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Los grandes nombres de la IndyCar quieren restringir el acceso a las 500 Millas de Indianápolis

No me cansaré de repetirlo. Una de las tradiciones más bonitas de las 500 Millas de Indianápolis y que por desgracia no pudieron disfrutar aquellos que se aproximaron por primera vez a este evento con el desembarco de Fernando Alonso y McLaren en 2017 es el ‘Bump Day’. Ese día en el que, se hayan inscrito los que se hayan inscrito, sólo pueden quedar 33 privilegiados en parrilla y los demás se van a casa. Sólo cuenta el cronómetro. Mas tal tradición levanta cada vez más ampollas entre los popes de la parrilla de las IndyCar Series.

Tanto Roger Penske, como Chip Ganassi y Michael Andretti han solicitado en declaraciones al IndyStar durante las últimas semanas que aquellos coches inscritos a tiempo completo tengan su sitio asegurado en las 500 Millas. Aluden principalmente a lo difícil que es retener patrocinadores cuando existe la incertidumbre de perderse la gran cita del campeonato. Y es que todos le han visto las orejas al lobo tras lo ocurrido con James Hinchcliffe la temporada pasada.

La paradoja se da porque Penske, Ganassi y Andretti estuvieron en el barco de la CART durante el cisma de 1996 y sufrieron en sus carnes la llamada regla «25/8», con la que la IRL protegió a los 25 mejores coches de su certamen para evitar que los equipos de la CART se inscribieran sólo en las 500 Millas y les humillaran (el nivel de pilotos y coches era paupérrimo). Es más, Roger Penske se comportó como un señor cuando en 1995 sus coches se quedaron fuera de la carrera, negándose a comprar un asiento para sus pilotos… Ante este cambio de parecer sólo se puede decir que los tiempos cambian y debemos aprovechar ocasiones como la de este año, cuando habrá una lucha abierta y real por meterse en la parrilla.

Via | IndyStar
Foto | IndyCar Series

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