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Carlos Sainz gana en Singapur en un día para olvidar para Fernando Alonso

El dominio de Red Bull ha llegado a su fin, y lo hace de la mano de un piloto español. Carlos Sainz se impuso en el Gran Premio de Singapur en el que ha sido su mejor fin de semana en la categoría reina con el mejor tiempo en dos de las tres sesiones libres, la pole position el sábado y la victoria el domingo. Un triunfo, además, construído sobre el buen ritmo pero sobre todo la inteligencia de un piloto que cada vez se siente más cómodo al volante del Ferrari SF-23. Por su parte, Fernando Alonso tuvo un día para olvidar, optando a los puntos pero con una mala fortuna que le dejó último en carrera.

La sesión clasificatoria del sábado fue un asunto especial para Carlos Sainz, autor de la segunda pole position consecutiva tras la obtenida en el Gran Premio de Italia en Monza. El madrileño fue el más rápido, ayudado en parte por los problemas de los Red Bull, víctimas de la segunda eliminación en la Q2. Ello situaba al Ferrari número 55 por delante de George Russell y Charles Leclerc, potenciales rivales en la lucha por la victoria junto a Lando Norris y Lewis Hamilton. Séptimo, por su parte, era un Fernando Alonso que siempre ha sido rápido en Singapur y que soñaría con volver a subirse al podio.

La salida no tuvo ningún misterio, aunque para Sainz se daba la mejor situación posible al adelantar su compañero Leclerc a un Russell que podía ser una amenaza a lo largo de la carrera. Esto permitió a Ferrari controlar la primera parte de carrera, mientras Alonso subía una posición y se hacía con el sexto puesto. Este orden en pista se mantuvo hasta la vuelta 20, cuando llegaron los primeras cambios de neumáticos como consecuencia de la aparición del coche de seguridad. Dichas paradas en boxes le salían a las mil maravillas a Sainz, pero no así a Leclerc, que perdía puestos con respecto a Norris y Russell por culpa del tráfico en el pit-lane, dejando a Sainz en solitario en cabeza.

Tampoco Alonso tuvo demasiada fortuna. El asturiano entró demasiado rápido en el carril de entrada a boxes y superó la línea antes de volver a entrar, hecho que le hizo ganarse una penalización de cinco segundos. Empezaba así el calvario del único piloto de Aston Martin en pista, que sufría con un coche que no acababa de estar en ritmo. Tanto era así, que en un intento de atacar a Pérez, un oportunista Ocon llegaba por detrás y lograba superarle, aunque eventualmente el francés acabaría retirándose. En cualquier caso, Alonso ocupaba la séptima posición tras las paradas de los Red Bull, cuando la presencia del Virtual Safety Car motivó una estrategia alternativa para el equipo de Silverstone.

En teoría, tenía sentido. Parar, cumplir sanción, montar neumáticos blandos y empujar hasta el final. A efectos prácticos, todo salió mal. Después de cumplir sanción, la rueda posterior derecha no entraba, Alonso perdía muchísimo tiempo y volvía a pista en décimo quinta posición. Un error intentando remontar le mandaba a la décimo séptima y última plaza. Al final, décimo quinto tras los abandonos de Bottas y Russell, pero peleando hasta la última vuelta con Sargeant, intentando no ser el último clasificado del Gran Premio. El resultado permite que Hamilton le supere en la general, con lo que Alonso pasa a ser cuarto.

Por su parte, Sainz era líder y aguantaba en primera posición, controlando el ritmo para no degradar los neumáticos en primera instancia. Después de la segunda parada en una estrategia alternativa de Mercedes, el madrileño entendió que había que aprovecharse de la presencia de Norris. El piloto de Ferrari permitió que el McLaren entrara en zona de DRS, lo que le permitía defenderse con éxito de los coches de Brackley, sirviéndole de muro para proteger su victoria. Finalmente, victoria para Carlos Sainz, su segunda en la Fórmula 1, lo que además le permite asentarse en quinto puesto de la general. Mientras tanto, Ferrari está ya a ‘solo’ 20 puntos de Mercedes en la clasificación de constructores…

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