Europa se encuentra, en cierto modo, en una época de recesión y decadencia. Estamos entrando en una etapa que dista de los disruptivos años que fueron los 80 y 90, especialmente en España, donde nos aferramos a aquello que marcaron estos años por la sensación de nostalgia que despierta en el público todo lo que allí tuvo origen y por aquello de «fueron tiempos mejores».
Dentro del ámbito del automóvil, el Renault 5 es la más innegable prueba de ello. Renault ha acertado tanto con la resurrección del Renault 5 en forma de coche eléctrico, seguido del Renault 4, que basándose también en una clásica denominación también traerá de vuelta en 2026 al Renault Twingo, un modelo que certifica definitivamente que otro clásico de peso europeo debería volver en forma de coche híbrido o eléctrico: el Citroën 2 CV.
Imágenes del Renault Twingo






Sí. Es algo que hemos señalado en multitud de ocasiones en estos últimos meses, pero cuando la necesidad del mercado pasa por tener coches asequibles a la venta y hay una fórmula de diseñar coches que sabemos que es un acierto asegurado, la de basarse en clásicos europeos con tecnología moderna, seguimos sin entender cómo Citroën está dejando pasar una oportunidad tan clara como la que tiene con el 2 CV.
El Renault 5, de hecho, todavía no ha dado el do de pecho en el ámbito comercial y, aun así, en España, que es uno de los países más reacios al coche eléctrico de Europa, se ha colado entre los 5 eléctricos más vendidos de todo el mercado. De enero a julio ha conseguido poner en las calles casi 2.700 unidades, siendo un coche eléctrico, que además es pequeño y sin ser especialmente barato (la variante que más autonomía ofrece parte por encima de los 30.000 euros).
Imágenes de un hipotético Citroën 2 CV moderno






Y es que hay mucha gente a la que, directamente, no le importa si es eléctrico o no: le gusta el diseño del Renault 5 moderno, lo que represente y simplemente quiere uno, si le encaja o no un coche eléctrico es algo que pasa a un segundo plano en la decisión de compra, pues su imagen interpone un sentimiento de nostalgia y, en cierta medida igual que pasó con el relanzamiento del FIAT 500, por si marcado aire retro puede llegar a ser incluso un complemento para quienes llevan cierto modo de vida.
Con esta demostración por parte del Renault 5 de que esta fórmula funciona, tenemos claro cómo debería ser un Citroën 2 CV para tener incluso más éxito que el modelo de la firma del rombo: debería tener un motor híbrido bajo su capó y comercializarse en paralelo de una versión eléctrica. Esto es algo que tenemos claro porque el único factor que está parando al Renault 5 en su camino a convertirse en uno de los coches más vendidos de Europa es que se trata de un eléctrico puro: sólo cabe imaginar lo que podría llegar a ser si Renault diseñara, sobre la base del sistema eléctrico de la variante más sencilla, un esquema de tipo EREV que funcionase en la práctica como un híbrido enchufable. Podría ser el coche más relevante en lo que va de siglo…
Eso sí, como admitió el ya ex-CEO de Citroën, Thierry Koskas, el relanzamiento del Citroën 2 CV como un coche actual implicaría no hacerlo con medias tintas: si lo hacen debe ser una jugada tan llamativa como la del Renault 5 y debe acertarse en todo desde su planteamiento hasta su comercialización, pasando por su posicionamiento en el mercado y la tecnología de propulsión.
A nuestro modo de ver, debería ser un coche similar al Renault 4, pues ambos coches representaron en sus respectivas épocas apuestas muy similares: coches compactos pero capaces en el sentido familiar que además gracias a una cierta altura libre al suelo, podían asumir alguna escapada por caminos rurales con solvencia.
De hecho, para acabar, Citroën puede haber perdido toda una oportunidad con el nuevo C3, y el ejemplo está en el FIAT Grande Panda, que es una iteración moderna del Panda clásico. Si el 2 CV tomase la misma plataforma como punto de partida, y llegase al mercado con una mecánica Hybrid 100, las mismas variantes eléctricas e incluso la turboalimentadas de 100 y 136 CV, lo tendría más en bandeja, incluso, que el Renault 5 para triunfar en Europa.
Recreaciones de un hipotético Citroën 2 CV moderno





