Este es el nuevo Mercedes Clase C 2021. Con código interno W206, es el último en el largo linaje de berlinas medianas de Mercedes, cuya historia moderna comenzó con el Mercedes 190 en el año 1982. En este artículo os vamos a enseñar con todo detalle las principales novedades e innovaciones de esta nueva generación del Mercedes Clase C, y vamos a explicaros por qué es prácticamente un Mercedes Clase S a escala.
Conservador por fuera
El diseño es lo menos revolucionario de este nuevo Mercedes Clase C, cuya plataforma, tecnología y mecánicas apenas tienen que ver con la anterior generación. Es un coche de aspecto evolucionario. Es muy similar al Clase C saliente, y hereda muchos rasgos tanto de este, como de hermanos de gama. La calandra o las ópticas traseras, sin ir más lejos, son casi idénticas a las de un Mercedes Clase E. Incluso en sus versiones AMG Line más deportivas, retiene la compostura, discreción y elegancia que se espera del Mercedes más vendido de la última década.
El nuevo Clase C se presenta de momento en versiones de cuatro puertas y en versión familiar. Ambas versiones miden 4,75 metros de largo, creciendo hasta 6 cm en el caso de la berlina. Aun habiendo crecido, retienen un coeficiente aerodinámico muy bajo: 0,24 en la berlina y 0,27 en el caso del familiar. La batalla de los Mercedes Clase C crece en 25 mm, y además de ser más anchos, son más bajos. Mercedes promete que este aumento de cotas tiene como razón de ser la mejora del confort de a bordo.
Revolucionario por dentro
Si por fuera el Clase C es evolución, por dentro es revolución. El diseño del salpicadero rompe con el pasado y parece el puesto de conducción de un Clase S a escala. En el salpicadero destaca una enorme pantalla de hasta 11,9 pulgadas, de orientación vertical. Esta pantalla de alta resolución está ligeramente orientada al conductor, y al igual que en el Clase S, elimina los mandos físicos del climatizador como efecto secundario. Aunque puede mostrar las indicaciones de navegación mediante realidad aumentada, el Clase C no cuenta con el Head-Up Display de realidad aumentada del Clase S.
Está acompañada de una instrumentación digital de hasta 12,3 pulgadas, y ambos sistemas están apoyados en el potente software MBUX 2.0. A día de hoy, el sistema MBUX sigue presumiendo de ser el asistente más avanzado de interacción por voz entre coche y conductor. Mercedes ha trabajado en mantener una alta calidad percibida tanto en el fluido diseño del salpicadero como en los materiales. A falta de poder tocarlos en persona, se percibe una evolución con respecto al Clase C actual, cuya calidad percibida era inferior a la de sus rivales directos.
Nos gusta el diseño de los aireadores y el aspecto de su volante, pero vemos mucho negro piano en algunas zonas – especialmente en el volante y en los módulos de ajuste de los asientos, situados en las puertas – y echamos de menos más botones de verdad, inevitablemente reemplazados por superficies hápticas de forma cada vez más constante. Mercedes promete que su interior es más amplio y que las cotas mejoran especialmente en las plazas traseras, donde el anterior Clase C estaba claramente rezagado con respecto al estándar del segmento.
En cuanto a volumen de carga, el maletero del familiar crece hasta los 490 litros, una cifra 30 litros superior, pero que sigue sin ser brillante en una ranchera de 4,75 metros de longitud. Mercedes no nos ha comunicado aún el volumen del maletero del Clase C berlina, que debería ser en cualquier caso similar al del familiar, o ligeramente inferior.
Cuatro cilindros electrificados para todos los Mercedes Clase C
Todos los Mercedes Clase C tendrán mecánicas de cuatro cilindros, y todas están electrificadas. Los motores convencionales tienen hibridación ligera de segunda generación, y a mayores, hay una versión enchufable de gasolina. Se rumorea que incluso las versiones AMG tendrán cuatro cilindros, quedando los seis y ocho cilindros reservados a Mercedes más grandes y caros. Todos los Mercedes Clase C serán automáticos: los cambios manuales desaparecen y dan paso a la caja de cambios 9G-Tronic de convertidor de par y nueve relaciones.
La gama de gasolina está articulada en los motores M254 de familia modular – son los hermanos pequeños de los motores de seis cilindros en línea, les han «amputado» dos cilindros. Su alternador reversible – llamado EQ Boost por parte de Mercedes – es capaz de aportar hasta 20 CV a la cadena cinemática de forma puntual, y su sistema eléctrico de 48 voltios les permite tener la codiciada etiqueta ECO de la DGT. Sus potencias oscilan entre los 170 CV de las versiones C 180 de 1,5 litros hasta los 258 CV de los C 300 con motor de dos litros.
La gama diésel está compuesta por el motor OM654 M de última generación, que por primera vez cuenta con hibridación ligera – y la misma etiqueta ECO que los gasolina. Con potencias de entre 163 CV y 265 CV, y cilindradas de dos litros, es conveniente destacar que en los C 300 d contamos con doble turboalimentación en serie y un tremendo par motor de 550 Nm. De hecho, el C 300 d es el Mercedes Clase C más rápido de toda la gama tradicional y es el diésel de cuatro cilindros más potente jamás fabricado por Mercedes en toda su historia.
Por último, el Mercedes Clase C puede encargarse en versión enchufable. Con 313 CV de potencia combinada, presume de 100 km de autonomía 100% eléctrica – según el ciclo WLTP – gracias a una batería de 25,4 kWh de capacidad. Esta gran batería puede recargarse al completo en media usando un puesto rápido de carga de 50 kW, y sus 129 CV eléctricos permiten al coche circular en modo cero emisiones a velocidades de hasta 140 km/h.
A falta de poder probar los nuevos Mercedes Clase C y experimentar su tacto de conducción, en su dotación de equipamiento opcional destacamos la presencia de un eje trasero directriz, capaz de girar hasta 2,5 grados las ruedas traseras. Todo apunta a que seguirán siendo coches de tarado equilibrado, en el que el confort de los pasajeros sigue primando por encima del rendimiento dinámico. En cualquier caso, para el dinamismo tendremos que esperar a las versiones desarrolladas por AMG, que tardarán unos meses más en llegar.
Asistencias a la conducción de última generación
Aunque no es el buque insignia de Mercedes, el Clase C hereda de los nuevos Clase S tecnologías tan interesantes como los faros matriciales Digital Light. Con una resolución de más de un millón de píxeles, serán capaces de proyectar sobre el asfalto formas, señales y advertencias, además de resaltar peatones o ciclistas. Estos faros aún no son legales en todos los mercados europeos, pero deberían serlo a lo largo del año.
Además, el sistema Distronic de control de crucero adaptativo puede detectar coches parados a velocidades de hasta 100 km/h y el sistema de centrado de carril es capaz de mover el coche a un lado al detectar la presencia de vehículos en servicio de emergencia. El sistema de reconocimiento de señales de tráfico ya detecta señalización de obras y los asientos delanteros pueden inflar uno de sus flancos en décimas de segundo si detectan un impacto lateral inminente, alejándonos del peligro.
Comercialización y rivales
El Mercedes Clase C podrá encargarse a partir del 30 de marzo, y llegará a las concesiones de Mercedes de toda España en verano. Por el momento, sus precios no han sido anunciados. Sus rivales seguirán siendo los BMW Serie 3, renovados hace poco más de un año, y los Audi A4, que ya empiezan a acusar cierta veteranía. La renovación del Clase C pone a Mercedes en la cresta de la ola del segmento, y promete dar mucha guerra en uno de los segmentos más tradicionales del mercado. Hace un año solo logró el bronce en nuestras olimpiadas de la berlina premium… habrá que ver qué ocurre en apenas unos meses.