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Stéphane Ratel aconseja que alejen a los fabricantes de los GT3

Interesante las declaraciones del responsable de SRO Motorsports Group, creador del exitoso concepto GT3, piedra angular de muchas categorías del deporte motor. Según el criterio de Stéphane Ratel, el ACO y la IMSA no deben estipular una clase GT3 totalmente profesional porque eso sería distorsionar su esencia. Y es que la solución para reemplazar a los GT Le Mans y LMGTE Pro no puede pasar por trasladar a los fabricantes hasta los GT3 porque es obvio que se repetirá la fórmula que está propiciando la desaparición de los GT oficiales.

Para Ratel es vital que los GT3 permanezcan donde están, es decir en los clientes. Ciertamente la IMSA anunció la creación de la clase GTD Pro, en gran parte para evitar que Corvette Racing se vaya, propuesta que también analiza el ACO para aplicar tanto en el WEC como en la ELMS, el detalle está en que existe una gran variedad de coches que allí participan que para 2023 estarán obsoletos. También se debe analizar el hecho de que la introducción de los LMH y los LMDh hará que los fabricantes se inclinen hacia esta nueva generación de prototipos, así que no tendría sentido creer que por ejemplo Porsche, Ferrari, Audi y Aston Martin se interesen en invertir en la clase GT3 cuando es evidente que están concentrados en otras prioridades.

Involucrar directamente a los fabricantes en los GT3 también traería consigo la escalada de costos, básicamente la razón por la cual se aproximan a la extinción las clases GTLM y LMGTE. Para preservar la buena salud de los GT3 es necesario que todo permanezca como está, sustentado en coches de serie vendidos a equipos clientes que a su vez cuentan con pilotos amateurs y profesionales. Modificar esa ecuación es correr un gran riesgo.

En palabras de Stephane Ratel:

La GT3 debe seguir siendo una clase para clientes, hemos tenido mucho éxito así, incluso cuando han colapsado algunas categorías. Estarán condenados al fracaso si los fabricantes se involucran directamente porque los costos suben, se vuelve muy caro y desaparece. Si el GT3 se convierte en una categoría puramente profesional sería muy peligroso.

Vía | Motorsport Total

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