Wheelsandmore mete la pata con el Mustang GT 500 Eleanor

El Ford Mustang es un verdadero icono que merece preservarse, y más si hablamos del modelo de los años 70. Está en la lista de los deportivos que no debería tocarse ni prepararse a la ligera especialmente si ya ha recibido la sabia mano de Shelby. Pero algunas firmas como Wheelsandmore terminan atreviéndose y crean preparaciones como ésta sobre el Mustang Shelby GT 500 también conocido como Eleanor.

Lo único que se puede decir en favor del trabajo de Wheelsandmore es que han tenido la decencia de dejar un motor original Mustang, que no por poco ahorrador se puede desechar por formar parte del mito. Esto es, bajo el capó de Eleanor se encuentra el V8 de 5.7 litros, original del Mustang S-Code Fastback, con esa ronca salida de 350 CV. La mejora que han pretendido realizar estos alemanes consiste en minimizar el peso pero con ello han caído en romper el diseño que tan bien se había labrado hace más de cuarenta años.

Wheelsandmore mete la pata el Mustang GT 500 Eleanor

Las llantas de aleación de 20” ayudan a cumplir con esta tarea pero embrutecen la imagen de Eleanor sin aportar más que el ahorro de peso, insignificante en comparación con la elegancia de las llantas originales. Como apunte positivo estas llantas se asocian con unos neumáticos Pirelli PZero Nero, aptos para jugar con el enorme tirón del que se dispone con este octeto de cilindros, y el chasis se compone con una nueva suspensión con amortiguadores Koni.

En el interior recibe demasiadas modificaciones. Entre otras le han cambiado la piel costurada de los asientos y del salpicadero, siendo en este donde hay más novedades como nuevos diales de velocidad, afortunadamente todavía en millas por hora, y de velocidad de giro del motor. El acabado metalizado se instaura también en las nuevas placas de pie y en los pedales.

Seguro que habrá algún propietario, afortunado propietario, de un Eleanor que sea capaz de instalarle estos cambios aunque probablemente no nos gusten a la mayoría de los mortales que sí veneramos a Eleanor.