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Control Stop. Los 'Flying Finns' no queman sus alas por volar demasiado cerca del sol

No tuvo que esperar demasiado. La segunda victoria de Kalle Rovanperä llegó casi sin darse cuenta, quizás como mejor saben las cosas que se pelean. Dieciséis rallyes del Mundial para ya sumar el dos a tus guarismos positivos. Todo ello cuando todavía le queda más de medio mes para soplar las velas de su 21 cumpleaños. El finlandés ya no puede ser considerado una promesa, sin lugar a dudas es ya toda una realidad dentro del WRC y aspira a que en el equipo pase a ser considerado como el nuevo motor con la marcha de Sébastien Ogier a finales de año.

Queda mucha tela por cortar hasta entonces, pero sin duda el papel que está realizando Kalle Rovanperä este 2021 es incluso más destacado que el que le pudimos ver en la anómala temporada pasada. Llegó líder a Croacia donde tuvo un error de lo que es, un rookie, y a partir de ahí le tocó pagar la mala fortuna de encajar dos abandonos por problemas de fiabilidad tanto en Cerdeña como en Portugal. La situación en Kenia ya fue muy distinta, ya que si bien también debió retirarse tras quedarse enganchado en el fesh-fesh cuando ya estaba en la primera plaza. Las circunstancias le permitieron ser sexto y terminar con su racha de ceros, pero sin lugar a dudas el verse de nuevo batallando por las primeras posiciones supusieron el punto de inflexión que tanto necesitaba el de Toyota.

A partir de ahí la historia y la conocemos. En Estonia ganó una vez que el gran candidato a vencer en casa, Ott Tänak, se quedó fuera por los pinchazos, tomándose en parte esa revancha de lo sucedido en el Arctic Rally. Lo que se ha visto este fin de semana en el país heleno ha sido un triunfo si cabe más trabajado, aprovechándose especialmente el viernes y el sábado de lo bien que se mueve el Yaris WRC en tramos lentos, de mucho ritmo y en los que se necesita un coche ágil.

Tänak trató de responder en el terreno natural del Hyundai, las secciones de velocidad y anchas, pero los cuatro scratchs consecutivos del sábado hicieron mucha pupa, especialmente la contundencia con la que terminó el bucle Rovanperä. No ha sido raro verle ganar en estos dos eventos, era su oportunidad, dos rallyes nuevos en los que la experiencia tenía menos impacto y a los que se sumó que en el Acrópolis los reconocimientos fueron muy complicados y hubo que trabajar mucho más con el vídeo, algo a lo que los nuevos pilotos están mucho más acostumbrados.

El Rally Acrópolis y el mito de Ícaro:

De la icónica estirpe de los Finlandeses Voladores, parece que su hábitat ideal suele ser las especiales de altas puntas, con recorridos muy fluidos en los que el Sisu se impone a la técnica. Pero el Acrópolis nos planteó un terreno muy distinto en el que Rovanperä siempre tuvo algo más que sus rivales. Ese feeling con el coche quedó patente nada más comenzar el domingo, cuando con neumáticos de compuesto blando y duro fue capaz de endosar una buena cantidad de segundos a la monta blanda de Ott. Uno de esos días en los que eres “imparable”, regalándose ya con cuatro gomas blandas los cinco puntos en la Power Stage cuando ni tan siquiera los necesitaba.

Como decía Latvala al finalizar la prueba griega: “en Estonia vimos nacer un nuevo finlandés volador, pero aquí volaba aún más alto”.  Voló alto, pero parece claro que en el caso de los Flying Finn y de Kalle Rovanperä, él no es Ícaro y no se le queman las alas por hacerlo demasiado cerca del sol. Si Jari-Matti estaba buscando un recambio de Sébastien Ogier, quizás no tenga que ir muy lejos. El heredero ha aprendido rápido y sumar su segundo triunfo apenas ocho semanas después del primero aniquila por completo los registros de las últimas dos décadas en el WRC.

Sébastien Ogier se puso en modo campeonato: 

Al menos Seb tenía un objetivo mayor que era el de atar una buena cantidad de puntos de cara al octavo título, sin embargo, la cara de Ott era de no tener ningún tipo de consuelo en una racha que ya se extiende desde febrero. A todo ello hay que sumar los problemas eléctricos del domingo, los cuales afectaron al limpiaparabrisas e incluso casi le hacen abandonar cuando el coche no les arrancaba a 3 segundos del inicio de la Power Stage… Después, por temas personales Tänak no comparecería en la rueda de prensa final y lo haría Martin Järveoja. Son tiempos difícil para el Campeón del Mundo de 2019.

Peor aún le fueron las cosas a Thierry Neuville y Elfyn Evans. Después de un fin de semana así, terminar octavo y sexto respectivamente es el mayor de los regalos. Especialmente el belga fue mucho más expresivo, con un lenguaje corporal que de denota ya verse derrotado a pesar de que en la web del WRC ya aparece una sospechosa bandera italiana que nos anticipa que sí, que habrá 12 rallyes, el último de ellos en Italia, concretamente en Monza, fecha que sustituirá al cancelado Rallye de Japón. Son 44 puntos de ventaja los que tiene Ogier sobre Evans, 50 con Neuville y 51 con Rovanperä… O lo que es lo mismo, el astro francés y Julien Ingrassia están muy cerca de entrar en el rango de coronarse matemáticamente Campeón del Mundo en este 2021. Parece ya cuestión de tiempo.

Ha sido la estrategia para todo el fin de semana: tuvimos un comienzo muy fuerte el viernes abriendo carrera y estando cerca del liderazgo, esto fue mejor de lo que esperaba. El sábado por la mañana comenzamos con el ritmo correcto, pero luego en todas las secciones en las que luchamos en los reconocimientos, las secciones en las que el agarre cambiaba y la visibilidad era mala, me quedé demasiado en mi zona de confort. Al mismo tiempo, Kalle volaba y Ott también era muy rápido. Con lo que les sucedió a Thierry y Elfyn el primer día, tuve que ser inteligente. Dejé el ego afuera y los dejé ir. Ha sido muy agotador. No estoy tan acostumbrado a las largas noches con los videos como los chicos más jóvenes y ahora me siento un poco muerto. El reconocimiento fue tan difícil Tuvimos que confirmar mucho en el video y las noches fueron cortas. Esta noche voy a dormir bien – Sébastien Ogier

Lo cierto es que Evans y Neuville quedaron rápidamente desenchufados, situación en la que también se vio a Dani Sordo tras encajar una penalización de 10 segundos por una salida adelantada en una de la especiales. El cántabro, que estrenaba a su derecha a Cándido Carrera se quejó durante todo el fin de semana de un eje trasero en el que no tuvo nada de confianza. Tuvo algunos cronos competitivos puntuales, pero una vez visto que la cabeza se marchaba, desde el equipo seguramente le reafirmaron que la mejor opción era ser cuarto y esperar un posible error de los Toyota que no llegó.

Para M-Sport por su parte sigue siendo una recta final de año de transición. Salvo algún chispazo, como el de Adrien Fourmaux en la segunda especial de la mañana del domingo, los tiempos no estuvieron y el problema del francés con las bujías nos dejó sin una igualada batalla en la que Gus Greensmith está demostrando que tiene opciones de plantar batalla a pesar de la fulgurante irrupción de su compañero. Faltó ver a Takamoto Katsuta, de nuevo sin suerte al no poder ni siquiera comenzar el rally por los problemas familiares de su copiloto, Keaton Williams, mientras que Pierre-Louis Loubet volvió a tener un rally para olvidar que acabó con abandono después de la rocambolesca situación vivida en el último tramo del sábado.

En WRC3 de nuevo lío entre Citroën y los comisarios:

Aunque no menos importante, WRC2 y WRC3 también nos dejaron grandes batallas, especialmente la vista entre Andreas Mikkelsen y Marquito Bulacia, en la que el boliviano demostró que está siendo muy competitivo en este tipo de terrenos. La situación para el noruego en el campeonato se le ha puesto muy de cara con los problemas de Mads Ostberg, confirmando que no estará en Finlandia y que esperará a ver cómo se desarrollan los acontecimientos para sumar los puntos que necesite en España o Italia.

Para Yohan Rossel se planteaba un escenario parecido. Su cuarto triunfo le dejaba en una situación envidiable de cara a conseguir el título de WRC3, por lo que ya avanzaba que a Finlandia no viajaría una vez disputados ya seis eventos y que estaría en el Rallye de Catalunya ya que se adapta mucho mejor a su pilotaje. Pero llegó al mazazo cuando estábamos al filo de las nueve de la noche del domingo.

El francés quedaba descalificado después de que, en las inspecciones posteriores al rallye, el subchasis delantero de su Citroën C3 Rally2 (la misma que emplearon en Cerdeña) diera un peso mayor del homologado y su tolerancia del 5%, concretamente apenas 93 gramos que dan todo un vuelco al Mundial de la categoría. No se trataba de algo excepcional, ya que, si en la prueba insular este mismo subchasis estaba dentro de los márgenes, en la prueba griega, tres de los subchasis que llevaba el equipo como repuesto estaban también fuera de los márgenes reglamentarios.

Citroën, que tiene una sanción suspendida desde Cerdeña de 15.000 euros por defectos en el control de calidad, recibía una nueva multa de 30.000 euros ya que los conductos de refrigeración posteriores tampoco cumplían con la homologación, 5.000 de ellos a abonar ya y 20.000 euros de sanción en suspenso en caso de que se vuelva a repetir una infracción similar en los próximos 12 meses dentro del WRC. Citroën apelará, pero por el momento la victoria provisionalmente es para Kajetan Kajetanowicz al volante del Skoda Fabia Rally2 Evo de los cántabros de RaceSeven, el cual tiene actualmente una desventaja de 22 puntos con una prueba menos disputada.

Estoy realmente devastado. No es algo que podamos controlar. Está fuera de mi área de especialización, por lo que no puedo decir si esos pocos gramos adicionales están marcando una gran diferencia. Lo que sí sé, sin embargo, es que tuvimos una gran carrera. Esta exclusión duele mucho dada la inversión que representa esta participación en WRC3 – Yohan Rossel

Por último, finalizar poniendo el foco una vez más sobre la problemática del publico irresponsable. La cancelación de una de las especiales después del paso de los World Rally Cars fue un aviso, pero la propia Toyota GAZOO Racing lanzó un vídeo en redes sociales en las que los pilotos expresaron su preocupación. En las imágenes en directo suministradas por WRC+ se pudo ver en muchas ocasiones a espectadores en zonas peligrosas poniendo su vida y la de otros en riesgo, por lo que puede que el Acrópolis haya firmado una sentencia que no se merecen después del esfuerzo realizado por los organizadores y lo mucho que se volcaron las autoridades para poner las facilidades de la gran ceremonia de salida realizada el jueves en Atenas.

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