Después de hacerse de rogar y de que BMW nos pusiera los dientes largos con varios teasers (adelantos), por fín acaba de ser presentado en Munich el nuevo BMW Serie 5, la gran berlina alemana que viene cargada de tecnología, con motores más potentes y eficientes y mayor dinamismo sobre el asfalto pero que estéticamente no supone ningún cambio radical.
En un primer vistazo salta a la vista que BMW no ha querido tomar grandes riesgos y ha mantenido una estética muy similar a la anterior generación que para algunos resultará demasiado continuista, pero si miramos más allá de lo obvio nos daremos cuenta de que los cambios en la carrocería y el chasis son suficientemente importantes como para mejorar el dinamismo de esta gran berlina, el reparto de pesos, el espacio y la comodidad del habitáculo.
El éxito de la nueva berlina pasaba por diferenciarse del BMW Serie 5 GT y en ese sentido BMW ha dado en el clavo, el nuevo Serie 5 es extremadamente bajo (la altura al suelo es 5 cm menor que la de su predecesor), algo que se hace especialmente patente en el frontal con un capó más alargado y bajo, ligeramente abultado para no perder la imagen de robustez.
También es más largo y la distancia entre ejes ha aumentado 8 cm, con esto y con la reducción del voladizo trasero que además está ahora más elevado y la ligera caida de la luna trasera, se ha conseguido que las plazas traseras cuenten con un mayor espacio para las piernas en las plazas traseras y que el maletero aún así no haya disminuido su capacidad, manteniendose en los 520 litros.
Gracias al empleo del paquete de medidas de ahorro EfficientDynamics y a los nuevos motores más eficientes, el BMW Serie 5 será el que menos consuma de todos los que hayamos visto hasta el momento superando a la mayoría de sus rivales y no solo eso, también el más potente con la entrada de los nuevos motores tope de gama de gasolina TwinPower Turbo, turboalimentados por partida doble y con inyección directa.
El BMW 550i será el más potente de la gama, hasta que llegue el nuevo BMW M5, con un motor V8 407 CV y unos consumos mixtos homologados de tan solo 10,4 litros. El BMW 535i por su parte no se queda corto con 306 CV sustituyendo al antiguo BMW 540i (de potencia similar) y con unos consumos mucho más reducidos de 8,5 litros/100 km (el antiguo 540i se subía a los 10,5 litros). Los diésel también han aumentado su potencia y reducido los consumos, aunque en este caso la diferencia se hace menos evidente.
Estos son los cambios más importantes en los motores. Aquí teneis la gama completa de motores del nuevo BMW Serie 5:
Motorizaciones de gasolina:
- BMW 523i: 204 CV – 0 a 100 km/h en 7,9 segundos – 7,6 litros/100 km
- BMW 528i: 258 CV – 0 a 100 km/h en 6,6 segundos – 7,8 litros/100 km
- BMW 535i: 306 CV – 0 a 100 km/h en 6 segundos – 8,5 litros/100 km
- BMW 550i: 400 CV – 0 a 100 km/h en 5 segundos – 10,4 litros/100 km
Motorizaciones diésel:
- BMW 520d: 184 CV – 0 a 100 km/h en 8,1 segundos – 5 litros/100 km
- BMW 525d: 204 CV – 0 a 100 km/h en 7,2 segundos – 6,2 litros/100 km
- BMW 530d: 245 CV – 0 a 100 km/h en 6,3 segundos – 6,3 litros/100 km
En estos datos hay que puntualizar que los consumos son los homologados en ciclo mixto y que todas las mediciones han sido realizadas con el cambio manual, excepto para el BMW 550i que incluye el cambio automático de ocho velocidades de serie, que en el resto de la gama de motores se ofrece opcionalmente.
Además de todo lo que ya hemos comentado, el nuevo BMW Serie 5 viene cargadito de tecnología pensada para el confort y la seguridad de los pasajeros. Uno de los sistemas más innovadores, al menos en su segmento, es el de dirección integral activa que permite que las ruedas traseras giren ligeramente con ayuda de motores eléctricos para facilitar las maniobras de aparcamiento y para aumentar la estabilidad en curvas y cambios de carril. El funcionamiento es similar al Active Drive ya utilizado por el Renault Laguna GT.
Otro sistema interesante es el Fahrdynamic-Control, con un nombre demasiado raro que no le resta utilidad a este selector que nos permite controlar todos los reglajes de las suspensiones, la dirección, los recorridos de la caja de cambios (si ésta es automática) y la ayuda de los controles de estabilidad y tracción, permitiendo que con un solo clic esta berlina pase del Dr. Jekyl a Mr. Hyde en décimas de segundo, pasando de ser una dócil y cómoda berlina para convertirse en una fiera sobre el asfalto.
En el interior contará con un salpicadero asimétrico, diseñado ergonómicamente para que el conductor tenga a mano todos los controles, con una gigantesca pantalla del navegador y con los controles de varios sistemas opcionales como el Head Up Display, que muestra información sobre el parabrisas, y el nuevo cuadro de instrumentos Black Panel.
En fín, vuelvo a repetir que hasta cierto punto me he sentido decepcionado por que BMW no haya renovado radicalmente la estética de esta berlina, en ocasiones me da la impresión de que se trata de un Serie 7 ligeramente recortado o un Serie 3 alargado. Obviamente si te has leido todo el artículo llegarás a la misma conclusión que yo: este último detalle no desmerece el trabajo de BMW para conseguir que la Serie 5 mejore en prácticamente todos los aspectos.
Vía: BMW
BMW Serie 5 
