Si hace unos días dábamos a conocer la llegada a España de un motor para el Jeep Wrangler que, en cierto modo, sorprendía, el turbo de cuatro cilindros, hoy toca hacernos eco del lanzamiento de la variante 2026 del mítico todoterreno americano, que ha llegado con todo un pan bajo el brazo: la vuelta del 6.2 HEMI bajo su capó.
Y es que, el Jeep Wrangler Moab 392 2026 llega como la respuesta más directa de la marca a los Ford Bronco Raptor y Land Rover Defender Octa, aunque en el caso del primero, lo cierto es que en lugar de un V8 lo que hay bajo el capó es un motor de 3 litros y seis cilindros pertinentemente vitaminado para llegar a entregar 423 CV.

Para posicionarse como un claro rival a batir dentro del segmento de los 4×4 extremos, lo que ha hecho Jeep es algo que muchos daban por perdido: un motor V8 de gran cilindrada, precisamente en un todoterreno que ya es un icono por derecho propio. Y es que esta nueva versión Moab 392 se convierte en la única opción de ocho cilindros en la gama 2026, ocupando el espacio que deja libre el desaparecido Rubicon 392, una ausencia que sorprende pero que Jeep compensa apostando por un enfoque más purista y enfocado al uso real fuera del asfalto.
Jeep Wrangler
El corazón del modelo es un contundente 6.4 litros HEMI V8 con 470 CV y 637 Nm de par, gestionado por una transmisión automática de ocho velocidades. Esta configuración, que ya se había convertido en un símbolo entre los seguidores más entusiastas del Wrangler, vuelve acompañada por un sistema de tracción Selec-Trac 4WD en su modalidad full-time con reductora 2.72:1. Por esto mismo, el Moab 392 mantiene esa dualidad tan característica entre un uso más rutero y la capacidad off-road extrema que se espera de un Wrangler de este nivel.
Desmarcándose de las versiones más «modestas» en cuanto a dotación todoterreno, esta viene con neumáticos de 35 pulgadas montados en llantas de 17, combinados con una relación de ejes 4.56, una configuración que le permite alcanzar un ratio de reductora de hasta 100:1 en función del equipamiento y eleva el conjunto a unas cifras off-road muy respetables: 47,4° de ángulo de ataque, 40,4° de salida y 26,7° de ventral, mientras que la altura libre al suelo llega a nada menos que 33 centímetros y la capacidad de vadeo llega a los 89 cm, unas cifras que colocan al Moab 392 en la parte alta del segmento.
A nivel de diseño y equipamiento, Jeep ha optado por una combinación de robustez y contenido específico. Incorpora un escape dual de dos modos, un capó con toma de aire fría y separador de agua, rock rails de protección lateral, ganchos de remolque en negro y un hardtop pintado del color de la carrocería. Las aletas mold-in-color, de diseño más resistente, completan un conjunto que apuesta por un look más funcional que el del anterior Rubicon 392, algo que refuerza la idea de que esta versión da un paso atrás en lujo, pero un paso adelante en enfoque todoterreno.
En el interior, el Moab 392 se ofrece exclusivamente con carrocería de cuatro puertas e incluye asientos calefactados en cuero Nappa negro, un sistema de audio Alpine y una pantalla táctil de 12,3 pulgadas con navegación integrada. El apartado estético se puede personalizar con dos tonos interiores (negro o negro con detalles Mantis Green) y con una paleta de hasta 13 colores exteriores. No obstante, algunos tonos icónicos, como Tuscadero, Earl Grey, Joose o Goldilocks, se incorporarán más adelante. Desde el lanzamiento estarán disponibles colores como Bright White, Black, Granite Crystal, Firecracker Red o Hydro Blue.
Más allá del Moab 392, la gama Wrangler 2026 queda configurada con las versiones Sport, Sport S, Willys, Sahara, Rubicon y Rubicon X, dejando claro que Jeep reorganiza su oferta para diferenciar mejor las variantes más extremas. Curiosamente, el Rubicon 392 no aparece en la gama, y es que el Moab 392 pasa a ocupar ese puesto, aunque con un equipamiento inferior al de aquel modelo según indica la propia marca.
Para acabar, y aunque el Moab 392 se convierte en un modelo clave para Jeep, lo cierto es que su llegada a Europa no parece estar sobre la mesa. Aun así no deberíamos descartarlo, pero sería toda una sorpresa.
Aquí una versión así sería prácticamente imposible de vender, ya que su precio superaría por mucho los 100.000 euros, ante lo que aparece un coche que es difícil pasar por alto, el Mercedes Clase G. Aun así, no dejemos de pensar que algún día Jeep se dejase llevar por ello y lo acabase trayendo a nuestro mercado. Mientras tanto, aquí tenemos tanto la versión híbrida enchufable a la venta como la turbo de cuatro cilindros.







