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Conducimos uno de los últimos supercoches puros sin electrificación, la perfecta alternativa a Ferrari o Lamborghini que siempre olvidas (+vídeo)

Siempre se te olvida, pero este es uno de los supercoches más especiales del mercado. Ahora se llama Maserati MCPura y sigue siendo un bastión de ligereza y purismo en un segmento cada vez mas elitista y electrificado. ¿Pero en qué cambia realmente con respecto al Maserati MC20? En esta primera prueba vamos a contartelo, y de nuevo, de una forma diferente, contándote lo flojo, lo aceptable y lo cañón del MCPura. Abróchate los cinturones, y disfruta con nosotros de uno de los coches mas emocionantes del mercado actual.

Lo flojo del Maserati MCPura

Se llama MCPura, pero es innegable que se trata de una actualización del MC20, no una renovación profunda. La base del MCPura es un coche lanzado ya en 2020, en un mundo donde los supercoches aun no habían abrazado la hibridación ni estaban inmersos en una enorme guerra de potencia. Si buscas el último grito en técnica y tecnología, no lo encontrarás en el MCPura: no se ha electrificado, no gana potencia y no estrena ninguna revolución técnica. Con todo, no conviene olvidar que estamos hablando de una receta que ya estaba muy, muy pulida.

Casi es doloroso decir que una joya como el MCPura tiene características «flojas»

https://youtu.be/PrkH6g8tI-E

Es preferencia personal, pero en un vehículo deportivo, me gusta que los volantes sean completamente circulares. Esto es algo cada vez menos común, desgraciadamente. Y con esta renovación, el MCPura recibe un volante similar al del GT2 Stradale. Es un volante achatado en sus partes superior e inferior, y forrado en Alcantara. Es bonito, pero personalmente prefiero saber exactamente que haga lo que haga voy a encontrar un aro predecible y sin «protuberancias». Hay un motivo por el que un Porsche 911 GT3 RS tiene un volante perfectamente circular.

Fotos del Maserati MCPura

Lo aceptable del Maserati MCPura

Los cambios en el MCPura comienzan por los colores. El nuevo AI Aqua Rainbow con metalizado arco iris es sencillamente impresionante, pero a mí me encanta el Devil Orange, un homenaje a Maria Teresa de Filippis, la primera mujer en correr en la Fórmula 1. Se han rediseñado ligeramente los paragolpes y el spoiler trasero, además de equipar nuevos modelos de llantas, agresivos y muy convincentes en vivo.

Pude probar una versión Cielo con el color Devil Orange. Una auténtica pasada

Por supuesto, si todo esto no es suficiente, la división Fuoriserie es capaz de llevar tu MCPura todo lo lejos que tu cuenta corriente permita. Si eres un amante de la piel vuelta, este es tu coche. La cantidad de Alcantara es espectacular y alcanza todos los rincones del coche. Es de altísima calidad y es una delicia, pero has de tener en cuenta que es mas delicada que el cuero y tiene peor vejez.

El MC20, al que este coche reemplaza, no era un supercoche prohibitivo. A ver, eran 245.000 euros y evidentemente, es una cifra fuera del alcance de los mortales, pero en estos momentos, el precio de acceso de cualquier Ferrari o Lamborghini ya supera los 300.000 euros con holgura. Incluso el renovado Porsche 911 Turbo S supera los 50 millones de antiguas pesetas. En perspectiva, y viendo todo lo que ofrece, por 257.479 euros, el MCPura tiene un precio muy razonable y es de agradecer que no se dispare con respecto al MC20.

El precio del MCPura no es prohibitivo en relación a sus rivales más directos

Lo cañón del Maserati MCPura

El supercoche de Maserati es mucho menos común que cualquier máquina de Maranello, Santa Agata o Woking. Es un supercoche de estética menos agresiva, más elegante y con esa clase que solo el mejor diseño italiano es capaz de dar. Todo esto se traduce en un producto mucho mas exclusivo y especial, un coche que solo los entendidos sabrán paladear. Y que es un coche absolutamente precioso es innegable. Fíjate en esa silueta y en esas líneas. Es bellísimo. Pero si tenemos que hablar del verdadero protagonista, hay que hablar de Neptuno.

El dios del mar y su tridente. Una alegoría perfecta para el V6 de 3,0 litros y 630 CV que este coche mantiene sin cambios. Este propulsor, derivado de la familia de motores V8 F154 de Ferrari y profundamente modificado en su desarrollo por Maserati, permite al MCPura hacer el 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, además de propulsar al coche por encima de los 320 km/h. Este motor es un portento. Suena increíblemente bien y aquí dentro percibo no solo cómo trabaja la inyección si no el soplido de los turbos.

Dallara colaboró con Maserati en el desarrollo de su monocasco de fibra de carbono

A bajo régimen puede ser un motor discreto, pero en cuanto superamos las 4.500 rpm, empieza a aullar con fuerza y directamente a chillar cuando nos acercamos a su corte de inyección, por encima de las 8.000 rpm. Se estira con ganas y el empuje no parece terminar nunca… es una mecánica biturbo, pero a veces casi parece atmosférica. Es el motor que esperas en un purasangre italiano. El techo duro retráctil de la versión Cielo descapota al coche en solo 12 segundos, ocultándose bajo su cubierta de forma elegante y estilizada.

El deflector aerodinámico hace que el coche parezca un targa de altos vuelos. El techo incorpora una luna electrocrómica capaz de volverse transparente u opaca con solo tocar un botón. El MCPura Coupe pesa 1.475 kilos, y el Cielo es solo 65 kg más pesado. Son coches con un reparto de pesos muy equilibrado, con un centro de gravedad muy bajo y una batalla relativamente corta. No tienen sobrepeso ni se complican la existencia con tracción total o motores eléctricos. Los MCPura son una auténtica delicia a nivel dinámico.

No es un coche innecesariamente duro ni innecesariamente radical. Es perfecto para tramos del mundo real

El motor es gran parte de su magia, pero se complementa con una puesta a punto que brilla especialmente en carretera. Para los circuitos tienes un GT2 Stradale, pero para tramos de montaña como los de la Liguria italiana donde lo hemos podido probar, el MCPura tiene un tacto ideal. La dirección es directa y muy comunicativa, pero sin pasarse de directa, y la suspensión en modo Sport filtra adecuadamente los baches sujetando muy bien la carrocería. Que el coche tenga un peso contenido ayuda mucho.

El paso por por curva y el equilibrio son excepcionales, al igual que el tacto del freno, suave y predecible al inicio pero con mucha mordida, especialmente gracias a esos carbono cerámicos que llevamos. Es un coche divertido y podemos explotar sus cualidades en un tramo de montaña, disfrutando de su sonido y su tacto, sin necesidad de un circuito o sin ponernos en peligro excesivo, porque la electrónica del coche está tan bien puesta a punto que su presencia casi parece invisible.

Conclusión

El Maserati MCPura es una anomalía, pero una anomalía deliciosa e incluso refrescante en el actual mundo de los supercoches, enzarzado en una guerra de potencia, hibridación y lucha por los superlativos. Vale, puede no ser demasiado diferente al MC20, pero la realidad es que con su diseño, su ligereza y esa joya de motor que lleva en sus entrañas… cualquier cambio profundo habría alterado su esencia. Una esencia profundamente italiana y profundamente Maserati. Un buen Maserati no es un coche bonito, es un coche bello.

Una belleza con buen sonido y con un comportamiento deportivo, pero no tiene que ser el coche más rápido ni radical, porque es un coche que debe encajar con esa filosofía tan italiana de la dolce vita. Y amigos, este coche, es la definición de la dolce vita. Pero solo un verdadero vividor sabrá verlo.

Fotos del Maserati MCPura

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Sergio Álvarez

Aunque es técnico en comercio internacional de formación, los coches han sido su pasión (incluso obsesión) desde que apenas levantaba un metro del suelo y sus padres le regalaron un Ferrari rojo a pedales. Su afición se ha profesionalizado en Diariomotor, donde está presente desde 2008. Seguir leyendo...

Firma de Sergio Álvarez