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Marussia F1 Team y su pequeño gran secreto

Tras la triste desaparición de la escudería española HRT a finales del año pasado, la zona baja del pelotón se prometía para esta temporada bastante escasa de alicientes, toda vez que los problemas que ya empezó a sufrir Caterham en 2012, no sólo se empeñan en persistir, sino que parecen volverse más profundos e inquietantes conforme va avanzando el tiempo y Marussia F1 Team en realidad, nunca ha contado demasiado.

Marussia Motors (Маруся Моторс), recordemos, comenzó su andadura en Fórmula 1 patrocinando al equipo británico Virgin Racing durante la temporada 2010, para pasar a participar al año siguiente en el proyecto del multimillonario Richard Branson en una escudería que ya contemplaba su nombre, Marussia Virgin Racing. En 2012, tras haber adquirido el equipo británico y sus instalaciones de Dinnington, nacía oficialmente Marussia F1 Racing.

Estamos por tanto, ante el inicio del segundo año de participación de la marca rusa en el Mundial de Fórmula 1, y si al término de la sesión 2012, Marussia quedaba por delante de HRT en la tabla de constructores, los problemas que aquejaron a esta última, deslucieron considerablemente este pequeño éxito labrado en la cola de la parrilla, un lugar en el que rara vez se posan los focos, pero en el cual se producen incluso más tensiones y luchas que en la cabeza.

Marussia todavía no ha pagado su cuota al FOM, razón por la cual, Bernie Ecclestone ha dado instrucciones para que su presencia en televisión se reduzca a lo imprescindible.

No obstante, y como decíamos al comienzo, con este escenario agorero de fondo, para 2013 no se sugerían grandes novedades, toda vez que la historia de Marussia en F1 responde hasta el momento y punto por punto, con el devenir de aquel formato de participación que vio la luz en 2010 al amparo de la herencia de Max Mosley (antecesor de Jean Todt al frente de la FIA), y que con la denominación de F1 Low Cost, permitió a equipos pequeños y con pocos recursos, acceder al Circo bajo una promesa de contención de gasto que no se ha cumplido todavía, ni se prevé que lo haga, circuntancia que está en la raíz de las penurias actuales que sufren los equipos supervivientes de aquella hornada, y por supuesto, de los abandonos habidos entre sus filas.

Bajo la sombra de un presumible matrimonio entre Caterham y Marussia, que reduciría la parrilla a tan sólo 10 escuderías, de cara a afrontar los enormes desembolsos que se proponen de cara a 2014 con el estreno del nuevo reglamento técnico y la llegada de los motores turbo, Marussia Motors, por otro lado vieja conocida de Diariomotor, parece haberse implicado con fuerza en vencer en el duelo que mantiene con la de Leafield por liderar la parte baja de la tabla durante 2013.

Así, el MR02, un vehículo de apariencia sencilla que destaca sobre todo por la ausencia de publicidad en su carrocería y su fea decoración, ha mostrado tanto en Australia como en Malasia un muy buen estado de forma para las prestaciones que se le intuyen, pues como sabemos, Marussia es el único equipo que monta en sus monoplazas el propulsor Cosworth CA 2013, un motor que adolece de falta de caballos y de recuperación lenta, y que por ello precisamente, a lo largo de la última etapa de presencia de la británica en la F1, ha arrojado un saldo bastante ramplón en rendimiento.

Sin duda, la prolongación en el tiempo de los valores técnicos y aerodinámicos que sirvieron durante 2012 —a los que hemos hecho alusión reiteradas veces durante la pretemporada—, ha permitido a Marussia integrar correctamente la experiencia adquirida en el MR01 en el monoplaza que defiende sus colores este año, que resulta así mucho mejor resuelto que su predecesor tanto en lo concerniente a su aerodinámica como en lo que atañe a su parte mecánica.

Pero donde ha ganado el MR02 con respecto al MR01, ha sido en prestaciones puras, a lo que ha ayudado la reciente incorporación del KERS (Kinetic Energy Recovery System, elemento que en 2012, ni HRT ni Marussia llevaban montado en sus coches), un mecanismo de recuperación de energía que permite atrapar la que se genera en forma de calor en las frenadas, para convertirla posteriormente y tras su correspondiente almacenado en pilas, en una potencia extra que viene a suponer unos 75 u 80 c.v. que están a disposición del piloto durante 6,67 segundos por vuelta.

A resultas de esta novedad, la necesidad de albergar las pilas del KERS ha dado lugar al ligero aumento de la batalla en el MR02, lo que a su vez, ha originado que éste tenga un mejor posado en pista y resulte más noble de comportamiento tanto en virado como en recta, sobre todo en manos del jovencísimo Jules Bianchi (Francia), quien junto a Max Chilton (Gran Bretaña), forma parte del equipo de pilotos encargado este año de defender la bandera rusa por los circuitos del calendario.

En este sentido, cabe recordar que Bianchi en su primera participación en Fórmula 1, firmaba hace 9 días en Albert Park, una meritoria 15ª plaza con una sola vuelta perdida con respecto a la cabeza, quedando por detrás de Valtteri Bottas (Williams) y por delante de Charles Pic (Caterham), mientras que Chilton, obtenía a su vez la 17ª posición final, situándose a dos vueltas del líder y ganando el pulso con el segundo Caterham, el de Giedo Van Der Garde.

Hecho tan agradable, lejos de suponer un suceso coyuntural o fortuito, se volvía a concretar en Kuala Lumpur, en cuyo circuito (Sepang), Jules Bianchi se alzaba con la 13ª posición, de nuevo a una vuelta perdida, colocando su MR02 en la estela de Esteban Gutiérrez y su Sauber. Max Chilton, por el contrario, habiendo sufrido numerosos problemas con el tráfico y las banderas azules, cedía ante los dos Caterham, logrando finalizar el Gran Premio de Malasia en la 16º plaza y a dos vueltas de la cabeza de la clasificación, por delante únicamente de los pilotos que habían abandonado.

A la espera de ver lo que suceda en la tercera prueba de este año, el Gran Premio de China, que se celebrará el próximo 14 de abril, no se puede negar que Marussia F1 Team ha comenzado la temporada con muy buen pie a pesar de sus pobres resultados, lo que puede insinuarnos que el camino abordado por la rusa, lento pero con pasos firmes y sobre un horizonte en apariencia bien definido, la está permitiendo ir adquiriendo una sabrosa experiencia de cara al año que viene mientras defiende sus opciones en éste, con el concurso del KERS, evidentemente, pero también con el enorme activo que supone contar entre sus filas con un piloto que lejos de conformarse, Bianchi, lucha cada carrera como si fuese la última. Tal vez, sólo tal vez, esos sean para Marussia los pequeños grandes secretos que maneja entre manos para resolver este 2013 que acabamos de estrenar.

 

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