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Control Stop. La historia se vuelve a repetir en el Mundial de Rallyes

La temporada 2019 se está desarrollando de una forma completamente distinta a la de 2018. Ott Tänak y Toyota GAZOO Racing han llegado al último tercio del año líderes del campeonato, una parte decisiva en la que fueron protagonistas el año pasado, reeditando el triunfo en Finlandia y encabezando la clasificación general de pilotos que se empieza a acercar peligrosamente al ‘rally’ de ventaja respecto a  Sébastien Ogier y Thierry Neuville, teniendo en cuenta que Tänak fue capaz de vencer en las dos últimas ediciones de la prueba germana, cita que abrirá la secuencia de cinco rallyes que pondrán punto y final a esta tercera campaña con la actual generación de World Rally Cars.

Diez victorias después, el piloto estonio hace tiempo que ya es una realidad, inimaginable cuando no fue capaz de retener su asiento en M-Sport tras la primera temporada e incluso valoró abandonar la competición al máximo nivel para centrarse en el negocio familiar. Tras sobrevivir al hecho de ser compañero de equipo de Sébastien Ogier, algo de lo que no todos pueden presumir, y además salir reafirmado como uno de los pilotos más apetecibles dentro del mercado de fichajes.

En Finlandia lo hizo todo bien. Fue capaz de superar la etapa de apertura y mantenerse en la lucha por la victoria a pesar del orden de salida (especialmente en el segundo bucle) y en la jornada del sábado volvió a imprimir la velocidad que sus perseguidores no pudieron igualar. La duda surge ahora en saber cómo plantearán Tänak y Toyota el resto de pruebas del calendario (Alemania, Turquía, España, Gales y Australia). ¿Aprenderán de la experiencia propia y de los problemas que tuvo Thierry Neuville en 2017 para desbancar a Ogier?

Por el momento ya ha aprovechado su primera oportunidad para endosar un buen número de puntos a sus rivales, algo que precisamente era uno de los puntos flacos de Neuville cuando se han sucedido los momentos clave de las anteriores temporadas. Ni el belga, falto de ritmo a pesar de tener la mejor posición de salida de los tres candidatos al título, ni el propio Ogier, afectado el sábado por un proceso febril, estuvieron en condiciones de plantarle cara a Tänak y mucho menos pelear por el podio con los pilotos locales.

En Toyota, Kris Meeke no pudo estar a la altura de las circunstancias. Muy contento con el rendimiento del coche en los instantes iniciales de la prueba, el norirlandés se mantuvo en la interesante pelea con Esapekka Lappi y Jari-Matti Latvala hasta que terminó por dañar la suspensión, abandonando el sábado por la mañana y desatando el enfado de Tommi Mäkinen, el cual era testigo también en la misma especial de Kakaristo del pinchazo de Jari-Matti Latvala. Volvería a decir adiós el domingo, también por dañar una de sus ruedas, por lo que deja una vez más en entredicho su papel dentro del equipo.

El finlandés conseguía salvar la papeleta y llegar al final del tramo con una mínima pérdida de tiempo que todavía le permitía poder luchar con Lappi por el segundo puesto, sin embargo, la regañina del tetracampeón a su compatriota parece que caló en Latvala, el cual ya no se volvió a sentir cómodo en el resto de la etapa, entregando quizás demasiado pronto ‘la cuchara’ a pesar de que Esapekka suele ser susceptible de cometer errores los domingos, una tendencia que ya le dejó sin podio en 2018.

Sin embargo, “EP” se encontró cómodo durante toda la prueba, especialmente si lo ponemos en comparación con el ritmo impuesto por Ott Tänak, siendo el finlandés capaz de mantenerse muy cerca hasta el tirón final por parte del piloto de Toyota. Su bucle vespertino del sábado volvió a darle la razón a Mäkinen y a Budar cuando hablan de la ‘fortaleza’ de Lappi durante esta etapa. Algo encontró en el Citroën C3 WRC para que ese segundo bucle le permitiera romper el dominio mostrado por los Yaris durante la mañana.

La situación de M-Sport fue de mal en peor. Posiblemente uno de los Rallyes de Finlandia más complicados de la vida de Malcolm Wilson tanto en su faceta de piloto como en la posterior de preparador/director de equipo. Precisamente en el momento elegido para rendir tributo a su 40 años ligado a este deporte, el británico presenció una actuación muy desapercibida por parte de Teemu Suninen, octavo y último WRC clasificado entre los oficiales, a lo que se sumó el abandono de Gus Greensmith por salida de pista y a la no presencia ni de Elfyn Evans, ni de Hayden Paddon. A todo ello habría que sumar el discreto rally de Camilli con el Ford Fiesta R5.

En WRC2 Pro, Kalle Rovanperä ya está listo para hacer su propio camino hacia la categoría absoluta, tal y como sucede en el Mundial de Motociclismo, donde aunque cada vez hay más casos poco usuales, los Campeones de Moto2 ascienden a MotoGP en la siguiente temporada. De un hijo de expiloto, a otro. Y es que el fin de semana de Pierre-Louis Loubet fue digno de mención hasta que un error al final del sábado le dejó sin liderato en Finlandia y sin la que podía haber sido su tercera victoria consecutiva que le hubiera disparado al frente de la general. Con el tempranero abandono de Eerik Pietarinen fue el más cercano a los tiempos de Kalle en muchas fases de la prueba.

En JWRC habrá que esperar al valor doble del Rally de Gales para poder tener el ganador final en la apasionante batalla que están manteniendo especialmente Jan Solans y Tom Kristensson. El de Matadepera contrarrestó en parte la victoria del escandinavo con scratchs y de nuevo una remontada que estuvo condicionada por los problemas técnicos que tuvo al inicio de la prueba. El abandono de Radstrom fue clave a la hora de sumar un ‘cero’ para uno de los candidatos al título, aunque el RAC suele ser una fuente inagotable de trampas y no se puede descartar ninguno de los tres contendientes, todos ellos demostrando hasta ahora que están un paso por delante del resto.

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