Quien dude de que la electrificación aporta notables ventajas para la práctica todoterreno es que nunca ha probado uno. Sin embargo ello no quita para que la tecnología, al igual que el mercado, estén lo suficientemente preparados para hacernos olvidar a los 4×4 impulsados por mecánicas diésel o gasolina.
El Mercedes Clase G eléctrico no se vende
Cuando Mercedes se propuso crear el 4×4 eléctrico más avanzado del mercado, muchos tildaron de locura semejante proyecto. Sin embargo la firma alemana estaba convencida del potencial de este todoterreno a nivel de rendimiento, y también a nivel de marketing, y no sólo consiguió dar vida a un Clase G con nada menos que 4 motores eléctricos, sino que ha conseguido demostrar que este coche es el mejor todoterreno eléctrico que se haya fabricado nunca.
Mercedes-Benz Mercedes Clase G
El nivel de ingeniería y tecnología del que hace gala el Clase G 580 EQ, esa es su verdadera denominación comercial, ha demostrado al mundo que la propulsión eléctrica es capaz de igualar, cuando no superar a los mejores todoterrenos con motores térmicos. Y esto lo decimos con conocimiento de causa tras llevar al límite al Clase G eléctrico en una comparativa 4×4 frente al Land Rover Defender y el Toyota Land Cruiser.
Esta prueba nos permitió descubrir que el primer G eléctrico cuenta aún con importantes hándicaps a considerar como son su enorme peso (3.085 Kg), limitada capacidad de carga/remolque, escasa autonomía real y una tracción no tan efectiva como el triple bloqueo de diferenciales disponible en un G con motor diésel o gasolina. Aún así, todo ello no impide al 4×4 eléctrico de Mercedes ser un pionero, además de un escaparate rodante.
¿Dónde está entonces el problema? Pues en que el Mercedes Clase G eléctrico no se vende lo suficiente, ya que los clientes del G sigue prefiriendo hacerse con sus versiones con motores diésel o gasolina. Tanto es así que, según la información publicada por el medio alemán Handelsblatt recogiendo declaraciones de directivos de la marca, las ventas del Clase G eléctrico son tan bajas que incluso habría motivado una revisión del proyecto del mini Clase G, una suerte de todoterreno 100% eléctrico de menor tamaño y precio que está previsto llegue al mercado a partir de 2026.
Para hacernos una idea de la situación comercial del 4×4 eléctrico de Mercedes, hasta finales de abril las ventas del Clase G eléctrico son de 1.450 unidades, mientras que las del resto de la gama impulsada por motores térmicos ascienden a 9.700 unidades. Es decir, por cada versión eléctrica se venden casi siete versiones térmicas.
Sobra decir que no existe una única razón para justificar las bajas ventas del Mercedes Clase G eléctrico, pero todo apunta a que, además de las limitaciones de uso ya mencionadas más arriba, las razones más importantes tendrían que ver con su autonomía real (que ronda los 300 Km) y lo elevado de su precio, pues en España el Clase G eléctrico parte de los 163.757 euros.
A todo ello debemos sumar que estamos ante un producto de nicho, más aún teniendo en cuenta el tipo de cliente que suele comprarse un Clase G, un todoterreno que presume con orgullo de sus planteamiento todoterreno y alto nivel de lujo, pero que también es el modelo AMG más vendido en el mundo gracias a su descomunal versión Mercedes-AMG G63 impulsada por un V8 Biturbo de 585 CV.
Sea como fuere, tal y como hemos visto recientemente con el reciente cambio de estrategia con respecto a la gama EQ, queda claro que Mercedes aún está tomando el pulso al incierto mercado del vehículo eléctrico. Será la llegada de más rivales 100% eléctricos al mundo 4×4, como es el caso del Range Rover o el Jeep Recon, lo que nos sirva para evaluar el verdadero interés del público en este tipo de coches.
Fotos del Mercedes G 580 EQ
