Tal como Ferrari hizo durante años con Sauber, se aplicará la misma estrategia de conceder ciertos privilegios a Cadillac F1 por firmar como clientes de la escudería italiana. En tal sentido, Frédéric Vasseur, el director de Ferrari, informó que está previsto alquilar un monoplaza SF-23 para ayudar al equipo estadounidense en su preparación previa a su debut en la Fórmula 1. Se espera entonces que tanto Valtteri Bottas como Sergio Pérez participen en pruebas privadas en el circuito de Fiorano el venidero mes de noviembre y también que el monoplaza esté disponible para rodar en enero en Barcelona, en caso de que el coche de Cadillac F1 no esté listo para las primeras sesiones de pruebas en Barcelona, para que de esta forma los pilotos y el personal de box continúen con sus entrenamientos.
Explicó Vasseur que es preferible aprovechar las sesiones de prueba a ausentarse por cualquier motivo o porque no se pudo activar todos los sistemas de su nuevo monoplaza, eso le ocurrió mientras estaba en Sauber con la introducción de un software en Austin. La acción en pista y los ensayos, aunque sean con monoplazas de años anteriores, siempre van a proporcionar información y sensaciones más valiosas que un simulador, además la experiencia en los procedimientos en boxes también resultan importantes para preparar un gran premio. Por tal razón facilitará el material para que Cadillac F1 esté en la parrilla de 2026 con la mejor preparación posible, aunque Graeme Lowdon, director del equipo estadounidense, reveló recientemente que el primer chasis diseñado por su departamento técnico ya está listo para ser sometido a las pruebas de choque obligatorias que impone la FIA.
El área técnica liderada por Nick Chester que además cuenta con el diseñador John McQuilliam, trabaja bajo la supervisión del no menos experimentado Pat Symonds, así que Cadillac posee personal con experiencia en concebir un monoplaza de Fórmula 1, por ello Lowdon confía en que no habrá problemas con su primera propuesta en lo que se refiere al chasis y a la unidad de potencia, la planificación sigue tal cual se había estipulado, aunque mantiene la cautela porque la escudería va a debutar y la mayoría de los empleados son jóvenes. Espera que aprueben las pruebas más exigentes de homologación de la FIA, sobre todo la de impacto, para seguir adelante.
En palabras de Frédéric Vasseur:
Para poner en marcha todos los sistemas la primera vez, la tarea es muy compleja. Cuando yo estaba en Sauber, hemos introducido un nuevo software para Austin y nos perdimos la primera sesión de entrenamientos debido a una disfunción entre el garaje y el coche. Es el punto en el que es complicado. Si Cadillac llega a la prueba de Barcelona en el mes de enero, sin poder arrancar el motor o rodar su coche de F1 en la pista, eso sería injusto.
Vía Nextgen Auto