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Especial Rally Dakar: territorio Side-By-Side. ¿Qué diferencias hay entre los T3 y T4?

Se han convertido en los absolutos reyes de la competición. Los Side-By-Side han conseguido adoptarse de forma masiva en apenas un lustro desde su implementación en esa gran puerta de entrada al Rally Dakar, además de ser esa transición que muchos motards o competidores de quads han evaluado para dar el siguiente paso al mundo de los coches. No hay que ir muy lejos para darse cuenta de su importancia actualmente en la carrera y de los más de 450 vehículos inscritos, nos encontramos con que prácticamente un centenar de ellos se reparten entre los T3 y los T4. Pero, ¿verdaderamente conoces qué los diferencia entre ellos?

Porque esa es la realidad. Aunque ASO ha decidido englobarlos a todos como la quinta categoría del Rally Dakar con el nombre de ‘vehículos ligeros’, lo cierto es que al igual que en los coches, tenemos distintas subdivisiones, los T3, SSV que son considerados prototipos (OT3 de Overdrive, Yamaha de X-Raid, Can-Am de South Racing, Zéphyr de PH Sport…) por la gran cantidad de modificaciones que tienen respecto a los modelos originales y los propios T4, UTV que sí son más derivados de la serie y que principalmente tienen modificaciones en materia de seguridad.

A simple vista son fácilmente diferenciables gracias a la numeración elegida por ASO para sus distintas categorías, siendo los T3 los que comienzan en el dorsal #300 y los T4 en el #400, pero también se pueden apreciar otros cambios exteriores que ayudan a marcar la diferencia entre ambas divisiones, como puede ser principalmente ese ancho de los ejes que es superior en el caso de los prototipos.

Entre los elementos comunes, en ambos casos cuentan con chasis tubulares, tracción total y depósitos de apenas 130 litros de combustible (cifra nada desdeñable si hablamos que de peso mínimo los dos es de 900 kg en vacío y con un neumático de repuesto), por lo que ellos, al igual que las motocicletas, no pueden disputar las etapas al completo sin tener que pasar por las zonas de repostaje en las que los coches pasan actualmente como neutralizados. Como máximo pueden emplear tres depósitos de combustible, algo que les da cierto margen para poder repartir los pesos y que de esta forma el centro de masas no se vea tan afectado en un vehículo de estas dimensiones

El otro gran punto en común es el diámetro de los neumáticos, el cual, como novedad de cara a este Rally Dakar 2023, pasaba de los 770 mm a los 840 mm que emplean en la actualidad tanto los T3 como los T4. Para puntualizar, también habría que añadir que los T4 con motores térmicos atmosféricos de gasolina tienen como peso mínimo los 800 kg y que, si emplean propulsores de más de 1.050 cc, entonces se eleva a 1.050 kg. Pero entonces, ¿dónde están el resto de las principales diferencias?

Principales diferencias entre los T3 y los T4:

La primera de ellas la dicta el propio reglamento de la FIA para las competiciones de Rally-Raids. La velocidad punta de los T3 está limitada a los 135 km/h, mientras que la de los T4 está en apenas 125 km/h, lo que sitúa a ambas clases como los vehículos más limitados en cuanto a velocidad máxima junto a los camiones T5.2. Esto no impidió que en jornadas como la de la décima etapa, vehículos de ambas categorías que habían sido la referencia ese día, pudieran colarse entre los mejores tiempos absolutos de la categoría de coches, demostrando que han sido especialmente concebidos para moverse a la perfección en esas dunas cortas en las que su agilidad, su poco peso y su maniobrabilidad los hacen ser auténticos matagigantes.

En el caso de los T3, hablamos de que por reglamento pueden tener un ancho de 2.100 mm por los 1.900 de los T4, mientras que el otro gran cambio hace referencia a las mecánicas, con los UTV derivados de la serie evidentemente obligados a emplear propulsores sin modificar en sus prestaciones, mientras que los prototipo ligeros o T3 pueden emplear motores (atmosféricos de gasolina o turbodiésel) con la limitación únicamente de que su capacidad debe estar por debajo de los 1.050 cc. De esta forma, estos pueden llegar a entregar hasta 170 CV de potencia, mientras que los T4 tienen un tope prefijado de 155 CV.

Como curiosidad, los principales vehículos de ambas clases tienen caja de cambios automáticas, aunque el reglamento de los T3 también recoge que en determinadas circunstancias se puede pasar a emplear una transmisión secuencial que debe ser accionada por el conductor, así como la opción de que los Prototipos sean 4×4 o 4×2. En el caso de los T4, sólo se permiten transmisiones manuales o de tipo CVT. Además, los T4 no pueden realizar ningún tipo de modificación aerodinámica y se deben ceñir al diseño del vehículo base.

Aunque puede parecer que hay grandes diferencias entre ambos, haciendo mucho más rápidos en todos los escenarios a los T3, es cierto que, con el desarrollo de la categoría, el interés de los fabricantes de UTV en serie por crear versiones que estén mucho más orientadas a la competición hace que esa brecha entre ambas se ha visto acortada.

T3.U – El futuro electrificado de la categoría:

Como ya hemos ido comentando en nuestras crónicas, la FIA ha introducido en la reglamentación un nuevo apartado para vehículos T3 Ultimate en una medida similar a la que se ha implementado entre los coches y lo que se esperaba que sucediera en camiones T5 hasta que el bajo interés ha llevado a que ASO/FIA decidieran poner trabas al equipo KH-7 Epsilon y finalmente lo reclasificaran de la noche a la mañana en el Challenge New Energy. En el caso de los T3, ya conocemos que la empresa francesa MCE-5 ha creado su T3-M con la firme intención de que en el futuro pase a ser un vehículo híbrido, mientras que South Racing también presentó recientemente su nuevo proyecto Vision Concept que también debería tener algún nivel de electrificación.

Esta nueva categoría T3.U ya tiene sus artículos dentro del reglamento T3, en el que se especifica que los vehículos deben ser híbridos (con un máximo de dos depósitos de combustible y una capacidad de 110 litros en conjunto) de cualquier tipo o full-electric y deben ser capaces de ser conducidos durante al menos cinco kilómetros (en una carretera de asfalto llana) únicamente propulsados por los motores eléctricos, a una velocidad media de 90 km/h y con la obligación de que debe completar el 0 a 90 km/h en dicha prueba en un tiempo máximo de 20 segundos.

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