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Fernando Alonso tiene una nueva muesca, probar un Ford Mustang Supercar [Vídeo]

Nunca ha dejado pasar la oportunidad de probar un Nuevo coche de competición, y eso lo hace ir incluso más allá de los que ha utilizado para las carreras de Resistencia, Fórmula 1, IndyCar Series o en el Rally Dakar en los que ha participado. Como buen ‘volantista’ Fernando Alonso siempre se ha dejado llevar por el embrujo que supone llevar una bestia de cuatro ruedas para ser el más rápido, pero también por el simple hecho de disfrutar y de encontrar nuevos retos.

Es por ello que en el pasado lo hemos visto disfrutar al volante de uno de los Toyota del TC2000, dejarse llevar en el Thanks Day de Honda con una RC213V de MotoGP o intercambiarse los coches con Jimmie Johnson para así poder ponerse detrás de la experiencia que supone probar un vehículo de la categoría reina de la NASCAR. Es por ello que no fue de extrañar que cuando se puso sobre la mesa el probar el Ford Mustang del equipo Tickford Castrol de los Supercars australianos en Albert Park, el asturiano no se negó en ningún momento a darle el relevo a Thomas Randle, el cual aclaró que había sido todo un regalo de cumpleaños el haber podido sentarse junto a su ídolo de infancia.

Está entre un GT3 y un NASCAR. Es más pesado y suave en las curvas, pero luego sientes la potencia. El V8… el sonido es asombroso. Es muy divertido porque los vehículos se sienten muy similares entre sí. Les separan un segundo y con 25 coches, es increíble – Fernando Alonso

Y que no os extrañe que su decisión fue la de exprimirlo hasta irse largo en la frenada de la recta de meta. Alonso se daba el gustazo de experimentar uno de los turismos de competición más potentes, sonoros y puros que actualmente siguen competición, algo que según él podía situarse en una sensación que estaría a medio camino entre un GT3 (recientemente probó también un Ferrari 488 GT3 Evo) y precisamente un coche de la NASCAR. Incluso no quedó mal cuando reconoció que no estaba cerrado a la oportunidad de competir en el futuro al volante de un Supercars, destacando la grande del automovilismo australiano, Bathurst y esa agotadora danza que se produce en torno a Mount Panorama.

No se trató del único piloto que tuvo el placer de conducir un Supercar durante este fin de semana en el trazado semiurbano de Melbourne. Checo Pérez también pudo disfrutar de las sensaciones de llevar entre muros el Holden con los colores de Red Bull. Anteriormente, Carlos Sainz también pudo probar el V8 Supercar que Zak Brown tiene en propiedad (que en su momento Alonso no pudo por no tener combustible en dicha sesión de pruebas), mientras que Lando Norris y Max Verstappen lo han experimentado en la parte virtual, siendo el británico un buen amigo de Shane Van Gisbergen, mientras que el neerlandés se subió en 2020 al lado de Jamie Whincup.

Quizás el que más horas de vuelo tiene es el local, Daniel Ricciardo, el cual en el pasado ya aprovechó su presencia en Renault para probar el Nissan de Castrol dentro de la competición oceánica, mientras que su paso por Red Bull Racing (por ejemplo Alonso ha podido probar un Ford por la presencia de la firma de lubricantes como patrocinador en ambas monturas) también le dio la oportunidad de ser uno de los pocos que han podido pilotar a “Sandman”, la mula de pruebas que se empleó para testar el nuevo motor V6 biturbo que nunca llegó a debutar como recambio del V8 atmosférico.

Max me preguntó si freno con el pie izquierdo, y le dije que no sabía hacerlo, pero que usaba el punta tacón. Entonces se sorprendió como un niño pequeño y me comentó que nunca lo había probado. Se nota que somos de tradiciones distintas. Él es más un piloto ‘de PlayStation’, pero claramente es un talento. Me gustaría ver a tipos de F1 probar los Supercars. Lo más complicado sería en las frenadas, aunque Fabian Coulthard frena con el pie izquierdo y no le va mal. También sería difícil para ellos el paso por curva. Nosotros tan sólo tenemos 200 kilos de carga aerodinámica a 200 kilómetros/hora, mientras que ellos ya tienen esos 200 kilos tan sólo circulando por el pit-lane. Las diferencias son enormes – Jamie Whincup tras llevar a Max Verstappen de copiloto

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