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La Fórmula 1 deja mal sabor de boca antes de afrontar la larga pretemporada. Crónica del GP de Abu Dhabi 2017

¿Quién decía que con los títulos ya asignados las carreras solían ser un poco locas? Nos equivocamos en aquel caso. Yas Marina ofreció la peor versión del Mundial de Fórmula 1 2017. No sólo vimos la habitual clara diferencia entre los tres equipos de arriba (Mercedes, Ferrari y Red Bull) y el resto, sino que además no se pudo ni toser a los Mercedes. Y estos tampoco hicieron mucho por ofrecer a los aficionados un bonito duelo entre compañeros de equipo, llevándose Valtteri Bottas una victoria fácil desde la pole.

Podemos engañarnos y señalar que Lewis Hamilton intentó dar alguna vuelta más en pista antes de entrar a cambiar neumáticos por si sonaba la flauta, pero la realidad es la que es. Valtteri Bottas siempre tuvo todas las de ganar y el británico tampoco hizo gran cosa por evitarlo si ello significaba tener que luchar en pista. Algún acercamiento cuando aparecían doblados y poco más. El doblete de Mercedes pareció asegurado desde la primera curva hasta la bandera a cuadros.

A Sebastian Vettel sólo se le vio en la salida y en el podio. Y si alguien confiaba en los Red Bull y Kimi Räikkönen de cara a ofrecer algo de batalla, erró totalmente el tiro. El enésimo problema de fiabilidad de los de Milton Keynes dejó KO a Daniel Ricciardo: 13 abandonos entre el australiano y un Max Verstappen algo desdibujado este fin de semana, lo cual le dejó finalmente quinto al seguir durante buena parte de la carrera la estela de Räikkönen.

La victoria entre los equipos terrenales no estuvo exenta de polémica. Nico Hülkenberg logró para Renault el sexto puesto en el Mundial de Constructores tras superar cortando pista en la primera vuelta a Sergio Pérez. Y ojo, que fue sancionado. Pero los cinco segundos fueron insuficientes para que su posición en pista cambiara al realizar la parada en boxes: hemos llegado a un punto en el que los equipos prefieren ser sancionados y recuperar esos cinco segundos rodando en pista libre a devolver posición «por si acaso».

Y ello decidió no sólo el orden de la zona de puntos sino posiblemente también el reparto económico de cara a la próxima temporada, pues Hülkenberg fue el único Renault en meta tras el abandono de Carlos Sainz. El madrileño apuntaba a los puestos de puntos cuando su equipo falló en boxes y la rueda delantera izquierda no quedó bien anclada. Pocos metros más tarde debió aparcar su monoplaza, permitiendo que los Force India de Sergio Pérez y Esteban Ocon acabaran tras su compañero de equipo y por delante de Fernando Alonso y Felipe Massa. El asturiano y el brasileño reeditaron el duelo ya protagonizado en Interlagos, logrando esta vez Alonso adelantar al Williams tras las paradas en boxes.

El resto nos brindó un espectáculo tan divertido en el momento como lamentable visto en frío. Empezó con Kevin Magnussen saliéndose en la primera curva al quedarse sin espacio llegando a ella y realizando un trompo al reincorporarse en la segunda. Luego Lance Stroll se defendió como pudo de Romain Grosjean, para una vez superado realizar mil pasos por boxes (bueno, fueron dos) al sentirse totalmente fuera de lugar. Los Toro Rosso afrontan una adaptación a la categoría complicada, con Brendon Hartley lejos del ritmo de Pierre Gasly y el francés bastante fallón. Y en Sauber Marcus Ericsson estuvo a un mundo de Pascal Wehrlein, que hizo lo que pudo para batallar con los Haas.

Algunos de ellos merecen más tiempo, aunque sólo sea por ofrecerles una pretemporada de verdad (Gasly y Hartley), otros estarán en Fórmula 1 tanto como quieran y podrán justificar toda su vida su presencia gracias a que hicieron un podio (Stroll), pero ello no impide que la sensación que nos deje tras una carrera tan prescindible como ésta sea la de que nos da igual el baile de asientos que se pueda producir este invierno entre esos equipos. Bueno, no tanto. Haas pide un cambio a gritos tras este triste final de temporada… Pero que la noticia del fin de semana sea un cambio de logo nunca es buena noticia.

Foto | Daimler

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