Ayer mismo se filtraban a internet las primeras imágenes del nuevo Audi TT. El deportivo biplaza de Ingolstadt se nos muestra ahora de forma completamente oficial, con un ligero lavado de cara a mitad de su actual ciclo de vida. Si esperábais grandes cambios, siento decepcionaros: aunque pierde las motorizaciones diésel, su interior es casi idéntico y sólo cambian algunos detalles estéticos y de equipamiento. Quizá sea mejor así: es un coche muy equilibrado y su diseño apenas ha acusado el paso de los años. Acompáñanos para saber cómo encara el Audi TT los próximos años.
Maquillaje estético y un kit S-line más agresivo
Los principales cambios del Audi TT son estéticos. El más llamativo es el implementado en los nuevos kit S-line, inspirados en las versiones TT RS que ya conocemos desde hace tiempo. A ambos lados de la calandra encontramos nuevas tomas de aire de color plateado, de aspecto vertical y agresivo, así como un paragolpes ligeramente rediseñado. En los laterales del coche encontramos unas nuevas taloneras y en la zaga, los escapes dobles se integran en un nuevo difusor. El kit S-line se asocia a llantas de hasta 20 pulgadas en opción. De serie, todos los Audi TT se venden con llantas de al menos 17″.
Tres nuevos colores completan los cambios estéticos: cosmos blue, pulse orange y turbo blue -este último exclusivo de los S-line. Los Audi TT convencionales prescinden de los aditamentos plateados del kit S-line, optando por una estética más sencilla. Dentro del coche no existen cambios reseñables: ¿para qué cambiar algo que ya funcionaba perfectamente? La nota de prensa habla de la instrumentación Digital Cockpit completamente digital -ya estaba disponible antes del lavado de cara, pero estrena un nuevo modo para conducción deportiva- y de los asientos deportivos opcionales del kit S-line.
Además de una amplia conectividad y equipos de sonido de alta fidelidad -como los Bang & Olufsen opcionales de 68 watios y 14 canales- el Audi TT sigue contando con amplias asistencias a la conducción, como aviso de salida de carril, un asistente de mantenimiento de carril o un sistema de párking automático. Las motorizaciones no han sido detalladas en la nota de prensa, pero sí sabemos que se trasladan sin apenas cambios al nuevo modelo y estrenan la nueva -y confusa- nomenclatura numeral de Audi. Los motores de gasolina están asociados ahora a un filtro de partículas -exigencias del WLTP.
Se retienen los cambios manuales, siendo una caja de cambios DSG de doble embrague y siete relaciones la caja opcional. Por supuesto, seguirá teniendo versiones descapotables y se pondrá a la venta en el último trimestre del año. A partir de octubre se podrá encargar en el mercado español, donde arrancará en 39.550 euros con carrocería coupé y 43.270 euros para la versión Roadster.