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D-VAN GP: la increíble historia de los "chiflados" japoneses y sus "furgos" Dodge de carreras

La pasión por los automóviles, la velocidad, la competición, y las modificaciones, engloban, por suerte, a gustos muy variopintos. Hay quien para divertirse necesita al menos 500 CV, y por suerte puede permitírselo. Otros se conforman con «juguetes» poco potentes y ligeros, deportivos populares de ayer y hoy. En Japón surgió una tendencia aún más increíble, la de aficionados a la velocidad que trabajan duro durante meses para modificar sus inmensas Dodge Ram Van, y medirse una vez al año, en un único evento sobre la pista. Una carrera de pilotos amateur irreverentes que apodaron como la D-VAN Grand Prix. Un fetiche increíble que ahora conocemos mejor gracias a este documental de Daytona Magazine que, probablemente, conseguirá que envidies a este selecto club japonés y dieras lo que fuera por hacerte con una furgoneta Dodge para comenzar a prepararla.

La historia del club de las Dodge Ram Van preparadas la conocíamos por primera vez allá por 2010, en una tendencia que se apodó como Dajiban.

El vicio – en el mejor sentido de la palabra posible – de estos japoneses comenzó en los circuitos, en tandas y escuelas de pilotaje de motocicletas. Las furgonetas Dodge Ram Van eran las favoritas para gestionar la logística de estos eventos y su personalización formaba parte del propio ambiente de los circuitos. Y en un momento dado, quizás con un «no hay huevos» de por medio, que todo sea dicho, no sabemos cómo se dirá en japonés, alguien pensó que sería una buena idea divertirse un rato probando estas furgonetas en circuito.

Imaginamos que aquellas primeras incursiones se hicieron, probablemente, en la clandestinidad. Una furgoneta no es ni mucho menos el vehículo más apropiado para un circuito, y aún menos para unas tandas. Sin saberlo habían descubierto el germen de un evento anual tan divertido como espectacular. La muestra, el siguiente documental.

Hablamos de furgonetas con motores V8 potenciados, asientos y volantes de competición, neumáticos de circuito, llantas de magnesio, paneles de fibra de carbono, etcétera, etcétera.

A partir de aquella idea, y sus reuniones en el circuito de Ebisu, aquellas Dodge Ram Van fueron poco a poco transformándose. Sus motores V8 aumentaron su potencia, las suspensiones se rebajaron y la amortiguación se reforzó, se remplazaron paneles de acero por piezas en fibra de carbono, se dieron pequeños pasos para mejorar su maltrecha aerodinámica, se instalaron ruidosos escapes, llantas de magnesio, neumáticos Advan de circuito, volantes Momo, asientos Recaro, se vació su habitáculo, etcétera, etcétera.

Y aquellas furgos, que inicialmente habían sido concebidas para repartir paquetes, acabaron transformándose en divertidas máquinas de carreras, no solo por las prestaciones que lograron gracias a sus modificaciones, sino por el reto técnico y de pilotaje que plantea mejorar sus cualidades.

Una vez más, si no tienes envidia, y no estás deseando tener una Dodge Ram preparada en tu garaje, probablemente no corra sangre por tus venas.

Vía: Carscoop
En Diariomotor: “Dajiban”, la nueva tendencia del tuning japonés

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