El Consejo Mundial de Deportes de Motor comunicó hoy que se ha modificado la asignación de puntos para solicitar una superlicencia y la mayor novedad se presenta en la IndyCar, categoría en la cual hasta ahora se repartían puntos del primero hasta el décimo piloto al final de cada temporada, con el campeón obteniendo los 40 puntos obligatorios para el trámite, en tanto para el resto se distribuían 30-20-10-8-6-4-3-2 y 1, pero, a partir de 2026 el escalafón se estableció en 40-30-25-20-15-10-8-6-3 y 1. De esta forma, la IndyCar adquiere una mayor jerarquía, ubicándose únicamente por detrás de la Fórmula 2 que seguirá premiando a los tres mejores de cada temporada con la cantidad de puntos que se requieren para competir en la Fórmula 1. Con ello, la FIA sigue mostrando interés en desarrollar el mercado estadounidense.
Si bien la IndyCar aún luce lejos de parecer una serie de formación, resulta ser una de las categorías más complejas porque pilotos novatos y veteranos disponen del mismo material para competir en todo tipo de circuitos para monoplazas, incluyendo óvalos. Lo más curioso de este caso es que la providencia de la FIA llega muy tarde para Colton Herta, quien se embarcó en la aventura de irse a la Fórmula 2 cuando ha podido permanecer en la IndyCar y de igual manera lograr el objetivo de la superlicencia, pero no tendría la ocasión de rodar en los mismos escenarios donde se disputa la Fórmula 1. También esta nueva asignación de puntos seguramente atraerá a pilotos jóvenes que carecen de presupuesto para llegar a la Fórmula 2 o no contemplen irse a la Super Fórmula japonesa.
También esta mejora en la escala de puntos para aspirar a una superlicencia cobra un mayor sentido cuando el segundo y el tercer puesto en el campeonato otorga 30 y 25 puntos respectivamente, así que tras una breve pasantía por la IndyCar, un piloto pudiera dar el salto desde la categoría estadounidense a la Fórmula 1, lo que sin duda beneficia a los programas de jóvenes porque tendrían disponible una alternativa para avanzar sin estancarse en las series de formación radicadas en Europa.También para la IndyCar son muy buenas noticias porque obviamente detrás de cada piloto que persigue una superlicencia existen inversionistas y patrocinadores en la búsqueda de un asiento que les permita alcanzar la meta en el menor tiempo.
Así que la categoría estadounidense está a las puertas de otra gran transformación, no solamente con la introducción de los actuales motores híbridos, y un nuevo chasis que se espera muy pronto, sino también de un interés renovado en lo que ocurra durante la temporada ya que este cambio en la puntuación busca promover también a una nueva generación de pilotos estadounidenses para que lleguen a la Fórmula 1, sobre todo a los predios de la escudería Cadillac, toda vez que Haas F1 se está inclinando hacia horizontes japoneses.
Vía FIA





