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Uno más en la lista. Mick Schumacher exprimió el F2004 del heptacampeonato de su padre [Vídeo y galería]

Han sido muchos los momentos emotivos que ha tenido Mick Schumacher en los últimos dos años. Todavía no se han cumplido 24 meses desde que el alemán, en la actualidad piloto de Fórmula 2 realizara su debut al volante de un monoplaza de la Fórmula 1, concretamente del Benetton B194 empleado por Michael, su padre, en la temporada 1994, su primer título Mundial. Allí, el joven piloto, que competía por aquel entonces en Fórmula 3 con resultados discretos, fue capaz de levantar a todo el público de sus asientos en una exhibición que puso los pelos de punta a más de uno.

Un año después, Mick realizaba un test con Mercedes-AMG en el DTM, algo que inevitablemente recordaba al breve paso del Kaiser por el campeonato germano de turismos. Solo un anticipo para que a todos los enfermos de nostalgia les terminara de dar un vuelco el corazón al confirmarse que el pequeño de la familia Schumacher iba a recalar en la Ferrari Driver Academy para competir en 2019 con el equipo Prema en la Fórmula 2.

Llegó el día, la primera oportunidad para ver a Mick Schumacher vestido de rojo sobre un monoplaza de Fórmula 1. Sería en Bahréin, bajo la atenta mirada de su madre y pudiendo ponerse a los mandos del SF90, el coche de la actual temporada de los de Maranello, algo que se complementó con su test con Alfa Romeo Racing unas horas después. Aprovechando el parón veraniego de la F2, los responsables del Gran Premio de Alemania preparaban otro show especial.

Fue simplemente fantástico poder ponerme al volante de este auto. Mientras esperaba en el pit lane para salir por el camino, los minutos parecían horas. Pero una vez que estuve en el circuito, los minutos pasaron como segundos. Quiero agradecer a Ferrari y a la Fórmula 1 por haberme dado esta oportunidad, que fue un sueño y un honor para mí.

Mick tendría la oportunidad de probar el F2004 con el que Michael se alzó con su séptimo Campeonato del Mundo de Fórmula 1, el mismo con el que consiguió 14 victorias a lo largo de una de las temporadas más dominantes por parte de Ferrari. La adaptación no ha sido inmediata para él, con alguna que otra bloqueada de ruedas que dejaba una espesa nube de humo blanco que algunos ya echábamos de menos, así como el sonido del V10 bramando a pleno pulmón.

Apenas fueron tres vueltas, pero a Mick no se le borró en ningún momento la sonrisa, aprovechando la gran similitud física, además del parecido con su padre, para utilizar el mismo asiento original que empleó el germano. Un casco especial, mitad su diseño, mitad el que empleó su padre a partir de la temporada 2000, de nuevo una demostración de que, aunque rinde homenaje a su progenitor, en ningún momento ha querido olvidar quién es él. Mick Schumacher ya puede presumir de ser uno de los pocos pilotos modernos que sabe cómo se comporta un monoplaza de los noventa, de la primera década del Siglo XXI y de 2019.

Recuerdo haber visto a mi padre en la televisión, haber ganado muchas carreras al volante de este coche icónico y me impresionó la potencia y el ruido del motor V10. Podía ver a los fanáticos vitoreando en las gradas, pero no podía escucharlos porque su sonido fue ahogado por el rugido del coche. Hoy no hubo un solo momento en el que no tuviera una gran sonrisa en mi cara. Si hubiera dependido de mí no hubiera vuelto nunca a los pits.

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