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El Gran Premio de Malasia desde dentro – Viernes

Tras un primer día algo más activo de lo habitual en el paddock de la Fórmula 1 a causa de los nuevos horarios de la GP2, la GP3 y el TCR para este fin de semana, llega el momento de ver a los coches de Fórmula 1 en pista. Tras desplazarme al circuito en lanzadera -previo pago, claro-, me preparo para comenzar la jornada mientras pienso que he sido afortunado a la hora de encontrar un modo de transporte relativamente rápido y relativamente barato… y ahí se termina la suerte del día, con una falta de calidad de la conexión a Internet absolutamente ridícula. Pero así son las cosas y hay que lidiar con ellas en el segundo día de actividad del Gran Premio de Malasia 2016.

Me sorprende ver que en Malasia se toman la seguridad suficientemente en serio como para parar a cada persona que lleva una bolsa para abrirla y revisar sus contenidos… aunque rápidamente me doy cuenta de que apenas es una revisada superficial. Viendo lo poco que el personal de seguridad examina mi repleta bolsa -sirve tanto de bolsa de trabajo como de maleta así que está rebosante-, pienso que cualquiera podría traer cualquier objeto prohibido y esconderlo. Con este pensamiento en mente preparo todo el material para ver lo que va a dar de sí la primera sesión de entrenamientos libres… y esta no decepciona.

Un Renault en llamas -varias veces-, unos resultados interesantes en general y unas posiciones de McLaren que llaman al optimismo son todos ellos elementos noticiables. Aún no tengo claro que todo acabe siendo tal y como parece ser en esos primeros entrenamientos libres, pero de entrada tiene buena pinta. Entre las dos sesiones de entrenamientos libres de Fórmula 1 decido explorar el lugar para entender un poco más cómo es el circuito y dónde está cada lugar. Acabo en la F1 Game Zone, donde Nirei Fukuzumi se impone en la carrera de pilotos de GP3… pilotando un Ferrari. ¿Me pregunto si no debería llevar un McLaren al ser piloto de Honda?

Con estos pensamientos sin ningún sentido vuelvo a la sala de prensa, donde empieza la apasionante… batalla con el Internet. Primero, el ordenador se conecta pero no el teléfono. Luego, el ordenador no lo hace y el teléfono reacciona… mal, pero reacciona. Y ahí se queda la situación toda la tarde. Imposible trabajar. Horas perdidas en un intento desesperado meter en vereda al ordenador para poder seguir con el programa previsto pero en realidad el problema es de la conexión de Internet, tan inestable que no todos pueden entrar bien… simplemente he tenido mala suerte. ¡Vaya! ¿Y para cuando dicen que toca la buena?

Sin nada que hacer hasta que el mágico sistema que comunica al mundo entero -cuando le apetece- decida funcionar, salgo a tomar el aire, que en realidad es bastante más cálido en el exterior que en el interior. Cosas de zonas tropicales. Pero el momento de salir al exterior no es casual, puesto que Carlos Sainz va a hablar y considero que podría ser interesante escucharle. El madrileño cuenta que ve a McLaren más fuerte que Toro Rosso en términos generales. Se le nota resignado, sabe que podría hacer más con el coche adecuado. Una vez terminado el tiempo con la prensa española, se forma un pequeño debate que comienza con Toro Rosso y acaba en los motivos que llevan a Force India a ir bien.

Es el último descanso del día antes de empujar para terminar con el trabajo. Algunos tienen suerte y disfrutan de la celebración del gran premio número 300 de Jenson Button -esperemos que no se quede sin salir o la carrera quedaría retrasada para Japón-, que incluye convertir el hospitality de McLaren en un pub inglés. Curioso, cuanto menos, pero solo para aquellos que o tienen menos trabajo o han conseguido terminar todo antes de hora. Yo no tengo tanta suerte y debo quedarme a seguir preparando todo lo que queda por hacer. En parte, los problemas de Internet -solventados ya con menos gente en la sala de prensa- tienen la culpa, pero también es cierto que en Diariomotor Competición operamos con mucho menos personal y para estar a la altura, hay que echarle horas.

Las horas se echan y el trabajo termina a las once de la noche, más de media hora más tarde que cualquier otro periodista. Hoy me he pasado de lento. Pero el destino me regala una imagen que me enamora: ver a los miembros de los equipos de Fórmula 1 a mi derecha, mientras escribo estas líneas. Los coches están pasando verificaciones técnicas hasta tarde y aunque es una hora extraña, se acumulan en el carril de boxes. ¡Qué imagen tan inusual! También es algo extraño ver el circuito de Sepang de noche, aunque ello se debe solo a mi inexperiencia. A lo largo de los años, me he familiarizado con el Circuit de Barcelona-Catalunya bajo las estrellas y estar en otro lugar con el silencio y la oscuridad de la noche se siente raro. Mientras cruzo el ahora desierto paddock, me acuerdo de las personalidades que he visto en el día de hoy: Jacques Villeneuve, Marc Gené, … ¿qué nos deparará mañana Sepang? No puedo esperar a verlo.

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