Para el ex piloto norteamericano, campeón de la IndyCar temporada 1991, la Fórmula 1 se ha transformado en una categoría un tanto absurda porque las reglas están enfocadas en los ingenieros y además los costos y la tecnología aplicada no tiene razón de ser. Según su criterio, se obliga a los equipos a gastar el triple para estar igual o peor que antes, una situación que atenta contra la calidad del espectáculo.
Michael Andretti tuvo un breve y complicado paso por la Fórmula 1. En 1993 llegó a McLaren Ford, precedido por la fama de ser el mejor piloto norteamericano del momento y además hijo del campeón Mario Andretti. Allí le tocó en suerte ser el compañero de Ayrton Senna. Sobre tal experiencia confesó que fue lo más traumático que ha vivido en su carrera profesional y prefiere no extenderse en detalles. Solo recuerda que en McLaren lo trataron de forma injusta y que Senna fue un gran tipo, un gran compañero.
Entrevistado acerca del panorama del automovilismo, Andretti manifestó que la inestabilidad en las reglas de la Fórmula 1 repercute en las demás categorías. Explicó que en otras series todo resulta más sencillo porque se sostienen sobre una base que garantiza la competitividad, en tanto la Fórmula 1 ha caído en los errores de conceder, a través de los reglamentos, poder y espacios a las marcas más poderosas, el resultado es observar a los mismos pilotos y equipos ganar las carreras. Añadió que tanto apego por la tecnología otorga el mayor protagonismo a los proveedores de motores, neumáticos y otros dispositivos, dejando a los pilotos en segundo plano.
La actual Fórmula 1 es un desastre. Han cometido un gran error enfocándose en los ingenieros. Creo que la categoría sigue siendo la más importante del mundo, pero debe cambiar, volver atrás. Todo es extremadamente costoso, los motores y sus sistemas asociados perjudican a los equipos clientes. Resulta estúpido gastar tanto dinero y en realidad no se entiende para qué. Creo que es sencillo regresar a la época donde los coches eran rápidos y un tanto difíciles de controlar. Tan fácil como eso.
Vía | speedweek
