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Ni gasolina, ni diésel, ni hidrógeno, por qué los coches a partir de 2035 deberían funcionar con gas

David Villarreal | @davidvillarreal 10 Feb 2023
Porsche Gasolina Sintetica 0722 01
Porsche Gasolina Sintetica 0722 01

La Unión Europea está decidida a prohibir las ventas de cualquier coche diésel, gasolina, y con motor de combustión interna en general, lo que incluye a híbridos e híbridos enchufables, en 2035.

En los últimos meses ya os hemos hablado de cómo la Unión Europea ha dejado algunas puertas abiertas, como los motores de combustión interna neutral, que funcionarían empleando única y exclusivamente combustibles neutrales que, generalmente, son alternativas similares al gasóleo o la gasolina que se fabrican mediante procesos que reducen o evitan unas emisiones de CO2 equivalentes a las que se generarán en su combustión.

Pero hoy hablaremos de gas. Y es que en un momento en que las circunstancias internacionales han llevado a la Unión Europea a tratar de reducir su dependencia del gas, ¿por qué esta podría ser una de las soluciones más adecuadas para seguir vendiendo coches de combustión interna en 2035?

El gas, junto con otros combustibles neutrales con propiedades similares a la gasolina y el gasóleo, podría ser una solución para reducir la huella de carbono y una alternativa más allá de 2035

Ni diésel, ni gasolina, el futuro podría ser el gas

Así como ya existen procesos para producir combustibles neutrales similares a la gasolina y el gasóleo, también es posible producir gas "verde", con unas propiedades similares a lo que actualmente conocemos como gas natural, neutral. Como sucede con otros combustibles neutrales, la producción de gas de origen renovable, o neutral, también es costosa en términos energéticos y económicos y escalar su producción al nivel del suministro que requeriría la sustitución completa de lo que denominamos gas natural, un hidrocarburo de origen fósil, sería un reto de una magnitud colosal.

Aún así, la producción de gas de origen renovable o neutral podría ser una solución para evitar total o parcialmente las emisiones de algunas de las actividades humanas que más contribuyen al cambio climático, como es la ganadería. Las cadenas de producción ganaderas contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero, sobre todo por su emisión de metano, cuya contribución al cambio climático es 25 veces superior a la del CO2 (EPA); óxido nitroso; y dióxido de carbono (FAO).

Y una parte de esas emisiones se podrían transformar en gas de origen renovable, mediante el procesado y filtrado de residuos de la ganadería o la agricultura, o incluso materia orgánica desechada por la industria alimentaria. Produciendo un gas que, a su vez, podría emplearse para producir otros combustibles neutrales alternativos a la gasolina o el gasóleo, transportarse con relativa facilidad y directamente emplearse en automóviles de combustión interna.

Esta podría ser la salida ideal para industrias responsables de la emisión de una buena parte de las emisiones generadas por la actividad humana como la ganadería
La ganadería es responsable de una parte importante de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad humana.

Coches a gas sí, pero de origen renovable

Los coches a gas no son una rareza. Actualmente se comercializan bastantes coches bifuel, que funcionan indistintamente con gasolina o GLP (gas licuado del petróleo), siendo una opción realmente recomendable por coste por kilómetro y por gozar de etiqueta ECO. También existen opciones bifuel que funcionan indistintamente con gasolina o GNC (gas natural comprimido), pero no recomendamos estos últimos por la incertidumbre al respecto del GNC, la falta de disponibilidad de estaciones de servicio para repostarlo y porque la mayoría de las opciones disponibles en el mercado emplean depósitos de gasolina muy pequeños, lo que limita sus posibilidades en estas circunstancias.

Estos vehículos bifuel, tanto GLP como GNC, reciben la etiqueta ECO porque sus emisiones se consideran menos dañinas que las generadas por la combustión del gasóleo y la gasolina y la reducción de emisiones de efecto invernadero podría alcanzar hasta un 13-18% (Cummins). En cualquier caso, si de lo que se trata es de reducir significativamente o incluso neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejor opción sería, sin duda, la de emplear gases de origen neutral, como los descritos en este artículo, y no de origen fósil.

Esquema de un coche bifuel, que funciona indistintamente con gasolina y gas natural.

Como os decíamos, el gas neutral de origen renovable presenta tantas ventajas, o más, como otros combustibles sintéticos neutrales con propiedades similares al gasóleo o la gasolina. Se pueden transportar con facilidad, por vía terrestre, marítima, y canalizaciones, independientemente, o mezclado con otros gases naturales de origen fósil, en lo que denominaríamos como un gas gris, parcialmente renovable, o parcialmente neutral.

Somos muchos los que seguimos considerando que el hidrógeno será la energía del futuro. Pero también es importante recordar que el hidrógeno también es costoso de producir, en términos energéticos y económicos, si de lo que se trata es de producir un hidrógeno verde o renovable. Y lo que es aún más importante, presenta mayores retos para su transporte hasta el punto de consumo.