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La increíble historia de Bob Flock, piloto de NASCAR y fugitivo

¿Os imagináis a un piloto siendo perseguido en plena carrera por la policía? Supongo que no, pero ya tampoco me lo hubiera creído hasta que conocí la historia, increíble, de Bob Flock. Conocidos como los Mad Flocks, The Flying Flocks (Reo, la mayor de los ocho hermanos, realizaba espectáculos acrobáticos caminando sobre las alas de un avión) o Fabulous Flocks, la familia Flock tiene un capítulo guardado en la historia de los stock-car norteamericanos.

Suyo es un récord que díficilmente se podrá repetir. Bob, junto a sus hermanos Tim, Fonty y su hermana Ethel, pasaron a la historia el 10 de julio de 1949 cuando los cuatro participaron en la carrera disputada en el Daytona Beach Road Course. La primera carrera de la historia de la competición en participar un hermano y una hermana y lo que quizás no pasará jamás, cuatro hermanos juntos. Unas semanas antes, Bob logró la pole en la primera carrera de la historia de la NASCAR (tal y como la conocemos) disputada en el Charlotte Speedway. En aquella primera temporada, el mayor de los Flock pilotos fue tercero de la general por detrás del campeón Red Byron y Lee Petty.

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La historia de los fabulosos Flock viene de unos cuantos años antes. Junto a Buddy Shuman o Curtis Turner, Flock fue uno de aquellos pilotos que encontraron en las carreras de Stock-Car la forma legítima se conseguir un sueldo. Y es que la familia Flock era conocida por regentar un negocio de licor ilegal, conocido en Estados Unidos como Moonshine. Y es que como muchos sabréis, las carreras de las NASCAR fueron el lugar en el que los repartidores de ese licor ilegal se entretenían de una forma más legal.

Bob y Fonty debutaron en los stock-car a finales de la década de los 30 y rápidamente se conviertieron en habituales de las carreras con coches modificados. La II Guerra Mundial interrumpiría sus carreras como pilotos ya que ambos sirvieron en el ejercito y a la vuelta, no todo iba a ser igual.

Una alianza entre la prensa local de Atlanta y las iglesias Baptista y Metodista hizo que en el circuito de Lakewood, el escenario habitual de los hermanos Flock, impidiera paticipar a todos aquellos pilotos con antecedentes penales. Algo que no detuvo a Bob ya que incluso llegó a participar cubriendo su cara con una bandana.

La Policía Federal, prevenida de la presencia de Flock en la carrera, se personó en el circuito esperando a que la carrera finalizase para detenerle. Flock, que se lo olía, aprovechó una puerta abierta para poner pies en polvorosa. La policía, ni corta ni perezosa, arrancó sus coches y persiguió al piloto por la pista durante un par de vueltas. Una vez fuera del circuito, la policía persiguió a Flock hasta que este se quedó sin gasolina. Años después, Flock afirmaría que si no hubiera sido por la policía, habría ganado aquella carrera.

Fuente | Enciclopedia de Alabama

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