Actualmente Proton Competition posee dos chasis Porsche 963, ambos estacionados a la espera de un programa adecuado para competir tras abandonar formalmente la clase Hypercar del WEC y no aparecer en la lista de inscritos para disputar el Campeonato IMSA SportsCar ni a tiempo completo ni en la Copa de Resistencia. Christian Reid, director del equipo, declaró al respecto que todavía está trabajando para que ambos prototipos vuelvan a la acción lo antes posible. Indicó que ha conversado con John Doonan, presidente de la IMSA, para evaluar la posibilidad de participar en algunas fechas, tal como ocurrió este año hasta las 6 Horas de Watkins Glen, cuando el coche sufrió un gran daño en su chasis y no pudo ser reparado a tiempo para regresar a las dos últimas fechas de la temporada.
Ried está consciente que mantener los dos prototipos Porsche 963 fuera de las pistas representa pérdidas financieras porque si bien los resultados no acompañaron este año, también se enfrenta a la marcha de sus dos principales patrocinadores, FAT International y Mustang Sampling, lo que complica la situación. Vender los coches no parece ser la solución porque no luce como un buen negocio para un equipo privado puesto que básicamente van a adquirir un problema. En caso de no prosperar sus anhelos, Ried buscará ingresar a la clase Hypercar de la Asian Le Mans Series ya sea como Proton Competition o alquilando alguno de sus prototipos a una iniciativa privada ya que la prioridad es que sus 963 retornen a la acción. Hasta ahora dos iniciativas han mostrado interés en esa nueva clase, el equipo BBM Sport y Vanwall.
Sin duda, adquirir dos Porsche 963 para medirse a equipos de fábrica no ha resultado un buen negocio para Ried, aunque en el pasado sí lo fue para Team Jota, pero el retiro de Porsche Penske Motorsport del WEC no hace más que acentuar las dificultades de las iniciativas privadas para incursionar en la clase principal, lo que ha originado que otra vez los fabricante tengan todo el poder, lo que el WEC ha propiciado con sus reglas. Ahora Ried busca refugio en la IMSA, aunque sea a tiempo parcial, mientras piensa en alguna forma de deshacerse de sus prototipos sin perder todo lo invertido.
Vía RACER





