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Que la nieve cubra la carretera no será un problema para los coches autónomos

Ford sigue trabajando en su programa experimental para el desarrollo de tecnología de conducción autónoma, y hoy nos explica cómo en un futuro próximo donde los coches autónomos sean algo cotidiano, problemas como la falta de visibilidad por culpa de la nieve dejarán de ser un contratiempo. Los coches autónomos están destinados a revolucionar la conducción, y esta situación que nos explica Ford puede ser una de los momentos donde el coche autónomo puede sernos más útil. De autónomo a autoníveo según Ford.

Los coches autónomos no tienen problemas de falta de visibilidad, por lo que literalmente pueden conducir a ciegas

Si alguna vez has conducido durante una nevada te habrás percatado de lo peligroso que es ver como la carretera y sus marcas desaparecen bajo una capa de nieve, obligándote a reducir drásticamente la velocidad y sacando tus habilidades adivinatorias para imaginar los límites de la calzada. En estos momentos donde la nieve ya ha hecho acto de presencia en numerosas zonas de España, muchos sabrán a lo que me refiero, maldiciendo al tiempo y a la falta de una máquina quitanieves para ayudarles a ver por dónde están circulando.

Ford se ha propuesto ofrecernos detalles sobre su programa de conducción autónoma que está siendo desarrollado en EE.UU., zona que también está sufriendo nevadas en diferentes lugares de su geografía. Partiendo del concepto de conducción autónoma donde los recorridos se programan en función de una base de datos con mapas e intercambio de información en tiempo real, lo que vemos o dejamos de ver no es algo importante para que el coche autónomo siga funcionando con total normalidad.

Puestos a buscar utilidad al coche autónomo, este tipo de escenarios serían los ideales para aprovechar el piloto automático

Aunque el programa de Ford para la conducción autónoma se encuentra en fase experimental con una flota de Ford Mondeo haciendo kilómetros en EE.UU., el fabricante ya ha probado cómo es circular por carreteras nevadas sin mayor ayuda que el sistema de conducción autónoma, una tecnología que no necesita ver sus marcas viales, ya que a través de diferentes sensores es capaz de reconocer su posición con un margen de error de pocos milímetros y reconocer su perímetro sin necesidad de cámaras. Claro está que a día de hoy no es una tecnología infalible, y por eso continúa en fase experimental, pero puestos a valorar cuando la conducción autónoma puede ser una aliada, se me ocurren pocos escenarios donde un coche autónomo sea más útil que aquellos en los que la visibilidad sea muy reducida.

Fuente: Ford
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