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Chevrolet Volt, lo hemos probado: diseño, precios y equipamiento

Con la llegada de 2012 veremos también la llegada del Chevrolet Volt, la apuesta eléctrica de rango extendido de Chevrolet para Europa y que ya es una realidad en Estados Unidos. Y aquí en Europa compartirá cartel con su primo “alemán”, el Opel Ampera. Su lanzamiento no será hasta mediados del primer trimestre, con un precio de partida de 41.950 euros (sin contar ayudas estatales), un precio que puede parecer elevado para muchos bolsillos.

Como sabéis, el Chevrolet Volt es un eléctrico de rango extendido, por lo que cuenta con un motor eléctrico encargado de mover las ruedas y un motor 1.4 de gasolina que hace las veces de generador eléctrico para alargar su autonomía hasta los 500 km, a la que habría que sumar la autonomía de sus baterías de ión-litio. Pero antes de pasar a datos técnicos, vamos a ver como es por fuera y por dentro.

Chevrolet Volt, un eléctrico que parece un eléctrico

Chevrolet Volt, prueba en Suiza

El diseño del Chevrolet Volt está marcado por su característica más característica (válgame la redundancia) y su silueta muestra la forma típica de la mayoría de los coches híbridos/eléctricos, el perfil Kammback, presente en otros tantos coches de similares características, pero que no es exclusivo de coches actuales o eléctricos, ya que el Citroën CX, por poner un ejemplo de un coche típico, ya contaba con este perfil.

La aerodinámica es una parte fundamental en un coche de este estilo y la carrocería Kammback es una de las carrocerías que más favorecen en este sentido a los coches. Pese a contar con un motor de combustión como ayuda para evitar esa “angustia” de quedarnos sin batería para seguir conduciendo, una buena aerodinámica nunca viene mal si gracias a ella podemos circular en modo eléctricos varios kilómetros más. De este modo, la conducción “gratuita” (nunca lo llega a ser siendo estrictos) se prolonga durante más kilómetros.

El cambio más significativo respecto al Opel Ampera lo vemos en el frontal del Chevrolet Volt, mucho más discreto y acorde a las líneas de diseño de la marca. Es más, si no fuese por la parrilla delantera completamente cerrada, con una vista estricamente frontal podría pasar por un coche convencional antes que por un eléctrico. Pero su aerodinámica le traiciona en este sentido y visto desde otros ángulos sabemos que no es un coche tradicional.

De su silueta, aparte de destacar sus formas (como hemos hecho antes) también hay que destacar sus llantas, de 17 pulgadas con neumáticos Michelin Energy con medidas 215/55 R17. El diseño de estas llantas se ha hecho también teniendo en cuenta la aerodinámica y sobre todo, el peso, ya que el peso es de poco más de 8,1 kilos por llanta. Me gustaría ver un Chevrolet Volt de tres puertas, dadas sus formas de coupé camuflado, pero creo que esto no es ni siquiera una posilibidad.

La parte más llamativa es su trasera, con una amplia zona negra en la parte central del portón trasero, que una vez abierto es de generosas dimensiones. No en vano, el amplio cristal trasero queda por encima de las cabezas de los ocupantes de las plazas traseras. En esa zona, lleva un tinte ligeramente más oscuro que en el resto de los cristales, con el fin de no freir cerebros en días muy soleados.

Como es de esperar, y aunque muchos coches con motor de combustión interna ya lo lleven también camuflado, en la parte baja del paragolpes trasero, con un diseño también aerodinámico, no hay ningún escape visible. Estuve buscándolo por la parte baja pero no llegué a encontrarlo… Por cierto, que manía tienen los diseñadores de ahorrarse un piloto para la marcha atrás y para la luz antiniebla trasera. Al menos, en el Chevrolet Volt la luz de marcha atrás está en posición central, pero la antiniebla no creo que sea esa la mejor posición.

Interior tecnológico pero con ciertas carencias

Cuando te sientas al volante del Chevrolet Volt te das cuenta al segundo que estás en un coche cargado de tecnología. Sus dos pantallas de siete pulgadas dan buena cuenta de ello, por nombrar un ejemplo claro. Otro detalle significativo lo encontramos en la consola central, en la que se hace uso del mismo plastiquete que en el Chevrolet Camaro pero con una función diferente, en el Chevrolet Volt hace las veces de pantalla táctil para todos los botones (o casi todos).

Pero también tiene otros detalles menos agradables. Pero vayamos primero a lo general. El Chevrolet Volt es un cuatro plazas sin opción a una quinta plaza. De hecho, los asientos traseros son individuales y son casi calcados a los delanteros, por lo que viajar en las plazas traseras es casi igual de cómodo que en las delanteras. Son asientos de cuero, con un tacto agradable y que sujetan bien el cuerpo dada su forma, aunque el Chevrolet Volt no esté pensado para ir de tramo, pero se agradece.

Por otro lado, el techo bajo en la parte trasera puede provocar algo de agobio a alguien demasiado alto. Aún así, una persona de 1,80 metros de altura irá sin tocar con la cabeza en la ventana trasera, pero ante un bache es más que probable que acabe tocando el cristal con la cabeza. Habrá que tener cuidado en este sentido si somos algo altos. Sin embargo, el espacio para las piernas es más que aceptable para ir dos personas de estatura media (conductor y pasajero respectivamente).

Chevrolet Volt, prueba en Suiza

Pero como todo en esta vida tiene un pero, el Chevrolet Volt no iba a ser menos. Los materiales presentes en el habitáculo están bien, pero no para un coche de más de 40.000 euros. Sin materiales de calidad normal y tacto agradable aunque algo duro en la mayoría de las zonas, tampoco presentan malos ajustes pero se espera más de un coche de este precio. Sobre todo si tenemos en cuenta el detalle de la “bandeja” del maletero, que no es más que un trozo de tela… ¿Tanto costaba poner una bandeja dura de las de toda la vida? No creo que encareciese el producto final…

Además el maletero se queda abierto entre los dos asientos traseros, no hay opción de cerrarlo y separar ambos compartimentos. Si metemos una maleta grande no habrá problema alguno, simplemente será un problema estético. Pero si llevamos objetos pequeños puede suponer un pequeño riesgo ante un frenazo contundente. Estos objetos podrían invadir el habitáculo y golpear a los ocupantes o distraer al conductor. Es tremendista, lo se, pero podría pasar…

Y como detalle final, aunque tampoco es algo excesivamente grave y de hecho es más una ventaja que una desventaja, la sensibilidad de los botones de la consola central. Son ultrasensibles y a la mínima estás tocando varios botones a la vez sin querer con alguna parte de la mano. Como digo, no es en absoluto grave, pero hay que llevar cuidado si no quieres tocar lo que no debes.

Equipamiento y precios del Chevrolet Volt

Chevrolet Volt, prueba en Suiza

El equipamiento del Chevrolet Volt es prácticamente cerrado y hay pocas opciones disponibles. Tiene lo que tiene y no está nada mal. En este sentido, por lo menos si que se nota en el precio. Aparte de las dos pantallas de 7 pulgadas que he mencionado antes (cuadro de mandos y salpicadero), cuenta con asientos calefactados (para reducir el uso de la climatización), manos libres Bluetooth integrado, equipo de sonido Bose con seis altavoces, climatizador automático y un disco duro integrado de 30 Gb con toma USB en el portaobjetos central.

En el tema de seguridad cuenta con el control de estabilidad StabiliTrak, 8 airbags, ABS, sensores de presión de los neumáticos, anclajes ISOFIX y una cosa realmente curiosa pero útil, un sistema de alerta para peatones. No es más que un segundo claxón pero con un sonido más discreto. Al pulsarlo, en la palanca del intermitente, hace un Beep Beep lo suficientemente sonoro como para escucharlo pero para nada molesto. No es como el claxón normal, aunque lo mantengas apretado no sonará continuamente.

El maletero es de 310 litros con los asientos traseros en su posición o de 1.005 litros con los asientos traseros abatidos. No es una medida para tirar cohetes, pero no tiene formas extrañas que empeoren su capacidad. Eso sí, la boca del portón queda un poco alta respecto al piso del maletero. Un piso que se levanta y nos deja ver el kit antipinchazos (no le cabe una rueda de repuesto por las baterías) y el kit de carga portátil.

Equipamiento opcional

  • Pintura metálica: 525 euros
  • Pintura Tri-Color Premium: 800 euros
  • Alarma: 350 euros
  • Digital Audio Broadcast: 250 euros
  • Navegador: 1.850 euros
  • Cámara trasera y asistente de aparcamiento: 700 euros
  • Llantas pulidas: 595 euros

Precios del Chevrolet Volt

  • Chevrolet Volt: 41.950 euros
    (impuestos incluidos, ayudas estatales no incluidas

No es barato, en absoluto, pero es el precio que hay que pagar por las nuevas tecnologías. Para que nos salga rentable en el día a día habría que hacer muchos kilómetros en ciudad, donde es decididamente más ahorrador que en carretera, pero aún así costaría amortizarlo. Entonces, ¿quien querría comprarse un Chevrolet Volt? Pues alguien que necesita/quiere un coche eléctrico pero no quiere renunciar a hacerse un viaje de Madrid a Barcelona sin tener que recurrir a otro coche.

A fin de cuentas, con un eléctrico normal, deberíamos tener dos coches en casa a menos que optemos por el transporte público para salir de la ciudad. Con el Chevrolet Volt tenemos esos dos coches en uno. A un precio alto, sí, pero probablemente más barato que un coche eléctrico para el día a día y uno de combustión interna para viajar sin preocupaciones.

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