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Aunque tu coche aparque solo, seguirás siendo el responsable de cualquier problema

Las tecnologías de ayuda a la conducción son cada vez más comunes y extendidas en la industria. ¿Quién nos diría hace 10 años que no nos extrañaría conducir un coche con aparcamiento asistido, avisador de vehículo en punto muerto o frenada automática en caso de emergencia? Estas tecnologías suponen un reto para las agencias reguladoras, ya que han avanzado mucho más rápido que las normativas vigentes. La DGT se moja y regula nuestra relación con el aparcamiento autónomo. ¿Quién es el responsable en caso de problemas?

El nuevo BMW Serie 7 aparca por sí mismo, y podemos aparcar el coche desde su exterior, mediante su avanzada llave.

Imagina la situación. Estamos en el años 2020, y circulas por la calle con tu Nissan Qashqai de tercera generación. El asistente de aparcamiento encuentra un hueco en la calle. Ya que aparca de forma completamente autónoma, vas recogiendo tus cosas y mandando un WhatsApp a tu pareja, avisándole que ya has llegado. Y de repente, oyes un golpe en la parte trasera de tu coche: el asistente no ha frenado a tiempo porque sus sensores estaban sucios y no calcularon correctamente la distancia con el otro coche. ¿De quién es la culpa? Tuya.

No valdrá echarle la culpa al otro vehículo o al fabricante del coche cuya tecnología autónoma ha fallado. La DGT acaba de dejarlo muy claro en su último comunicado, que también regula el aparcamiento autónomo desde el exterior del coche. Actualmente, el BMW Serie 7 ya nos permite realizar la maniobra de aparcamiento bajados del coche, desde una llave inteligente que se parece más a un smartphone que a una llave tradicional. Desde tráfico, nos comunican que no podremos estar a más de 4 metros de distancia del vehículo en esta maniobra.

Imagino que quieren evitar problemas de transmisión inalámbrica de datos e instrucciones, así como vigilar de cerca la ausencia de problemas y posibles fallos de una tecnología que en todo momento exige de supervisión humana. Igualmente, esta maniobra de aparcamiento autónomo debe realizarse a una velocidad máxima de 5 km/h y se exige mantener una distancia máxima de 15 metros entre la sección de inicio y final de la maniobra. De esta manera, Tráfico se adelanta a la introducción masiva al mercado de estos sistemas.

Hoy por hoy, la mayor parte de asistentes de aparcamiento pilotado toman el control de la dirección, pero exigen que nosotros manejemos el avance y retroceso del vehículo mediante los pedales.

Fuente: DGT
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