La fortuna, durante tantas ocasiones esquiva a Patricio O’Ward y Arrow McLaren SP, al fin les sonrió este domingo en Texas Motor Speedway. La segunda carrera del fin de semana de las IndyCar Series en el óvalo texano supuso la ansiada primera victoria del piloto mexicano y McLaren en su regreso a los monoplazas norteamericanos tras mostrarse como uno de los pocos pilotos capaces de adelantar en pista y clavar las paradas bajo bandera amarilla.
El atípico fin de semana con dos carreras y una única sesión de clasificación que debió ser suspendida por lluvia hizo que de nuevo la parrilla de salida quedara definida por la clasificación general del campeonato, dando así la pole a Scott Dixon escoltado por Alex Palou. Pero la atención en la salida se dirigió inmediatamente al fondo de la parrilla: un efecto acordeón provocó que Pietro Fittipaldi se llevara por delante a Sébastien Bourdais, iniciando un accidente múltiple por el cual también quedaron eliminados Conor Daly, que volcó, Alexander Rossi, Ed Jones y Dalton Kellett, además de dejar con vueltas perdidas a Tony Kanaan y James Hinchcliffe.
Cuando una veintena de vueltas más tarde se pudo reemprender la marcha, la carrera pareció destinada a convertirse en una repetición del sábado, con los Ganassi de Dixon y Palou siendo capaces de despegarse del resto y rodar en formación. Pero las estrategias y las banderas amarillas depararían un resultado muy diferente en esta ocasión. Con casi siete segundos sobre Newgarden, la ventaja de la pareja se esfumó por una bandera amarilla provocada por un problema de frenos en el monoplaza de Jack Harvey, hasta ese momento aspirante al podio.
En la consiguiente parada en boxes a Alex Palou le tocó la de cal, cayendo al sexto puesto. Y además dejó en posición vulnerable a Scott Dixon, a quien Graham Rahal quitó las pegatinas en la resalida… hasta que desde el muro del boxes recordaron al norteramericano que debía velar por el consumo de combustible. Sin embargo ya la percepción de la carrera había cambiado y la suerte de Ganassi terminó de esfumarse cuando Felix Rosenqvist perdió una rueda justo después de que sus coches hubieran realizado su última parada bajo bandera verde.
La situación no sólo dejó a Takuma Sato y Josef Newgarden por delante teniendo en controlar consumo de gomas y combustible (Sato de hecho pararía poco después al carecer totalmente de ritmo), sino que además dejó por delante de Dixon a O’Ward y Rahal, dos de los pocos que habían demostrado ritmo y capacidad de adelantamiento. Y O’Ward no dejó escapar la oportunidad: tras varias vueltas pegado a la estela de Newgarden decidió adelantar y marcar el ritmo justo para llegar a la bandera a cuadros sin problemas, alcanzando así su primer triunfo en IndyCar y el primero de McLaren en esta nueva aventura. Newgarden aguantó segundo, seguido de Rahal y Dixon, que aunque dejó escapar el triunfo amplió su ventaja al frente de la general.
El neozelandés tiene ahora una renta de 22 puntos sobre O’Ward y 26 sobre Palou, que finalizó séptimo lastrado por las posiciones perdidas en boxes y las dificultades que viene sufriendo en resalidas durante este inicio de temporada. La IndyCar se toma ahora un breve respiro antes de iniciar en diez días el tradicional mes de mayo en Indianápolis.
Foto | IndyCar Series
