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Pirelli se defiende de las críticas a sus neumáticos para lluvia

Que Michael Masi, actual director de carrera, prefiera detener prácticas, calificación y hasta un gran premio a causa de la lluvia, en lugar de que se utilicen los neumáticos para condiciones extremas, ha arrojado muchas críticas hacia los compuestos de Pirelli. Lo ocurrido recientemente en Bélgica es prueba de ello, ahora en Rusia reaparecieron las preocupaciones y las dudas cuando la lluvia se presentó en Sochi. Ante esta situación, Mario Isola, jefe de Pirelli en la Fórmula 1, manifestó que los actuales neumáticos fueron fabricados a petición de la FIA, son más anchos y desvían más agua, así que por lógica generan más spray, lo que constituye un problema para la visibilidad de los pilotos.

Para Jean Todt, presidente de la FIA, la solución a este problema pasa por el diseño de los monoplazas, los actuales son muy grandes y por lo tanto difíciles de maniobrar sobre asfalto mojado. El spray causado por los neumáticos ahora otro factor que genera peligro y en este caso no se puede responsabilizar a Pirelli porque hasta el año 2007 sí se podía competir bajo lluvia extrema, tal como ocurrió en Japón, lo que ahora resulta casi imposible sin temer por la integridad de los pilotos. En 2017 se decidió introducir neumáticos más anchos y no se analizó que a la larga tendrían este problema.

A Isola le molestó que se culpara a Pirelli por lo ocurrido en Spa, cuando el actual neumático para lluvia es más avanzado que su antecesor. No está fácil para el proveedor italiano deshacerse de las críticas negativas hacia sus productos toda vez que cada propuesta de la FIA en lugar de resolver problemas los empeora. Para Isola es imposible concebir una nueva gama de compuestos a estas alturas porque de igual manera puede exigir que los circuitos sean rediseñados para evitar el agua estancada. Según su perspectiva, el público debe entender que escenificar deporte al aire libre tiene sus riesgos, la mayoría de los eventos suelen ser aplazados ante un clima muy adverso, pero en el caso de la Fórmula 1 parece que es más fácil culpar a Pirelli por no fabricar un neumático para lluvia que no desvíe tanta agua.

En palabras de Mario Isola:

Nadie quiere ver otro Spa donde la gente espera horas y nada sucede. El viejo neumático de lluvia podía desplazar 60 litros por segundo a 300 km/h, y este año logramos llegar a los 85 litros. Ahora se pretende reducir el rocío, realmente no sé qué hacer. Honestamente, no tengo una solución para eso. No se está resolviendo el problema, probablemente se está intensificando.

Vía | Motorsport Total

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