No fue uno de los Grandes Premios Bahréin de los que vayan a recordar en Enstone. La escudería antes conocida como Renault F1 Team estrenaba este fin de semana colores y denominación sin demasiada suerte. El abandono de Fernando Alonso en la vuelta 33 y la colisión provocada por Sebastian Vettel que retrasó aún más a Esteban Ocon, completaron el resumen de un domingo de desdicha para los monoplazas franceses.
El propio Fernando Alonso mencionaba en sus declaraciones después del Gran Premio que antes de los problemas con el freno trasero en su A521 ya había sufrido en algún punto de la carrera fallos en su Unidad de Potencia que habían mermado sus prestaciones. Aun así, el detonante para que el asturiano terminara por decir adiós a la carrera no fue otra que un envoltorio de un sándwich, el cual se quedó atascado en el conducto del freno y provocó el sobrecalentamiento y la necesidad de regresar a boxes por motivos obvios de seguridad.
Hasta entonces, Fernando había mantenido un buen ritmo, tratando de contener tanto a Carlos Sainz como al AlphaTauri de Yuki Tsunoda o al Aston Martin de Lance Stroll, manteniéndose dentro de las posiciones de puntos a pesar de la gran batalla que se estaba dando en la zona media.
Tras la primera parada, tuvimos un problema que nos obligó a reducir el rendimiento del coche. Después de la segunda parada, (vuelta 26) un envoltorio de un sándwich quedó atascado en los conductos de freno traseros, provocando altas temperaturas y dañando el sistema de frenado, decidiendo retirarnos por motivos de seguridad – Marcin Budkowski
No es un hecho extraño que este tipo de elementos plásticos puedan derivar en problemas. En 2018, una bolsa de plástico también se cargó el Gran Premio de Australia de Sergey Sirotkin tras colarse en el conducto de frenos trasero derecho de su Williams. Tampoco es la primera vez que a Fernando Alonso le sucede algo similar, ya que, en el Gran Premio de España de 2015, compitiendo para el equipo McLaren, el bicampeón del Mundo se quedó también sin capacidad de frenada después de que su propio tear-off del casco fuera a caer a la entrada de aire de los frenos. Un motivo parecido fue el que causó el abandono en el Gran Premio de Bélgica de 2013 para el Lotus de Kimi Räikkönen. Este fue uno de los motivos para prohibir que los pilotos tiraran estos elementos en el pit-lane.
