que son algunos de los retos a los que se enfrenta la industria del motor hoy en día?

Uno de los más importantes creo que es encontrar la forma de asentar la electrificación sin que sea un mandato para el ciudadano y sin que suponga el fin de los coches de combustión. Esto pasa, lógicamente, por una normativa más laxa que la que estamos experimentando y por una industria que pueda y quiera seguir desarrollando coches gasolina y diésel menos contaminantes y capaces de afrontar esas leyes.

También la de explotar otras vías de sustento para el coche. No todo es blanco o negro tal y como demuestra el hidrógeno o los combustibles sintéticos. Sí, estamos hablando de opciones que, de momento, son caras, pero una apuesta más contundente por este tipo de vías de salvación para el coche de combustión podrían agilizar su abaratamiento.

¿Cuál crees que es el futuro de Diariomotor en relación con la evolución de la industria?

Creo que el futuro de Diariomotor es el mismo que su presente y pasado: adaptarse a los tiempos y seguir cumpliendo con nuestra función de informar sobre el mundo de la automoción, independientemente de que esta funcione por medio de gasolina, electricidad o perritos calientes.

Todo ello con la pasión que creo que nos caracteriza y el amor hacia el mundo de las cuatro ruedas. Doy fe de que todos y cada uno de los integrantes de esta pequeña gran familia son enamorados de las cuatro ruedas, y siempre hemos conseguido encontrar la forma de seguir amando a los coches independientemente de la deriva que estos tomen. Estoy seguro de que eso nunca va a cambiar.

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