Fernando Alonso tiene dos coches de empresa: el del fin de semana y con el que se mueve en el día a día. Mientras intentan arreglar el primero, el segundo lo han mejorado. El Aston Martin DBX707 ya era una bestia, pero ahora la firma británica ha ido un paso más allá con el DBX S, una versión aún más potente, más ligera y con mejor puesta a punto. Un SUV que combina lujo con unas prestaciones de locura.
Claves del Aston Martin DBX S
- Más potente: tiene una versión evolucionada del V8 4.0 Twin-Turbo con 727 CV y 900 Nm
- Más ligero: puede aligerarse hasta 47 kg gracias a una dieta de fibra de carbono y magnesio
- Prestaciones aún más salvajes: mejora sus cifras con un 0-100 km/h en 3,3 s y un 0-200 km/h aún más rápido

Aston Martin DBX






Una vuelta de tuerca al SUV más radical de Aston Martin
El nuevo Aston Martin DBX S es la versión más potente hasta la fecha del DBX, la alternativa británica al Ferrari Purosangue o al Lamborghini Urus Performante. La carta de presentación arranca con un motor V8 de 4.0 litros potenciado hasta los 727 CV, veinte caballos más que el DBX707. Emplea el mismo bloque motor, pero el DBX S lleva el sistema Twin-Turbo del Valhalla. También lleva un escape diferente que suena todavía más.
El par alcanza unos impresionantes 900 Nm y, gracias a estas cifras, es 3 décimas más rápido en el 0-200 km/h (tarda 11,1 segundos). El 0-100 km/h lo hace en 3,3 segundos y la velocidad máxima permanece igual que en el DBX707, con una punta de 310 km/h.
En Gaydon no sólo han tocado el motor, sino que han modificado aquí y allá para hacer un coche más preciso y ágil. La dirección es un 4% más rápida y la suspensión mantiene todavía más a raya los movimientos de la carrocería, limitando la inclinación a sólo 1,5º.
Para ofrecer un plus de sensaciones deportivas, el DBX S puede enviar todo el par al eje posterior, convirtiéndolo en un SUV de tracción trasera en determinadas circunstancias. Además, en los modos Sport y Sport+ los cambios de marcha son más agresivos.
Una dieta que permite ahorrarse hasta 47 kg
Pero quizá lo más significativo está en el ahorro de peso de esta versión. Puede ser hasta 47 kg más ligero que el DBX707 gracias a una buena lista de elementos más ligeros. El techo de fibra de carbono ahorra 18 kg y además lo hace en el punto más alto del coche, lo que permite reducir el centro de gravedad.
También se pueden equipar opcionalmente unas llantas de magnesio, algo inédito en un SUV. El magnesio es un metal ligerísimo, pesa la mitad que el titanio y un tercio menos que el aluminio. Si se eligen las llantas de magnesio (de 23 pulgadas, por cierto) se ahorran 19 kg respecto a las llantas de aluminio. Además, son 19 kg de masa no suspendida, lo cual repercute muy favorablemente en la dinámica de conducción y el tacto de la dirección.
El nuevo difusor trasero y el alerón pueden ahorrar otros 7 kg, además de otras pequeñas ganancias en los numerosos elementos que se pueden elegir en fibra de carbono. Aun así, eligiendo todas las opciones que aligeran el coche, el DBX S pesa 2.198 kilos. No es un peso pluma y eso necesita buenos frenos. Así que detrás de sus llantas se esconden unos enormes discos carbocerámicos de 420 mm delante y de 390 mm en las ruedas traseras.
Un diseño todavía más agresivo
Nadie en su sano juicio diría que el DBX estándar es un coche discreto. El 707 era todavía más bestia y el DBX S va otro paso más allá. Visto de frente, la enorme (gigantesca) parrilla otorga una presencia impresionante, acompañada por un nuevo paragolpes y detalles en rojo. Opcionalmente se puede equipar una parrilla ligera de policarbonato al estilo del DBS 770 Ultimate.
Sin embargo, los cambios más evidentes están en la parte trasera. Los cuatro tubos de escape ahora van colocados en vertical dos a dos y, recordemos, suenan más. Se ha modificado el parachoques trasero, el difusor y los estribos laterales, que tienen una función aerodinámica además de la estética. La letra «S», colocadas justo debajo de las aletas delanteras y fabricadas en metal y vidrio esmaltado, son la otra seña de identidad de este modelo.
En el interior, el DBX S está completamente tapizado en Alcantara mires por donde mires, salvo en las zonas de mayor desgaste, como los refuerzos de los asientos, que son de cuero semianilina. Lleva la «S» bordada en los asientos, junto a las alas de Aston Martin grabadas en los reposacabezas. Y por supuesto no faltan detalles del máximo lujo, como el sistema de sonido Bowers & Wilkins de 23 altavoces y 1.600 W.





