El titular que precede a estas líneas no tiene nada de exagerado y no es el típico clickbait cargado de incógnita que oculta un contenido vacío, sino la pura realidad. Un coche eléctrico de pequeño tamaño que llegó al mercado pidiendo de 30.000 euros al contado por sus versiones de acceso ha acabado siendo un sencillo gasolina microhíbrido de precio sensato para poder aspirar a tener un volumen comercial lo suficientemente sano como para sustentar el tejido económico desarrollado tras de sí para su lanzamiento.
Hablamos de todo un icono del automóvil europeo, el FIAT 500, cuya segunda generación nació para ser un coche 100 % eléctrico, pero ante un alcance comercial que ha sido poco más que testimonial desde que llegase al mercado en 2020, a su fabricante no le ha quedado otra que adaptarlo a lo que el mercado demanda hoy día: convertilo en un híbrido ligero de bajo consumo y precio acorde a su concepto.
Se trata de un coche que recientemente ha pasado por nuestras manos con motivo de su presentación internacional, para la que nos hemos desplazado a la mismísima ciudad de Turín, donde se encuentra emplazada la fábrica del 500, la planta de Miarafiori, y cuyo artículo fruto de esa experiencia puedes leer aquí. Ahora, por contra, nos queremos centrar en lo que ofrece el 500 dentro del contexto general del mercado, ya que se trata de un coche muy particular, tanto desde el punto de vista técnico como por su posicionamiento en España.
Con 3,63 metros de longitud, 1,68 metros de anchura y 1,53 metros de altura, el 500 Hybrid replica el formato y las proporciones del 500e, manteniendo esa silueta compacta que condiciona tanto su enfoque urbano como su facilidad para moverse y aparcar en espacios reducidos. La única diferencia práctica frente al eléctrico se encuentra en el maletero, que queda en 183 litros, 2 litros menos que en el 500e, debido a la distinta disposición del sistema de escape y del pequeño módulo híbrido. Se trata de una capacidad ajustada, en línea con lo que suele ofrecer el segmento A, suficiente para el día a día pero limitada cuando se viaja con más equipaje o con más de dos ocupantes.
Este condicionamiento, en realidad, forma parte de su concepto e idea general, aunque que haya nacido para ser un coche económico que aumente las ventas de la marca en Europa, lo cierto es que dentro del segmento A se va a convertir en la opción de imagen más distinguida. Es decir, va a ser el coche «más premium» de entre todos los que se pueden elegir con características similares. En este sentido, podemos afirmar que su mejor baza comercial será la de ser un coche de diseño retro e imagen distinguida, como lo es un MINI Cooper, por un precio muy inferior.
Y es que por lo que cuesta, ya que parte desde 18.900 euros en España, sólo podemos acceder a coches más grandes de diseño sencilllo, como un Skoda Facio o un SEAT Ibiza, o directamente a declarados low-cost como los MG3 y Dacia Sandero. El 500 Hybrid es, por tanto, la única alternativa barata pero con diseño retro y distinguido dentro de la categoría. Sólo el Toyota Aygo X Cross puede objetar alto a esta sentencia, que partiendo desde la zona de los 20.000 euros, también quiere jugar la baza de un diseño distintivo, pero haciendo uso de un esquema híbrido muy superior, de 116 CV y 3,8 litros de consumo medio.
Técnicamente, el 500 Hybrid se forja en torno al motor de gasolina 1.0 Firefly, un tricilíndrico atmosférico de 65 CV y 92 Nm que trabaja asociado a un sistema de microhibridación de 12 V. Este conjunto mild hybrid actúa mediante un generador‑alternador que aporta asistencia eléctrica en los primeros metros de avance y en fases de aceleración suave, reduciendo la carga sobre el motor térmico y rebajando los consumos en ciudad. Se trata, esencialmente, del mismo motor que mueve al FIAT Panda Classic.
El cambio manual es de seis marchas y forma parte esencial del conjunto, ya que permite aprovechar la entrega contenida del tricilíndrico y mantener un ritmo adecuado sin disparar consumos, que según homologación se sitúan en 5,3 l/100 km, con valores reales próximos a los 6 l/100 km en uso urbano. Eso sí, con un 0 a 100 de nada menos que 16.2 segundos, su ámbito de uso va a ser estrictamente urbano: las escapadas a vías rápidas deberán ser puntuales sólo, de lo contrario no estamos ante el coche adecuado.
En términos de precios y estructura comercial, la gama del 500 Hybrid queda articulada en tres carrocerías —Hatchback, Cabrio y 3+1— y tres niveles de acabado: Pop, Icon y La Prima. El precio de acceso parte desde 17.300 euros para el acabado Pop en la carrocería Hatchback, mientras que el Icon supone un incremento de 1.500 euros sobre dicha tarifa. La versión La Prima añade 3.000 euros adicionales respecto al Icon y concentra la dotación más completa. La carrocería 3+1 implica un sobrecoste de 1.500 euros respecto al Hatchback, mientras que el Cabrio añade 3.000 euros. Además, la gama contará con una serie especial de lanzamiento denominada Torino, limitada a la versión Hatchback.
Con todo esto, ahora sí, el 500 se emplaza en una posición desde la que puede empezar a tener más protagonismo comercial en Europa, especialmente en países como Italia y España, donde un precio de partida bajo marca fuertemente la actuacióni comercial de este tipo de coches. La fabricación ya está en marcha con prioridad para el mercado italiano, y la llegada a España está prevista para el primer trimestre de 2026.








