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Indagamos en las entrañas del Chevrolet Volt, parte (II) análisis del concepto

Después de ahondar en el corazón del Volt, sus baterías y su motor, toca centrarse en la forma en la que convertimos el potencial en auténtico movimiento. Un vehículo como el Chevrolet Volt promete la ininterrupción del movimiento aun cambiando el origen motriz. Si importante es su magnífico prototipo de batería, no lo es menos la capacidad de obtener energía desde varías fuentes a la vez: regeneración, combustible o red eléctrica.

Su funcionamiento puede ser a priori el de un eléctrico puro, expliquémonos, gracias a la autonomía de la que hace gala el Chevrolet Volt, alrededor de 64 km, la posibilidad de uso y recarga es más que factible. En el uso urbano, donde los trayectos rara vez superan los 12 km encontraríamos un aliado magnífico. Al llegar a casa, tan solo tendríamos que enchufar nuestro vehículo para restaurar la capacidad utilizada.

Teniendo en cuenta que en el caso del Volt, el motor térmico solo actúa ante demandas de alta velocidad o falta de carga de la batería, no tendremos que preocuparnos como pasa en los vehículos híbridos, en los que fuera de determinados márgenes, si o si, estaremos usando el motor de gasolina. Aquí es donde reside la gran ventaja del Chevrolet Volt frente a sus principales competidores, ya sean híbridos o motores convencionales.

¿Cual es la mejor opción?

Sin lugar a duda, la pregunta del millón. Como todo lo que ocurre en esta vida, partimos de diferentes opciones, aunque también tenemos diferentes necesidades. La hibridación de un vehículo supone la inclusión de una ayuda eléctrica para reducir el consumo. En los momentos donde un motor de combustión necesita un aporte extra de combustible, intercalamos un motor eléctrico capaz de ayudar a este motor, obteniendo el mismo rendimiento pero con un notable descenso del consumo a la par que de las emisiones.

La opción híbrida supone un paso a medio camino entre el vehículo tradicional y el eléctrico puro. Es la forma de añadir un plus al motor convencional, obtenemos un mayor rendimiento del combustible, unas prestaciones acordes y una autonomía bastante holgada. Estas ventajas gozan actualmente de una diferencia abismal respecto al eléctrico puro, de ahí el éxito de los híbridos, pero el verdadero paso final es la movilidad eléctrica, no cabe la menor duda.

Llegamos entonces al final de la idea, el uso del vehículo eléctrico. La tecnología, cuyo avance en este sector es prodigioso, está mostrando novedades cada día, pero sus costes de I+D son prohibitivos. Por lo que el mercado actual solo es capaz de ofrecer vehículos eléctricos de usos muy concretos, bien sea por su escasa autonomía, o por el tiempo necesario para poder restablecerla. La solución, el rango extendido.

El rango extendido: la idea más eficaz

La idea del rango extendido nace para paliar los inconvenientes del eléctrico puro. El único problema en la actualidad del motor eléctrico es su alimentación, lo que nos lleva al problema real, las baterías. Siendo el Chevrolet Volt uno de los vehículos más avanzados en este apartado, desde la propia General Motors no han podido ir más allá con los acumuladores. Una apuesta por una mayor capacidad o un mejor rendimiento dispararía los costes de desarrollo del vehículo.

La solución: incluir un generador térmico capaz de alimentar las baterías para que estas sigan supliendo al motor eléctrico. La idea de un automóvil de rango extendido se puede llevar a cabo de muchos modos, de hecho el motor térmico supone la opción menos arriesgada. La opción de pila de combustible es una de las que más ha sonado a lo largo del tiempo, y parece ser que desde algunos fabricantes quieren volver a darle cierto empujón, véase el caso de Mercedes-Benz y su apuesta por el Hidrógeno.

La pila de combustible es el siguiente paso en los vehículos de rango extendido

En el caso del Chevrolet Volt, su motor de 1.400 cc será capaz de aumentar la autonomía en torno a los 500 km con 35 litros de gasolina. Estos datos nos dan un consumo de en torno 7 l/100 km. Como ya se ha comentado en la primera parte de este artículo, la inclusión de un motor con un consumo inferior haría del Volt un líder indiscutible en el mercado.

64 km de autonomía 100% eléctrica

Recorrer los 64 km de autonomía eléctrica supone un desembolso de tan solo 1,8 €

La autonomía real variará entre los 40 y 80 km. Unos datos inferiores a modelos eléctricos como el Nissan Leaf con 160 km, pero superiores a variantes híbridas, como la gama Prius de Toyota con 24 km como máximo en su versión enchufable. Sin embargo, se nos ofrece la posibilidad de poder regenerar esa autonomía con diferentes modos sin tener que llegar al uso del combustible. Una de ellas será la recuperación de energía en las frenadas, mientras que la otra opción de recarga será la posibilidad de enchufarlo a cualquier toma de corriente.

La opción más interesante del Chevrolet Vot partirá desde la toma doméstica en nuestra propia casa o en cualquier afortunado punto de recarga. El coste real del vehículo por cada kilómetro recorrido será de 2,8 céntimos de Euro al recargarse de este modo, lo que nos ofrece una diferencia de casi 10 céntimos de Euro respecto al coste por kilómetro de un motor a gasolina con un consumo medio de 7,4 l/100 km. Esta apreciación variará con el tiempo, aumentando la diferencia del coste por kilómetro en beneficio de la fuente eléctrica. Si utilizamos los 64 km recargados en un enchufe, habremos invertido 1,8 Euros para realizar el trayecto en modo 100% eléctrico.

Conclusiones sobre el Chevrolet Volt

Sobre el papel, todos los datos ofrecidos por Chevrolet y diversos medios parecen alabar el resultado de este vehículo nacido en Detroit. Pero, es un vehículo que va suponer un desembolso de 41.950 € en Europa, lo cual se antoja como un precio elevado en el momento actual. Además, exige a su futuro comprador un estudio de las necesidades reales de movilidad, es decir, no todos los posibles compradores van a rentabilizar la compra de un Volt, a mi jucio, el cliente-tipo de este vehículo es un modelo de comprador que su trayecto diario queda por debajo de los 55 km y que rara vez, como fines de semana y alguna salida puntual, va a emplear una autonomía mayor.

8 años de garantía o 160.000 km

Como contrapunto, es digno de mención el hecho de que el Chevrolet Volt desembarcará con 8 años de garantía o 160.000 km sobre el tren motriz y las baterías de Litio. Un añadido muy goloso para los compradores que se postulan como excépticos, ya que verán como sus dudas se ven drasticamente reducidas.

En definitiva, las ganas de analizar a fondo una de las primera unidades que lleguen a España serán mayúsculas. La orografía española es quizás una de las pruebas pendientes del modelo americano, pero si desde Chevrolet cumplen los objetivos y llevan a cabo todo lo que promete este modelo, se convertirá en el vehículo referente del mercado. Recordemos que Chevrolet, actualmente, ha tenido que aumentar su producción hasta las 10.000 unidades para cubrir la demanda americana, y que se estima que lleguen a las 45.000 unidades para finales de 2012. Sí en mercados como los EE.UU. la demanda es tal, por algo será… esperaremos ansiosos su llegada.

Fuente: Chevrolet
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En Diariomotor: Chevrolet Volt

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