Él no lo haría: Mansory le pone la mano encima al Bentley Bentayga, con un previsible resultado
"Él no lo haría". Aquellos duros anuncios en contra del abandono de animales calaron muy hondo en nuestras conciencias colectivas, hace ya bastantes años. Aquél lema también puede ser aplicable a coches elegantes y refinados, creados con mimo y tacto por sus fabricantes, que poco después son arruinados por preparaciones de escaso gusto, encargadas por clientes de aún menos gusto. La última víctima de esta tendencia - que Land Rover odia