Brabus es un preparador alemán que no necesita presentación a día de hoy. Comenzó su historia en el siglo XX, con la preparación de vehículos de origen Mercedes. Con la marca de Sindelfingen hay claros lazos, con una asociación que ha llegado a ser casi tan íntima como AMG en algunos vehículos. Con todo, Brabus sigue siendo independiente, y durante estos últimos años ha empezado a tocar marcas ajenas al universo de la estrella. Es el caso de Porsche, y ahora, de otra marca perteneciente al grupo Volkswagen – a la que ha querido borrar su identidad.
Bentley Continental GT
Lo último de Brabus es la perversión del lujo inglés
El coche del que os hablamos recibe el tratamiento «Brabus Masterpiece», aunque su nombre completo es Brabus 900 Superblack. En verdad, Brabus ya había tocado vehículos de Crewe a través de su marca Startech, pero esta es la primera vez que Brabus se implica en Bentley. Su preparación toma como base los Bentley Continental GT y Continental GTC. El primer cambio es técnico: como su nombre indica, la potencia de estos híbridos pasa de sus 782 CV combinados a la friolera de 900 CV, acompañados de 1.000 Nm de par motor.
Fotos del Brabus 900 Superblack
El especialista alemán retoca profundamente la parte térmica de sus motores 4.0 V8, con nuevos turbocompresores, una ECU reprogramada y una nueva admisión de fibra de carbono. No retoca la caja de cambios. El 0 a 100 km/h de ambos coches se reduce hasta los 2,9 segundos, desde los 3,2 segundos del GT y los 3,4 del GTC. Sus velocidades puntas se han limitado, respectivamente, a 335 km/h y 285 km/h. A nivel de chasis, Brabus instala un nuevo módulo para la suspensión neumática, rebajando en 20 mm adicionales la altura al suelo de ambos coches.
Como seguro sospechas, el quid de la cuestión de esta preparación está en su estética y su interior. Para empezar, tenemos unas llantas Monoblock ZM Platinum Edition de 22 pulgadas en color negro, que sientan de maravilla a una carrocería trufada de elementos en fibra de carbono. Nuevos paragolpes, nuevo splitter, un sutil spoiler trasero y un difusor con cuatro colas de escape. Los emblemas de Bentley han sido suprimidos en favor de emblemas de Brabus, donde la B también es un elemento muy presente. Qué oportuno.
En el interior ocurre algo parecido. Todo es fibra de carbono en el salpicadero, y los asientos se retapizan con un cuero de textura gruesa – perforado, ventilado y con patrones de tipo diamante. No es para todos los públicos, pero es más comedido que otros trabajos de Brabus, y por fortuna, no llega al nivel de locura de Mansory. El precio de esta exclusividad son 489.200 euros para el coupé, y 538.800 euros para el cabrio – antes de impuestos, claro está.
Fotos del Brabus 900 Superblack






