Tras estar cerrado el acuerdo para conceder a Kyle Larson un lugar en la parrilla de la Adelaide 500, con un Camaro de PremiAir Racing, el piloto acaba de confirmar que no viajará lo que causó mucho malestar en la organización Supercars porque el presupuesto y la logística tenían respaldo a través de la empresa NAPA, filial de Repco, y también del South Australian Motor Sport Board, promotor del evento, en tanto el experimentado Roland Dane se encargaría de liderar el equipo que atendería el coche de Larson. Simplemente el piloto argumentó que tras lo ocurrido en su intento por completar el Double Duty, donde se retiró en ambos eventos, decidió dar por concluidos sus compromisos fuera de la NASCAR Cup Series.
El pasado mes de mayo, Larson no pudo completar, por segundo año consecutivo, el Double Duty puesto que chocó en las 500 Millas de Indianápolis y el mismo resultado se presentó en la Coca Cola 600. A larson se le invitó al Supercars el pasado mes de abril y el piloto aceptó, en vista de que la Adelaide 500 se disputa fuera del calendario de la NASCAR Cup Series. Para entonces Larson tenía en mente completar la mayor cantidad de desafíos y ser considerado el piloto más versatil del año, pero ahora resulta que dejó plantada a la organización australiana, tal como también lo hizo Kyle Busch el año pasado, cuando estaba previsto que compitiera con un Camaro asistido por Triple Eight cuyo patrocinio ya estaba cubierto.
Larson de igual manera justificó su ausencia al cansancio acumulado puesto que la Adelaide 500 se disputa una vez que ha conlcuido el calendario de 36 fechas de la NASCAR Cup Series y ahora mismo el piloto de Hendrick Motorsport marcha segundo en la tabla de plotos con un lugar asegurado en los playoffs que inician a finales del mes de agosto. Luego de completar la temporada en Estados Unidos se quiere dedicar a descansar y por tal razón evitar el viaje hasta Australia en noviembre. Con los resultados obtenidos recientemente reflexionó acerca de las prioridades que debe tener un piloto puesto que tanto esfuerzo puede comprometer su desempeño si adquiere otros compromisos.
Y es que la presencia de Larson en la parrilla del Supercars era sinónimo de comparación entre categorías y en tal sentido el campeonato australiano ha salido muy bien parado al exportar hacia Estados Unidos a Shane van Gisbergen, quien afronta su primera temporada de tiempo completo en la NASCAR Cup Series, y al consolidado Scott McLaughlin, uno de los más destacados pilotos en la IndyCar. Ante la negativa de Larson, ahora la organización Supercars, y para aprovechar lo que se había hecho, está en negociaciones con Hendrick Motorsports para tantear la posibilidad de que Chase Elliott sea el reemplazo de Larson, toda vez que también contará con el respaldo de NAPA y de todo la logística que aún sigue en pie.
Vía Speedcafe
