Recientemente se registraron dos noticias relevantes en lo que respecta a la NASCAR, la primera de ellas está relacionada con la presencia de Stellantis Motorsport en la categoría, a través de la submarca RAM en la división Truck Series. A falta del comunicado oficial, ya se han filtrado imágenes de la nueva camioneta Ram 1500 con decoración de carrera. La presencia de un cuarto fabricante en la NASCAR se asomó con fuerzas desde el año pasado y una vez que RAM compita a partir de 2026, lo más probable es que Dodge regrese a la Cup Series en el año 2028. Para Stellantis la prioridad es que la RAM rivalice contra los modelos Ford F-150, Toyota Tundra y Chevrolet Tacoma.
Por otra parte, salió la sentencia judicial del Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos ubicado en Carolina del Norte y resultó a favor de la NASCAR en el pleito iniciado por los equipos 23XI y Front Row Motorsports contra la organización. De esta forma, ambos equipos perderían su derecho a operar a partir de ahora, lo que les deja en una mala posición cuando se aproximan los playoffs que definen el título. Los representantes de 23XI y FRM se negaron a firmar los nuevos contratos argumentando que eran contrarios a las leyes antimonopolio, solicitando un amparo judicial en octubre del año pasado para seguir en la categoría a pesar que una de las condiciones era no llevar a la NASCAR ante los tribunales en caso de presentarse un desacuerdo contractual.
Inicialmente la demanda fue rechazada, pero luego se introdujo una medida cautelar mientras se apelaba, la cual fue aprobada el pasado mes de diciembre. No obstante, ahora se reafirma la primera sentencia porque los involucrados se mantuvieron dentro del negocio, inclusive los equipos 23XI y FRM estaban en la parrilla con tres coches cada uno, cuatro de ellos considerados charters. Con esta sentencia, los equipos van a tener que operar como equipos abiertos, es decir sin derechos a reclamar premios y beneficios por sus actuaciones. Sin duda el golpe a nivel financiero ha sido contundente porque perderán los puntos asignados a los coches charters, lo que deja abierta la posibilidad de que ambos equipos procedan a retirarse y la NASCAR asuma la propiedad puesto que se advierte inviable mantener una operación tan grande arrojando grandes pérdidas económicas y de imagen.
Lo más complejo del asunto es que justamente 23XI y FRM se hicieron cargo del charter de Stewart Haas Racing como parte de un ambicioso plan de expansión. Ahora el panorama es complicado, sobre todo para los pilotos Bubba Wallace, Tyler Reddick, Riley Herbst, Noah Gragson, Todd Gilliland y Zane Smith.
