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Radares medusa, la última herramienta para controlar (y multar) el ruido que hacen los coches

La Agencia Europea del Medio Ambiente desveló, hace un tiempo, que el ruido causa 16.600 muertes prematuras en Europa y 72.000 hospitalizaciones al año: un problema en el que el tráfico rodado tiene un peso considerable. Francia, tal y como informa El País, ha decidido poner en marcha un experimento con radares sonoros que medirán el ruido que hacen los vehículos para multar a los que sobrepasen los límites. Así son los radares medusa.

Cada coche tiene un nivel máximo de ruido que figura en su documentación: una cifra que no se puede superar. Nuestro país vecino aspira a que todos los conductores respeten esos límites con una medida que, según su impulsor, el diputado local Jean-Noël Barrot, no pretende castigar sino disuadir de prácticas como quitar los silenciadores a las motocicletas o cambiar los escapes por otros que no entran dentro de la legalidad.

Radares Sonoros Medusa 05

Así funcionan y así multan

Para ello, han promulgado un decreto que marca el inicio de un experimento que durará dos años. Se instalarán, cada vez, tres radares medusa (llamados así por la forma que tienen) diferentes de distintos fabricantes. Su radio de acción serán las zonas urbanas donde la velocidad máxima esté limitada a 50 km/h y se ubicarán en el arcén.

Estarán equipados con micrófonos para medir el ruido que emite cada vehículo y cámaras para interceptar la matrícula del infractor. No se podrán superar los 90 decibelios y los que rebasen esa cifra serán sancionados con una multa de 135 euros. Un castigo que llegará a medida que avancen las pruebas.

Siete localidades

Los radares medusa se instalarán en siete localidades de Francia entre las que se encuentran París, Niza, Toulouse o Saint-Lambert. Esta última será la pionera ya que una de sus carreteras departamentales forma parte de una ruta frecuentada por motos, quads y vehículos similares: el pasado verano los picos de ruido oscilaron entre los 210 y 520, tal y como demostraron las mediciones llevadas a cabo por la agencia estatal Bruitparif. En los planes del Ministerio de Transición Ecológica es expandir, en un futuro, la presencia de estos radares por todo el territorio nacional.

Radares Sonoros Medusa 02

El ruido en Francia

El periódico regional francés Le Parisien apuntaba que los habitantes de París ven reducida su esperanza de vida en unos once meses debido al ruido. Barbara Pompili, Ministra de Medio Ambiente, añadía razones económicas a las sanitarias: “El coste del ruido, especialmente por los efectos sanitarios ligados a la falta de sueño y la pérdida de valor de las viviendas expuestas, está estimado en 147.000 millones de euros anuales”.

¿Y en España?

Por ahora, la Dirección General de Tráfico no tiene intención de instalar radares sonoros en las carreteras españolas a corto y medio plazo. No obstante, en algunas comunidades autónomas sí se está empleando la tecnología existente para reducir el ruido procedente del tráfico rodado: en Cataluña, el Servei Català de Trànsit (SCT), complementó la presencia de un radar fijo con varios de tramo para minimizar la contaminación acústica. Aunque estos dispositivos no miden la intensidad del sonido de los coches, pero al limitar la velocidad contribuyen a atenuarlo.

Imágenes: Bruitparif y Ministerio de Transición Ecológica de Francia

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